OpinónPanorama Económico

Las falsas cifras de la inversión para plan de reactivación económica de Duque y su relación con Schumpeter y el ecosistema de emprendimiento

Las semanas anteriores el gobierno de Iván Duque y su Ministro de Hacienda Carrasquilla, presentaron el plan para reactivar economía de Colombia, en los dos años que le resta de su gobierno y presentaron el proyecto de presupuesto nacional de 2021.

Los dos acontecimientos son muy importantes porque marcan el rumbo que va a tomar la economía colombiana para salir de este shock generalizado, que se convirtió en un gran choque de demanda como lo muestra la inflación de 0% de julio.

Tanto en el plan de reactivación como en el Proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) se ve la mezquindad del gobierno para ayudar a la economía a salir de esta gran recesión, que se está convirtiendo en una depresión económica, como lo evidencia el decrecimiento del PIB para el segundo trimestre de 2020 que fue de -15.7% y con un decrecimiento de primer semestre de -7.4%.

David Pinto Cataño. Economista y profesional en Finanzas y Negocios Internacionales. Catedrático universitario.

El ministro de hacienda piensa que la economía va a mejora por un milagro, que la apertura es la solución pero esto no es verdad, en el documento de plan de reactivación la mayoría de los recursos propios del gobierno se invertirán en emprendimiento y la mal llamada economía naranja, que por el tipo de actividad de contacto  que  las caracteriza, es una  de las que más tiempo  se va a  tardar  para reactivarse,  como mínimo dos años  y más, unos de los sectores más afectados  y  muchas de estas empresas van a desaparecer.

En el supuesto plan de reactivación del gobierno de Duque se van a invertir en los próximo dos años, es decir, entre los años 2021 y 2022 la mágica suma ficticia de alrededor de 10% de PIB, que en promedio son 100 billones de pesos, pero hay que hacer la salvedad que el  75%  de esta inversión   que plantea nuestro Harry Potter (ministro de Hacienda Carrasquilla) la ha previsto que la haga el sector privado,  es decir, 75 billones de pesos lo va invertir la empresas colombianas.

Primero,  no se dé dónde van a sacar tanto dinero, ya que la gran mayoría de estas empresas están quebradas y en tiempo de incertidumbre la teoría de comportamiento estima que los agentes económicos (organizaciones, familias, estado…) se comporta de manera racional, por lo tanto,  no va hacer inversiones en un momento donde la economía esta en recesión;  van a tratar de ahorrar para espera que pasa.

Por lo tanto, no sé cómo nuestro Harry Potter criollo, el mago economista de Carrasquilla va obligar a invertir a las empresas, de pronto con un conjuro mágico que es en los temas donde él tiene tanta experiencia. Además de estos 15 billones de pesos que en realidad sí va invertir el estado colombiano para reparar el motor del carro de la economía que este fundido, si analizamos las cifra, el dinero a invertir es mucho menor, como veremos a continuación en el estudio de las cifras del plan de reactivación y PGN (Presupuesto General de la Nación) a continuación:

Este plan de reactivación económica del gobierno tiene las siguientes líneas de ejecución, que son cuatro: generación de empleo, crecimiento limpio y sostenible, apoyo a los más pobres y vulnerables de la sociedad e impulso al campo y construcción de la paz con legalidad, se invertirá de la manera siguiente:

Monto Fuente Tipo de inversión
$53 billones de pesos Inversión privada Que incluyen vías 4G, proyecto de energías renovables (instalación de plantas solares y eólicas)
$26,9 billones de pesos Inversión privada con incentivo fiscales
$18 billones   de pesos (APP) asociación publica-privadas Línea del Metro de Bogotá, Puerto Antioquia, los nuevos aeropuertos de Cartagena, San Andrés y Aerocafé y autopistas como la ALO Sur en Bogotá.
$9,3 billones de pesos  Inversión pública supuestamente (que incluyen los recursos que gobierno invierte a las APP) Incentivos para las industrias creativas y culturales y también para aquellas con valor agregado en nuestra cultura tradicional  Realmente lo que invierte el gobierno son en promedio $2 billones de pesos.

Tabla elaboración del autor con datos de Minhacienda

Como se argumentó en el párrafo anterior la cifra que invierte es alrededor de 2% de los recursos que prometió invertir, es decir, de los $100 billones de pesos que prometió invertir.

Los otros 98% de los recursos los va a invertir el sector privado, en pocas palabras el estado a trasladado su obligación, que es reactivar la economía a las empresas privadas y se ha desentendido del problema, ha tratado de engañar a los agentes económicos con información asimétrica, de cifras extraordinarias que va invertir para la reactivación que son mentiras, a través de los medios de comunicación.

Mostrando que para el gobierno y su ministro de hacienda Carrasquilla lo que prima en estos momentos es la ortodoxia, es decir, el libre mercado y que la fórmula mágica aplicada por nuestro Harry Potter criollo es la de la mano invisible de Adam Smith (que además está mal entendida, es decir, necesita volver a estudiarlo, esto queda para una próxima columna)  y los paladines contemporáneos del neoliberalismo de mitad de siglo XX como Samuelson. De acuerdo a su visión, la economía se va recuperar de forma mágica por el sector privado, esto también se ve en las cifras del PGN que analizaremos más adelante.

De estos casi $90 billones de pesos que supuestamente van invertir el sector privado, está concentrado en 84 proyectos en promedio,  que venía desde el comienzo de la administración de Duque en el año 2018 y que no han podido comenzar. No se entiende como estos proyectos faltando casi menos de 22 meses se van a empezar y generar, según el gobierno, un millón de empleos, que es lo que prometen. Empezando que la gran mayoría de los proyectos son intensivos en capital y no genera mucho empleo, lo que necesita Colombia es generar como mínimo 4 millones de nuevos puestos de trabajo.

Los sectores donde ser realizaran las inversiones en su gran mayoría son intensivos en capital y se dan en los siguientes sectores: de infraestructura, energía y transmisión, y transformación digital.

Que se caracterizan  por necesitar un capital humano que tenga una alta formación académica  y  experiencia, parece que los expertos del ministerio de hacienda, no han estudiado la cifras  del DANE, porque estas nos muestran que  la gran  mayoría de los desempleados e inactivos son jóvenes y mujeres que si acaso han terminado el bachillerato, que se dedica a la actividad informal del comercio, es decir, no pueden trabajar en estos sectores  priorizados, por lo tanto, las pocas vacantes ofrecidas en esto sectores no beneficiaran  a la población colombiana desempleada, la gran mayoría de estos colombiano tienen que hacer una reconversión laboral (leer mi columna anterior).

Estos proyectos de Infraestructura que estaba muchos de años antes de 2018 no han podido comenzar, creo que se demoran más de tres años en siquiera avanzar; es decir se acaba el gobierno de Iván Duque y no comienzan y la economía colombiana no entra en una recesión sino en una depresión, porque muchas de estas obras están en etapa de consulta previa, o surtiendo esta, o en su   etapa de su licenciamiento ambiental ante la Anla. Y muchas ni siquiera están por esta etapa, otras están por la etapa de adjudicación de la licitación.

Es decir, para que estos proyectos generen algún tipo de empleo pueden pasar meses e incluso años, cuando se arrancan de cero. Y en el caso de los proyectos en curso, hay imprevistos que pueden traducirse en largas demoras de no haber reacción oportuna.

Los recursos que en realidad va a invertir el gobierno colombiano que son alrededor de $2 billones de pesos en incentivos para las industrias creativas y culturales, buscar convertir a Colombia en el epicentro de ‘empleos naranjas’ para la producción audiovisual, musical y de animación digital. Siendo este uno de los sectores más golpeado por la crisis y que se demora más de cuatros años en por lo menos tener lo niveles de crecimiento del año 2019, por lo tanto, no se entiende por qué es al único sector que le va invertir dinero y cómo es que este sector va a reactivar la economía sabiendo que la gran mayoría de sus actividades son de contacto y son bienes de ocio y recreación que las personas no están consumiendo.

Estas supuesta medidas son  para suavizar el impacto del shock de  oferta pero el  Sar-Cov-2  se convirtió en un Shock demanda, y esto nos lo muestra el último dato de inflación que fue de 0% y  lo que va corrido del año  es 1,29%, esto se debe a que el consumo interno (que es lo que mueve a la economía colombiana) en promedio en  un 70% está debilitado por la pérdidas masivas de trabajo  y de ingresos de  las familias colombianas, que no tienen los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas (bienes inferiores y normales) y mucho menos para comprar  bienes superiores o suntuarios y durables. No han tomado las medidas para proteger al 40% de la población que está en estado de vulnerabilidad y van a pasar a ser pobres y está en la informalidad, en ninguna parte de este plan de reactivación está pensada la ayuda a la población colombiana,  porque  no le importa al gobierno de Iván Duque y esto, como consecuencia, va a lograr que el motor de la economía se rompa y no se puede reparar.

Esto se demuestra en el proyecto de PGN (Presupuesto General de la Nación) donde solo se tiene previsto 4,3 billones de pesos para la recuperación económica, menos de 0,04% del PIB de Colombia para el 2021 y donde las estimaciones como las del Banco de la República dicen que el decrecimiento va a ser de -10% con respecto a al PIB, es decir, de $100 billones de pesos.

Mis estimaciones son de alrededor de -11% y -13% con respecto al PIB  (leer mi columna anterior), es decir, el gobierno como se explicó en párrafos anteriores, no va a invertir nada para la recuperación, sino que por arte de magia el ministro Carrasquilla espera una recuperación en forma V del 6,5%, a continuación, explicación de las cifras de PGN:

Porcentaje con respecto al PGN de cada rublo
Deuda publica $75.898.000 billones de pesos 24,17%
Funcionamiento $ 185.014.000 billones de pesos 58,9%
Inversión $53.085.000 billones de pesos 16,9%
PGN sin deuda publica $238.100.000 billones de pesos
PGN con deuda publica $313.998.000 billones de pesos

Elaboración del autor con base en datos de Minhacienda

El Proyecto de Presupuesto General  de la Nación  del  2021  es de $313,9 billones de pesos, donde la inversión representa el 16,9% del PGN y de este sólo $4,3 billones de pesos son para recuperación, como se dijo en líneas anteriores, según el  gobierno se invertirá de la siguiente manera,  a través del Plan de Reactivación Económica  para el país: $2,5 billones para el sector transporte; $1,2 billones para Minhacienda; $300.000 millones para proyectos de agua y saneamiento básico del Minvivienda y $200.000 millones para programas de inclusión social, que son básicamente subsidios.

Siguiendo con su tendencia de la información asimétrica que comenzó con la cifra falsa de inversión de $100 billones de pesos para la recuperación entre los años 2021 y 2022 que como   he explicado no es verdad y que se evidencia en su forma más exacta en el proyecto PGN, su tendencia de tener un mercado de competencia imperfecta para su beneficio y de sus amigos.

También el gobierno de Iván Duque disminuyó la inversión para el año 2021 del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME), que se redujo en 87,6%, pasando de $25 billones a tan solo $3 billones.  Hay que tener presente   que este fondo se adquiere los test para detectar la Covid, hay un flujo de recursos para que los hospitales puedan aumentar la capacidad instalada y prioricen las camas en cuidados intensivos.  Y se garantizan ingresos a población vulnerable con programas como Colombia Mayor, Familias en Acción, Jóvenes en Acción, por lo tanto, tampoco para el 2021 es prioridad la pandemia porque gobierno ingenuamente o macabramente cree que el asunto de Sar-Cov-2 termina este año, seguramente con un hechizo de Carrasquilla para crear la vacuna colombiana de Sar-Cov-2 y la salud de los colombianos no le importa.

Teniendo en cuenta la explicación anterior y que el  gobierno presentó el 20 de julio la Ley de Emprendimiento como tabla de salvación para la economía colombiana y que va a invertir supuestamente $2 billones de pesos en la mal llamada economía naranja en los próximo dos años, para que con eso la economía se recupere y genere un millón de nuevos puestos, porque es a lo único que la va invertir dinero en realidad, porque es su obsesión como el abogado mediocre que se cree economista y cree en su sueño infantil del emprendimiento, para el que se necesita I+D+I (investigación +desarrollo +innovación) y según su infantil o macabra visión, la  economía naranja resuelve  todos los problema de la economía colombiana.

También tengo desde hace más de 8 años el sin sabor que todos lo gobierno locales de Cartagena  por experiencia de  causa  y de otros  entes  territoriales,  en sus planes de desarrollo crean unas metas producto como la principal fuente para generar empleabilidad y desarrollo económico, basadas en el emprendimiento, para esto se necesita I+D+I, pero  en esto años  me  he dado cuenta que los formuladores de política locales y nacionales no entienden el significado de lo  que es emprendimiento (I+D+I) ni lo que se necesita para que sea efectivo, por lo tanto,  como es la principal a puesta de Duque para la salvar la economía nacional y de gobierno de William Dau para salvar la economía de Cartagena, voy explica que se necesita para que generen los resultado esperado.

Joseph Alois Schumpeter (1911) fue el primero en hablar que la innovación genera desarrollo económico y hace la diferencia fundamental entre crecimiento económico y desarrollo económico, estos dos conceptos crecimiento y desarrollo económico era lo mismo para los economistas clásicos y neoclásicos, para Schumpeter era dos cosas completamente diferentes (remitirse a artículo anterior).

Para Schumpeter desarrollo económico es un conjunto de transformaciones bruscas, que desplazan la economía a un nuevo punto de equilibrio superior, rompiendo este flujo circular. Es explicado por las teorías anteriores.

Para que se dé ese salto cualitativo son muy importantes las innovaciones introducidas por los empresarios (emprendedores),  como las llamo él, las fuerzas inmateriales producen un proceso de desarrollo no armónico. Pero que son estas innovaciones:

1) Introducción de un nuevo bien

2) Descubrimiento de un nuevo método de producción o de comercialización

3 )Apertura de nuevo mercado

4) Conquista de una nueva fuente de materia prima

Pero los empresarios consiguen los recursos para financiar sus innovaciones no a través del ahorro si no por medio de los créditos, por eso es esencial un sistema financiero.

Supongamos un estado estacionario, un empresario introduce una innovación haciendo un préstamo; esta innovación le permite tener dividendos extraordinarios. Esto hace que otro empresario quiera entrar al mercado copiando esa innovación para alcanzar esos beneficios.

La economía en el proceso a conseguir un desarrollo económico hace que las innovaciones se imiten y comienza el proceso de destrucción creadora (las empresas que no son innovadoras y que no sean eficientes desaparecen).

Pero para que existan estos empresarios o emprendedores, se deben tener unas condiciones dadas, es decir, factores complementarios que el mercado no los proporciona, como son centros de investigación, tener una población educada,  entre otras. Lo anterior lo tiene que proporcionar el estado a través de inversión pública, primero para que los emprendimientos nazcan, a diferencia de Schumpeter que creía que el mercado a través del sector financiero era suficiente, cuando esto no es verdad, se necesita de una participación del Estado a través de inversión y acompañamiento , para que se generen las condiciones propicias para que esto suceda.

Porque aquí en Colombia se tiene la idea de que cuando se habla de emprendimiento, hablamos de misceláneas, que normalmente al año están quebradas  o empresas de confesiones que no tienen garantizados los canales de comercialización y en su ignorancia  suponen que con regalarles cuatro máquinas de coser, capital semilla de dos salarios mínimos y unas capacitaciones  que no enseña nada, con eso garantizan su supervivencia, pero si no tienen sus ventas aseguradas, por lo menos, durante tres años este capital semilla se vuelve dinero de día a día.

Además, no hay ningún tipo de seguimiento para asegurar su supervivencia, por lo menos en los siguientes tres años. Con esta recesión es difícil que este tipo negocios tengan expectativa de éxito, en Colombia cerca de 35.000 empresas cierran anualmente y 51% de las interrupciones de pequeñas empresas y emprendimientos en el país se presentan por factores financieros y falta de rentabilidad, porque no tienen los canales de distribución apropiados para las ventas de sus productos.

Teniendo en cuenta que se necesita la participación activa del estado colombiano y que este invierta en investigación y desarrollo del país: 0,27% del PIB en comparación con el 2,34 % en promedio de la OCDE, de la cual hacemos parte, que China invierte un 2,11% y que incluso nuestra inversión como país es inferior a la de ocho países latinoamericanos. Y El presupuesto para las actividades de ciencia, tecnología e innovación en 2021 de Colombia será de $256.500 millones, un 35% menos que en 2020.

La Investigación + desarrollo +innovación (I+D+I) como se dijo en el párrafo anterior es considerada fundamental para el crecimiento de los países y posterior desarrollo económico, en este caso para Colombia, y la evidencia empírica de papers muestran que los retornos de la inversión en I+D+I en los países desarrollados son altos. Sin embargo, en Colombia invierten muy poco, como se explicó en párrafos alrededor, apenas un 0,27% de PIB.

Definimos la innovación muy parecido al concepto de Schumpeter en párrafos anteriores, la introducción de nuevos productos, tecnologías, procesos comerciales, así como la invención de nuevas ideas, la innovación impulsa el proceso de destrucción creativa explicado por el economista austriaco que subyace en la teoría del crecimiento moderna.

Sin embargo, está apuesta a la innovación y emprendimiento, entendida en su conjunto como ecosistema, que lo llamaremos ecosistema de emprendimiento, para que funcione requiere una inversión en capacidad de aprendizaje concebida de manera amplia, que con frecuencia es sustituida por el gasto en I + D +I.

Sin embargo, Colombia invierten mucho menos en innovación que los países ricos de la OCDE que invierte 2,34% en promedio, no solo en I + D+ I sino en usualmente todos los tipos: licencias de tecnología, tecnologías de gestión, capacitación y otros.

Porque las inversiones así sean pocas en emprendimiento pero que sean en tecnología o con valor agregado,  no sólo en misceláneas tampoco funcionan en la gran mayoría de los casos,  porque los gobiernos como el colombiano y el distrito de Cartagena no invierten en factores complementarios para que el ecosistema de emprendimiento funcione.

La innovación o adopción de tecnología no se crea por arte de magia como piensa Duque, con su economía naranja o William Dau, sino que se da a través de una inversión que genera una acumulación de conocimiento, también se debe acompañar esta inversión con otras acumulaciones de otros tipos de capital o factores. La escasez de estos factores conducirá a la baja innovación y emprendimiento tecnológico o de valor agregado afectando el ecosistema de emprendimiento local. Por ejemplo, las inversiones, aunque pocas en I + D+ I en ausencia de capital humano técnico de alto nivel, producirán pocos beneficios.

Buenas ideas generadas por una universidad o grupos de expertos, si no las recogen empresas con altos niveles de capacidad de gestión y valor agregado no generará valor agregado; y un empresario con una buena idea, pero que no puede acceder al sistema financiero o financiación del estado y ayudas es un fracaso, importar la maquinaria complementaria y necesaria o encontrar los trabajadores calificados requeridos, encontrará esa idea de valor limitado y no la podrá sacar adelante. Como mostramos, cada uno de estos factores complementarios, calidad de la investigación, calidad de la gestión, capital físico y humano, se vuelven cada vez más escasos.

Más recurso en I + D+I no es necesariamente mejor, se necesita un ecosistema de emprendimiento que facilite que este dé valor agregado. Este ecosistema de emprendimiento necesita tener la acumulación de todos u otros factores, que van desde sistemas escolares y apoyo financiero y aseguramiento en los canales de distribución para la venta del producto.

Se debe tener la concepción de un ecosistema de emprendimiento ligado a la innovación con I+D+I, que sea un emprendimiento de valor agregado que genere empleo y crecimiento económico para la región y luego un desarrollo económico.

Dado lo anterior, el ecosistema de emprendimiento de innovación debe incluir el funcionamiento de los mercados para todos los factores complementarios. También debe preocuparse por estimular la demanda de innovación por parte de las organizaciones y, nuevamente, por asegurar la capacidad de las empresas para responder a esa demanda.

La experiencia está en la evolución del índice de complejidad económica, que mide las capacidades productivas de una economía a través del conocimiento, incorporado en los bienes y servicios que produce en Colombia, somos una economía que está especializada en producir commodities, es decir, tenemos una reprimarización desde comienzo de los 90 gracias a la apertura del gobierno de Cesar Gaviria, gracias a esto producimos bienes de muy bajo valor agregado, mayormente materias primas y bienes intermedios, sin casi ningún valor agregado. Esto lo evalúa el Índice de Complejidad Económico, que es el conocimiento que se encuentra en las tecnologías que emplea un país y en la capacidad de las empresas y las personas para trabajar con ellas.

¿En qué se traduce una menor complejidad económica? Las implicaciones de esta situación son claras. Como la complejidad de la economía va a menos, la mayor parte de los puestos de trabajo que crea son de bajos salarios. En consecuencia, la capacidad de crecimiento de los salarios hasta niveles dignos, que permitan una vida confortable, se ve mermada. En este contexto, es difícil reducir las desigualdades y concentración de la riqueza medida por el índice Gini.

Además, una economía más compleja reduce la vulnerabilidad del empleo en momentos de crisis como el Sar-Cov-2, el turismo, ocio y comercio son actividades que tienen un nivel muy bajo de complejidad económica y se basa en el contacto, que representa el 30% de la ocupación en Cartagena, tanto informal como formal e igual en Colombia.

Por otra parte, son grandes fuentes de empleo de jóvenes y mujeres. Por eso el gran desempleo de esto sectores afecta a esta población en Colombia y Cartagena, volviendo a la sociedad más vulnerable.

Por eso, cuando llega una crisis como el Sar-Cov-2 , se destruye tanto empleo y afecta tanto en esos sectores, en especial a jóvenes y mujeres, como sucede ahora, ya que son actividades que, en general, no se pueden desarrollar mediante teletrabajo. Esto es algo a tener muy en cuenta.

Colombia debe apostarle a un ecosistema de emprendimiento de alto valor agregado, no de miscelánea ni tiendas restaurantes o confecciones, sino mirar hacia empresas industriales complejas y economía digital, lo que implica aumentar su grado de complejidad económica.

Como el caso de empresas de la inteligencia artificial, la seguridad digital, el internet de las cosas, para la toma de decisiones, la economía circular y el blockchain. Si se gestionan bien, las tecnologías digitales pueden ayudar a Colombia a crear nuevas industrias dentro del ecosistema de emprendimiento, a través de los factores complementarios, explicados anteriormente. Que permitan ofrecer mejores servicios y mejorar los medios de vida.  Dentro de la literatura que habla del tema en diferentes papers se describe como el acceso decente a Internet de alta velocidad como G4 y G5, aumentar el empleo y los ingresos en todos los ámbitos, no sólo en las industrias relacionadas con las TIC sino con empresas de alta complejidad en su valor agregado como en los emprendimientos, por elementos claves como factores complementarios. Existe la necesidad de una política imperativa para garantizar que el mayor número de personas posibles disfruten de estos beneficios y se garantice como consumo mínimo vital esto, se ha demostrado con creces durante esta pandemia.

Potenciarlos y aprender de sus experiencias para conseguir más y mejores empresas, con factores complementarios como centros de investigación y científicos puede ser un buen punto de partida. Que requiere de personas con cualificaciones profesionales distintas de las que ahora ofrece el sistema educativo para tener un ecosistema de emprendimiento sano, entendiendo que vivimos un período de rápida mejora tecnológica.

La Ley de Moore que explica que las mejoras exponenciales en la potencia informática. Sin embargo, también se observan tendencias igualmente dramáticas cuando se analizan muchas tecnologías modernas: se han abaratado en un factor de 1000 o 10000 en un pequeño número de años.

Esto significa que para los formuladores de políticas no es tan útil pensar en una aplicación tecnológica específica; pronto puede quedar obsoleta o ser reemplazada. En cambio, los líderes deberían centrarse en sistemas más amplios en torno al despliegue tecnológico y el cambio estructural.

La tecnología puede hacer que la producción sea más eficiente, por ejemplo, al aumentar la productividad laboral a través de la automatización lo que mejoraría la productividad y la producción de valor agregado de las industrias y de los nuevos emprendimientos.

La tecnología puede cambiar la forma en que los diferentes actores se conectan entre sí, por ejemplo, mediante el uso de la gestión de la cadena de suministro digital o las plataformas laborales para reducir los costos de transacción como está sucediendo de manera acelerada con la pandemia en el mundo y Colombia, hemos tenido en cinco meses la evolución de 10 años y este cambio de mejorar el ecosistema de emprendimiento  y sus factores complementarios, para su evolución y dejar de tener la idea desde gobierno central, local y  universidades que un emprendimiento es una tienda o miscelánea, que con un curso de emprendimiento basta  y un  salario mínimo de capital semilla para crear grandes industrias que generen empleo, cuanto más del 70% de estos emprendimientos de baja complejidad en los  dos primeros años se quiebran.

La tecnología puede cambiar el diseño o la arquitectura fundamental de un sistema, por ejemplo, al permitir la colaboración en tiempo real entre los trabajadores y los sistemas automatizados de todo el mundo.

Para Colombia y el distrito de Cartagena, gran parte de los beneficios de la tecnología digital proviene de comprender y aprovechar el cambio en los dos segundos niveles. Aquí es donde veremos nuevos caminos para el desarrollo económico y nuevas formas de mejorar la calidad y el alcance de los servicios.

A pesar de los beneficios transformadores de las nuevas tecnologías digitales, será necesario un esfuerzo deliberado para que estos cambios sean una fuerza de inclusión.

Está claro que las nuevas tecnologías son utilizadas de manera más intensiva por personas que ya están en buena situación económica, por lo tanto, es clave una educación de calidad tanto secundaria como terciaria, más que la cobertura como mal se ha entendido en Colombia. Por supuesto por el distrito de Cartagena también piensa que la cobertura es lo principal y no la calidad, que la cobertura mide el éxito de la política educativa, pero esto es un factor complementario, la clave para el éxito de cualquier emprendimiento en su ecosistema es la educación de calidad y apropiada a las necesidades, sin educación los emprendimientos son de baja complejidad y la gran mayoría de ventas de bienes y servicios de bajo valor agregado.

Es imposible tener éxito sin tener un factor diferenciador, el cual es la educación, que permite tener nuevas ideas, pero para esto hay que invertir dinero, algo que Duque no entiende, el piensa en su mente infantil que los emprendimientos brotan del piso por arte de magia, igual William Dau.

Teniendo en cuenta estas dos tendencias sorprendentes en los dos últimos siglos de progreso tecnológico. En primer lugar, y de manera alentadora, las nuevas tecnologías se difundieron por el mundo más rápido que nunca; el ‘desfase de adopción’. Pero su segunda tendencia explicada por la literatura es menos positiva: existe una divergencia real en la intensidad de uso.

Aunque las nuevas tecnologías pueden llegar rápidamente a todos los países, incluyendo Colombia, las mayores ganancias y beneficios de la productividad van desproporcionadamente en los países que tienen una alta inversión en los factores complementarios y un ecosistema robusto de emprendimiento, ejemplo está Silicon Valley, en California, Estados Unidos, que ya están por delante. Para los países como Colombia, la pregunta es ¿Cómo asegurarse de que la tecnología digital genere un uso impactante? Conectarse a Internet es una cosa, pero ¿La gente lo usará?

Revisando la literatura internacional que habla del tema, se puede concluir que los factores que determinan si las personas pueden obtener beneficios significativos al tener acceso a las tecnologías son los niveles de educación, estos son los que hacen que las personas utilicen la tecnología de manera apropiada o productiva, incluso después de variables como género, la edad, los ingresos y la geografía como se concluye en los diferentes papers. Si bien casi todos en el mundo ha hecho una llamada telefónica, aparece una brecha cuando se observa un uso más sofisticado (como la navegación por Internet o las finanzas digitales) entre quienes han progresado más allá de la educación primaria y quienes no. El segundo mayor predictor de uso es el género. Las mujeres están excluidas de muchas oportunidades digitales, a menudo debido a normas sociales y culturales.

Resolver este problema de desarrollo inclusivo no se trata solo de abordar desafíos técnicos o el ‘último tramo’. Esta brecha en el uso se debe principalmente a barreras sociales, económicas y culturales, y es aquí donde se deben enfocar los esfuerzos para garantizar que la transformación digital sea una fuerza para el crecimiento inclusivo a través de la educación.

Incluso con un acceso más amplio, no se puede asumir que el acceso tecnológico conducirá a resultados favorables al desarrollo. De hecho, puede dejar más atrás a los países en desarrollo como Colombia. Es importante que se den las condiciones adecuadas para fomentar nuevas industrias digitales a través de ecosistemas de emprendimiento, con una fuerte inversión en los factores complementarios como sistemas digitales fundamentales. Los productos y servicios digitales no operan en el vacío y, a menudo, dependen de interconexiones e infraestructura digital “blanda” para unir productos: los microservicios como los sistemas de pago, la autenticación de identidad confiable y los sistemas de direcciones geográficas son necesarios para permitir aplicaciones desde el comercio electrónico hasta el cuidado de la salud, para tener nuevos emprendimientos en la nueva era industrial.

Para garantizar resultados de desarrollo inclusivo, también es vital poner a la población en el centro del futuro digital, asegurando que el mayor número posible pueda beneficiarse directamente y que existan mecanismos para compartir los beneficios con aquellos que inevitablemente se quedan atrás. Es imperativo revisar los argumentos en torno a la protección social. El rápido cambio tecnológico siempre ha provocado trastornos, pero las herramientas actuales también ofrecen la mejor oportunidad para suavizar esto. También es fundamental que en Colombia se establezca un régimen de gobernanza de datos. No existe un plan único, pero debe reflejar las normas y expectativas de su sociedad, al tiempo que brinda a los ciudadanos confianza y transparencia sobre cómo se recopilan y utilizan los datos, en un intento esto es habeas data.

Es importante que desde el Congreso de Colombia se legislen leyes que regulen los problemas ‘digitales’ no existen dentro de una caja ordenada; está cambiado todos los aspectos de las economías y sociedades. Los enfoques existentes de la política de competencia no funcionan cuando las plataformas monopólicas ofrecen su producto principal de forma gratuita, y los enfoques existentes sobre impuestos no funcionan cuando una mayor parte de la economía se negocia a través de mercados globales intangibles, por lo tanto, en la nueva reforma tributaria de Colombia se debe colocar un impuesto de  renta a las multinacionales tecnológicas para aumentar los ingresos de la nación, estas  empresas no se han visto afectadas por la pandemia sino que han tenido  más utilidades.

Esta reforma tributaria debe tener equidad vertical tributaria, la podemos definir como que las personas y organizaciones con diferentes niveles de capacidad de pago deben pagar diferentes impuestos. Cuanto más ingresa una organización, mayor es la cantidad de impuestos que debe pagar. Es decir, las empresas que no se han visto afectadas por la pandemia deberían pagar más impuestos y estas son las empresas tecnológicas. Esto requiere un enfoque adaptativo e iterativo: la creación de capacidades regulatorias para monitorear y aprender fácilmente en lugar de capacidades basadas en la proclamación de reglas estáticas.

Por supuesto, ningún gobierno o actor puede hacer esto solo. La experiencia pasada nos muestra que la transformación económica tiene tanto que ver con la economía política como con la tecnología. La transformación tecnológica es disruptiva por naturaleza; algunas industrias y algunas personas terminarán peor. Colombia deben trabajar hacia una visión compartida para el futuro elaborada con el aporte de la industria, la sociedad civil y otros líderes nacionales.

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