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La Inteligencia Artificial irrumpe en los Premios Óscar

La utilización de tecnologías avanzadas en la industria del cine genera debates sobre la autenticidad y el futuro de la interpretación actoral.

En la 97ª edición de los Premios Óscar, celebrada el 2 de marzo de 2025, Adrien Brody fue galardonado con el premio a Mejor Actor por su papel en “The Brutalist”. Este reconocimiento no solo destaca su talento interpretativo, sino que también marca un hito en la industria cinematográfica: es la primera vez que un actor recibe este honor con la asistencia de la Inteligencia Artificial (IA) en su actuación.

Durante la producción de “The Brutalist”, dirigida por Brady Corbet, se empleó la tecnología de Respeecher, una startup ucraniana especializada en clonación de voz mediante IA, para perfeccionar la pronunciación en húngaro de Brody y de su coprotagonista, Felicity Jones. A pesar de los esfuerzos de ambos actores por dominar el idioma, la producción decidió utilizar esta herramienta para asegurar una mayor autenticidad en los diálogos. Esta intervención ha suscitado debates sobre la integridad de las interpretaciones y el papel de la tecnología en el arte cinematográfico.

El editor de la película, Dávid Jancsó, explicó que Respeecher permitió ajustar detalles específicos de la pronunciación, logrando que las voces de los actores sonaran como la de hablantes nativos. Este proceso implicó que los actores grabaran sus líneas en húngaro, las cuales fueron posteriormente refinadas por la IA para mejorar la precisión lingüística.

La controversia se intensificó cuando se cuestionó si el uso de IA podría desvirtuar la esencia de la actuación humana. Algunos críticos argumentan que la intervención tecnológica en aspectos fundamentales de la interpretación podría restar mérito al trabajo actoral. Sin embargo, otros defienden su uso como una herramienta más en la búsqueda de la excelencia artística.

Además de “The Brutalist”, otras producciones nominadas en esta edición de los Óscar también incorporaron IA en sus procesos creativos. “Emilia Pérez”, con 13 nominaciones, utilizó Respeecher para recrear voces humanas, según reveló Cyril Holtz, mezclador de sonido de la película.

Esta tendencia refleja una creciente normalización de la IA en la industria del cine, planteando nuevas interrogantes sobre los límites éticos y creativos de su aplicación.

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas se enfrenta ahora al desafío de redefinir sus criterios de elegibilidad y evaluación. La inclusión de tecnologías avanzadas en la producción cinematográfica podría requerir una actualización de las normativas para garantizar una competencia justa y equitativa entre las producciones. Este debate se suma a las múltiples transformaciones que la industria ha experimentado en la última década, desde la irrupción de las plataformas de streaming hasta la adopción de tecnologías de realidad virtual y aumentada.

La victoria de Adrien Brody en los Óscar 2025 no solo celebra su destacada actuación en “The Brutalist”, sino que también simboliza un punto de inflexión en la relación entre tecnología y arte. Mientras la IA continúa integrándose en diversos aspectos de la producción cinematográfica, la industria deberá reflexionar sobre cómo preservar la autenticidad y la esencia humana en las obras artísticas, garantizando que la tecnología sea una aliada en la creación y no un sustituto de la creatividad innata del ser humano.

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