Ciencia y Tecnología

El núcleo interno de la Tierra estaría girando

Cambios en los tiempos de viaje de las ondas sísmicas producidas por terremotos –conocidas como fases PKIKP– y que circulan a través del núcleo interno, son indicadores de la rotación del núcleo interno terrestre.

Así lo señala el geólogo Albert Aguilar, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), al comentar un estudio reciente adelantado por investigadores de la Universidad de Illinois y publicado en la revista Earth and Planetary Science.

“Estas observaciones acerca de la rotación del núcleo interno de la Tierra a través de señales sísmicas, que nuevamente han despertado interés en todo el mundo, en realidad se remontan a 1996, cuando Xiaodong Song y Paul Richards publicaron sus descubrimientos”, señala el geólogo Aguilar, estudiante del Doctorado en Geofísica de la Universidad de Stanford.

El estudio, que ha tenido numerosas réplicas, se basa en información sísmica de terremotos repetitivos –denominados dobletes–, recopilada en diferentes latitudes del planeta.

“Los dobletes o multipletes –dos o más– son terremotos que ocurren más o menos en el mismo lugar en diferentes momentos, con mecanismos focales muy similares y cuyos sismogramas –anotación de ondas– registrados son muy similares entre sí”, explica el geofísico Aguilar.

Cuando estos dobletes o multipletes ocurren y son lo suficientemente grandes para ser registrados al otro lado del planeta, parte de los rayos pasan por el núcleo interno. En estas fases, denominadas PKIKP, hay un gran número de posibles trayectorias, y el retardo de estas evidencia la rotación del núcleo interno.

“Para un doblete es posible graficar las formas de onda de un terremoto sobre las del otro y se obtienen coincidencias en los tiempos de llegada en todas las fases, excepto por PKIKP”, resalta el geofísico Aguilar.

El retardo indicado en los sismogramas muestra que algo cambió en la estructura del núcleo interno entre la ocurrencia de un terremoto y el otro, haciendo que el tiempo de viaje del rayo PKIKP haya cambiado, mientras los demás no tienen variación, como por ejemplo las fases PKP (BC) y PKP (AB). Esta es la base de los estudios de la rotación en el núcleo interno.

Lo interesante del nuevo artículo es que revisa y comenta los mecanismos propuestos por otros científicos sobre el origen de estos cambios en el núcleo interno, detalla el geólogo.

Movimientos telúricos

Como se sabe, el movimiento de las placas tectónicas causa la geografía y permite la geología –estudio de la Tierra–; entender estas características del planeta ha tenido una historia de observación y avances que, no obstante, aún deja grandes espacios para seguir investigando.

Según Cristian Hilarión, geólogo de la UNAL y MA en Enseñanza de las Ciencias Naturales y Exactas, “desde antes del siglo XVII las observaciones que evidencian la similitud entre las estructuras montañosas de los diferentes continentes, sumadas a las evidencias paleontológicas de fósiles marinos y terrestres, han dado forma a la geología”.

Una de las grandes premisas de la disciplina es el reconocimiento de siete grandes placas en el planeta: pacífica, norteamericana, euroasiática, africana, antártica, indo-australiana y suramericana.

Las grandes fluctuaciones de estas placas han permitido entender cómo, en algún momento de la historia de la Tierra, la India divagó por los mares hasta chocar con Asia y formar grandes montañas como las del Himalaya y el Monte Everest.

Así mismo, que la placa pacífica, en constante movimiento, ha generado la fosa de las Marianas, cuya profundidad es de 11 km, y donde incluso metiendo el monte Everest sobra espacio.

Otro ejemplo son las características de la cordillera de los Andes y sus volcanes, los cuales se han formado por el choque bajo la placa que genera filtraciones profundas de agua del mar y se mete debajo de esta.

“Estudiar y entender estos fenómenos evidencia que estamos en un planeta dinámico, y es deber de la comunidad científica estar siempre preparados a sus comportamientos”, agrega el geólogo Hilarión.

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