Superdeportivos fuera de serie: los más raros y valiosos
Por Thomas Geiger (dpa)
Quienes consideren que coches de lujo como el Bentley Continental o superdeportivos al estilo del Bugatti Chiron no son lo suficientemente raros, siempre pueden recurrir a las pequeñas series de los fabricantes de automóviles.
“A menudo se basan en modelos conocidos en los que se han introducido modificaciones más o menos significativas”, señala Dietrich Hatlapa, fundador de Historic Automobile Group International (HAGI), un centro independiente de inversiones especializado en el sector de los automóviles clásicos raros.
“Cuanto más reducidas son las cantidades, más altos son los precios”, asevera el experto en finanzas.
A primera vista, se trata de una clásica situación en la que todos ganan: los propietarios pueden presumir de poseer un coche especial y los fabricantes pueden convertir sus acreditados diseños en dinero rápido y así aumentar sus beneficios. Y todo esto sin correr riesgos, ya que normalmente estos modelos ya están vendidos antes de comenzar a producirse.
Para el cliente, sin embargo, una inversión de este tipo raramente se rentabiliza a largo plazo, advierte Hatlapa, que analiza los precios de los coches de colección y de subasta en todo el mundo y elabora, para coches al estilo de Ferrari y Cía., índices similares a los que otros hacen para las acciones: “Un coche que cuesta tres veces más que el modelo básico no valdrá automáticamente tres veces más en versión de clásico o pieza de colección”. Sin embargo, la demanda parece ser grande.
Para satisfacerla, cuatro grandes marcas, en este caso todas británicas, han anunciado ya sus ediciones especiales. Para los que apuestan por la velocidad, Bentley ha anunciado su modelo Bacalar, del que solo se fabricarán doce unidades. El coche de lujo está basado en el nuevo Continental GT Cabrio, pero la carrocería ha sido modificada para convertirlo en un biplaza.
Aunque los británicos aún no dan detalles sobre el precio, probablemente no estarán satisfechos con los 228.480 euros (aproximadamente 250.000 dólares estadounidenses) que piden por el descapotable convencional, pese a que ambos coches comparten el mismo motor de doce cilindros con una potencia de 485 kW/659 CV.
Rolls-Royce, antigua marca hermana de Bentley, presentó su Dawn Silver Bullet Collection, una edición exclusiva para coleccionistas basada en su descapotable Dawn. También en este caso desaparece el asiento trasero bajo una cubierta especial. Sin dar mayores detalles, el fabricante ha confirmado que su precio también será superior a los 350.000 euros del modelo básico.
No tan raras, pero más veloces son las últimas pequeñas series de Aston Martin y McLaren. Aston Martin, la marca que acompañó a James Bond en gran parte de sus aventuras, está construyendo actualmente 88 unidades de un V12 Speedster, que, con 515 kW/700 CV, alcanza una velocidad máxima de más de 300 km/h.
McLaren, por su parte, presenta el Elva, limitado a 399 unidades y con un precio de venta de 1,7 millones de euros. Conducir al aire libre adquiere con el Elva un nuevo significado: el nuevo de McLaren ofrece una potencia de 599 kW/818 CV y una velocidad máxima de más de 320 km/h, pero sin capota ni parabrisas. En su lugar va equipado con un sistema que canaliza el aire que entra por el frontal y lo desvía hacia arriba dejándolo salir a gran velocidad por el capó y creando así una especie de parabrisas de viento.
Esta radical idea no es nueva. Ferrari, su eterno rival en la Fórmula 1, ya había presentado, antes que los británicos, los Monza SP1 y SP2, ambos equipados con el mismo sistema. Derivados del 812 y disponibles con uno o dos asientos, estos coches deportivos V12 con 596 kW/810 CV solo están disponibles sin techo y sin ventanillas.
Ferrari no menciona ni cantidades ni precios, pero cuando los italianos se dirigen a “clientes y coleccionistas apasionados”, las ediciones suelen ser pequeñas y las facturas abultadas.
Una docena de Bentley, 50 Rolls-Royce, 88 Aston Martin o 399 McLaren: para el cliente de Bugatti que ha encargado el único ejemplar de La Voiture Noire, estas cantidades son exorbitantes.
Tras los dos años que lleva su producción, el espectacular automóvil saldrá de fábrica con el mismo motor W16 de 1103 kW/1500 CV del Bugatti Chiron actual, pero por lo demás es una pieza única que ha sido sometida a una transformación radical. El escandaloso precio del modelo, 16 millones de euros (aproximadamente 18 millones de dólares estadounidenses), hace que el coche más raro del mundo sea también el más caro.
Otra reinterpretación de la marca, el Bugatti Centodieci, parece a su lado de lo más común. Esta conversión, también basada en el Chiron, se limita a diez unidades y el precio indicado por el fabricante es de modestos ocho millones de euros. A modo de comparación: el Bugatti Chiron, diseñado para una producción de 500 unidades, se cotiza en la lista de HAGI por poco menos de tres millones de euros.