El riesgo de la pobreza
La Economía Nacional tiene un problema en lo que es atribuir la condición de “pobre” a parte de sus ciudadanos. Se puede usar para reconocer a los habitantes que tengan por lo menos una de las tres incapacidades siguientes: por debajo de cierto nivel de ingresos; una situación de privación de acceso a ciertos elementos; y una tasa de actividad regular remunerada muy baja.
Los economistas buscando establecer un campo de estudio de la pobreza, sobre todo a efectos de medir su evolución, han establecido dos posibles tipos de pobreza: absoluta y relativa. Consideran como pobreza absoluta, como la imposibilidad de obtener ingresos que permitan cubrir las necesidades básicas para sobrevivir, como son: comida, atención educativa para niños, ropa y techo. Estos conceptos permitan establecer un mínimo de ingreso para tratar de conseguirlo. Sería lo que se denomina “el umbral de pobreza”.
Mientras que la pobreza relativa sería la que no permite generar un cierto nivel “mínimo” de ingresos, para atender razonablemente la atención de algunas de necesidades básicas citadas. Pero no todas. Por ejemplo: alcanzará para cubrir, comida. Pero no techo y educación para los niños Lo que es grave… El origen multidimensional como causa de la pobreza, hace que sea difícil establecer cuál es el monto de atención.
El problema se da por ¿cómo calcular la pobreza? Se usa el método de la “línea de pobreza” (LP), que consiste en: establecer, el monto que tiene la capacidad de satisfacer -regularmente- el conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias -abrigo especialmente-, consideradas esenciales (Canasta Básica Total).
Otro concepto de medición es el de “línea de indigencia” (LI). Procura establecer si los hogares cuentan como para cubrir una canasta de alimentación (CBA) capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.
Las organizaciones internacionales, se ocupan de estos temas y buscan favorecer a los países, para tratar de solucionar los problemas referidos de la pobreza. Grupos religiosos tratan de mejorar la situación de las personas afectadas por pobreza. Pero para el tratamiento del tema se olvidan que los “carenciados” son producto de una sociedad, en la que pocos son capaces de comprender a los seres humanos “pobres”. La Economía y sus cultores, a veces, olvidan que cada ser debe ser distinto a lo largo de una vida: hijo(a), madre (padre), etc. Las Gobiernos, evaden el tema de la pobreza, o peor aún, se adjudican mejoras, que no tienen mucho asidero en su cálculo
Algunas concepciones consideran que, la mejor forma de solucionar este tema, es asegurar lo que denominan una “Renta Universal” a todo ciudadano, para atender esas necesidades básicas.
El imperdonable error de la sociedad es: olvidarse que existen sus niños pobres.