La columna de AlfredoOpinón

América Latina Económica= Empresas+Gobierno+Inestabilidad

Las Políticas económicas del Mundo, a lo largo de estos últimos 50 años han evolucionado bajo distintos postulados, producto de resultados buscados, pero no siempre alcanzados, con lo que generaron inestabilidades. Estados Unidos, impulsó, con Reagan, en los 80, lo que se denominó “la economía de la oferta” y que se mantienen ciertos aspectos hasta nuestros días. Disminución de los impuestos a los más ricos, para que éstos, con sus excedentes acrecentados, crearan más puestos de trabajo y se mejorará como consecuencia la situación de toda la población. Ese esquema llegó hasta muchos países, incluyendo algunos de América Latina. Técnicos de la economía, lo reconocieron como el ¿necesario? “efecto derrame”, para mejorar sus economías.

Alfredo Oliveros. Egresado como Contador Público de: Universidad de la Rep. del Uruguay y Universidad de Buenos Aires (Argentina). Master en Economía Internacional de la Universidad de Belgrano (Argentina). Docente en Economía en distintas Universidades de América Latina. Contratado como asesor por distintos Gobiernos de América y asesor de distintos programas del BID (Banco Interamericano de Desarrollo)

Pero también, por esos años, surgió una importante alza en las tasas de interés. Muchos de los países en desarrollo, de América Latina, habían acrecentado su demanda de préstamos. Los mayores intereses, unidos al alza del precio del petróleo, significó lo que se denominó  “crisis de la deuda del Tercer Mundo”. Viéndose obligados a solicitar más ayuda al FMI y al Banco Mundial, para enfrentar una fuerte crisis económica. Dichas entidades, le impusieron a los demandantes, el PAE (Programa de Ajuste Estructural). Recomendando disminuir el papel del Estado en la economía: reduciendo sus presupuestos, privatizando las empresas públicas y disminuyendo las regulaciones, especialmente aquellas que afectaban el comercio internacional. Los resultados fueron decepcionantes. A pesar de haber aplicado reformas “estructurales” necesarias, la mayoría de los países sufrieron, en las décadas de 1980 y 1990 una profunda ralentización en su crecimiento.

Hoy, para América Latina, se han mantenido muchas de las reformas, pero introduciéndolas bajo otras consideraciones. Por ejemplo, sobre cómo deben mejorar la problemática de la pobreza. Aunque estableciendo ciertos resultados para alcanzar. Pero por -ejemplo-como objetivos del “Milenio”. Así, sucesivamente, se han prorrogado los periodos, para lograr los efectos buscados. Pero, la problemática persiste…

Asimismo, a mediados de los 90 se inicia un “maquillaje” institucional. Como por ejemplo el acuerdo para la transformación del GATT en la OMC (Organización Mundial de Comercio), con un ámbito de actividad más amplio, ya que, entre otros, además del comercio, incluyó los derechos de propiedad intelectual  (marcas y patentes) y los servicios.

América Latina, en estos años recientes,  ha tratado de desarrollarse, en ambientes mundiales de total inestabilidad, pero sin alcanzar plenamente metas que aseguren un futuro más promisorio. Schneider indica siete componentes en las economías latinoamericana que contribuyen a provocar la inestabilidad en el manejo de la gestión pública y la privada. Que son: Deuda externa; Desequilibrios externos; PBI e Ingreso per cápita;  Inflación y tipo de cambio; Déficit fiscal; Corrupción y violencia social y política; y Catástrofes naturales.

El futuro del Mundo Económico de América Latina, sigue lleno de incertidumbres.

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