Mujeres de Senegal encuentran en energía limpia una aliada para empoderarse
Por Neena Bhandari
– Aïssata Ba, viuda de 45 años y madre de siete hijos, dedicada a la horticultura y la floricultura durante los últimos 30 años en la aldea de Lompoul Sur Mer, en el área de Niayes, en el noroeste de Senegal. Para muchas mujeres en la aldea, provistas de suelo fértil y un clima favorable, es la principal fuente de ingresos durante todo el año.
Pero la falta de infraestructura, de acceso a la energía sostenible, de apoyo financiero y del equipo y el conocimiento de las prácticas modernas hacen que sea un sacrificio para estas mujeres dedicadas a la producción a pequeña escala de frutas, verduras, flores y cultivos comerciales, que se venden directamente a los consumidores.
Aïssata tuvo que preparar manualmente los semilleros, eliminar las malas hierbas e irrigar su parcela de 0,15 hectáreas sacando agua del pozo, un cubo a la vez, con la ayuda de sus dos hijos de 17 y 23 años.
“Fue físicamente agotador y nos llevó mucho tiempo. Limitó nuestra capacidad de producción”, comentó Aïssata a IPS a través de Mariama Traore, oficial de Género y Defensa de Energy 4 Impact (E4I) y colíder de la Campaña Deliver for Good Senegal, impulsada por la organización de defensa global Women Deliver.
Energy 4 Impact, una organización sin fines de lucro que trabaja con empresas locales para extender el acceso a la energía en África, y Siggil Jigeen, otra oenegé que promueve y protege los derechos de las mujeres en Senegal, están dirigiendo la Campaña Deliver for Good Senegal para invertir en niñas y mujeres a fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en 2030.
Las prioridades de la campaña, una coalición de representantes locales de organizaciones de la sociedad civil, líderes gubernamentales, agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el sector privado, incluyen aumentar el acceso de las mujeres a los recursos de energía limpia y renovable.
En 2018, solo 42,3 % de los hogares en las zonas rurales tenía acceso a la electricidad, según el documento sobre políticas del sector energético 2019-2023 del Ministerio de Energía de Senegal.
Actualmente, la mayoría de los hogares rurales, instituciones y pequeñas empresas en Senegal dependen de fuentes de energía peligrosas, tradicionales e ineficientes, como la madera, para la iluminación, la cocina y otras necesidades de energía.
«Esta baja disponibilidad, adopción y uso de electrodomésticos que mejoran el bienestar, especialmente en comunidades pobres y rurales, impacta específicamente en el tiempo que las mujeres pasan en la pobreza y el trabajo pesado de las actividades intensivas de mano de obra», señaló Traore a IPS.
Agregó que «la situación de pago remunerado y no remunerado de las mujeres y las relaciones de poder, las normas sociales de género relacionadas con la propiedad de la tierra y los activos y los ingresos independientes, influyen considerablemente en su capacidad e incentivo para acceder a los servicios y electrodomésticos modernos de energía».
Aïssata es una de las mujeres rurales seleccionadas por Energy 4 Impact para participar en un programa de empoderamiento económico que brinda a mujeres empresarias involucradas en la actividad agrícola y la producción de lácteos y a propietarios de tiendas acceso a tecnologías de energía renovable, como bombas de energía solar, congeladores, sistemas solares y equipos para secar, moler y procesar cultivos.
Desde la instalación de la bomba solar, la producción de Aïssata aumentó de 900 a 1428 kilos de vegetales y su volumen de negocio semestral se incrementó de 350 a 617 dólares.
“No solo ha mejorado mi productividad e ingresos, sino también nuestras condiciones de vida. También recibí conocimientos técnicos para evaluar la rentabilidad de los cultivos, apoyo para acceder a financiamiento para la bomba y aprender habilidades empresariales modernas”, señaló.
“El año pasado, mi cultivo de cebolla fue el primero en llegar al mercado, lo que me dio una ventaja competitiva para venderlo a un precio superior. Desde entonces, he tenido un buen ciclo de cultivos: tomates y coles, nabos y semillas de cebolla. Esta transformación fenomenal en tan poco tiempo me ha inspirado a invertir en más tierra e instalar un sistema de rociadores solares en el futuro”, agregó Aïssata.
El acceso limitado a la energía ha estado impidiendo el desarrollo socioeconómico del país. La campaña garantiza que las mujeres sean reconocidas localmente como actores clave dentro del sector energético.
A principios de este año, Assy Ba, de 43 años, recibió un préstamo para comprar un congelador solar para su restaurante en el pequeño pueblo de Manda, en la región de Tambacounda, al sureste de Dakar, la capital.
Esto le permitió vender productos de comida fría en su aldea sin depender de la red eléctrica. Su restaurante tenía un flujo constante de clientes que se detenían para tomar un refrigerio, ya que Manda se encuentra en el cruce de dos rutas principales que conducen a la parte sur de Senegal que limita con Gambia y Guinea-Bissau. Ella también tenía clientes habituales de los grandes mercados semanales.
“Mi facturación mensual aumentó a alrededor de 400 dólares, de solo 60 o 65 dólares, y también pude ahorrar al tener menos desperdicio de alimentos”, dijo.
La covid se interpone en el camino
Eso sucedía hasta que las medidas para afrontar la pandemia de covid-19 impusieron el aislamiento y el transporte por carretera se limitó a sectores esenciales.
“Estoy consumiendo mis ahorros. Mi esposo es demasiado mayor para trabajar. Todos los días, me preocupa alimentar a nuestros ocho hijos y pagar el préstamo comercial», comentó Assy a IPS a través de Traore.
Energy 4 Impact estudió el impacto de la covid en 20 mujeres emprendedoras a las que apoya:
- Un 95 % dijo que estaban muy preocupadas por su futuro financiero y el futuro de sus negocios y cómo eso afectará el acceso a los alimentos y la salud.
- Y 70 % manifestó que su negocio se vio fuertemente afectado, principalmente por la pérdida de clientes y el suministro de materias primas, y que tuvieron dificultades para pagar su préstamo.
«Creemos que es fundamental, ahora más que nunca, centrarse en ampliar el acceso a la energía para impulsar las actividades económicas, ya que esto tiene un impacto muy tangible en el bienestar y las oportunidades de las mujeres», dijo a IPS el director de Energy 4 Impact en África Occidental, Mathieu Dalle.
Senegal es de hecho un país donde las mujeres representa 50 % de la población de 15 millones, en la que 47 % vive por debajo de umbral de pobreza y la mitad sufre inseguridad alimentaria, según la Agencia Nacional de Estadística y Demografía.
Para las mujeres rurales, involucradas en la agricultura, la seguridad alimentaria es un desafío importante y esa es la razón por la que necesitan fuentes de energía sostenibles para mejorar e incrementar la producción, la preservación y el procesamiento de alimentos, explican los participantes el en proyecto energético.
Con el apoyo financiero de ENERGIA, una red internacional sobre género y energía sostenible, y otros socios para el desarrollo, el proyecto Foyré Rewbé2 – Empowering Women, Engendering Energy de Energy 4 Impact ayuda a las mujeres con energía solar.
En su sexta fase (abril de 2019 a marzo de 2022), el proyecto tiene como objetivo aumentar el número de mujeres empresarias rurales, involucradas en la agricultura de cereales y maní, pesca y acuicultura, producción ganadera, industria ligera y procesamiento agrícola, comercio y servicios, en los usos productivos de energía de carácter sostenible.
«Somos partidarios de que parte de los ingresos del petróleo y el gas deberían financiar el desarrollo de energías renovables, especialmente para las actividades generadoras de ingresos de las mujeres», dijo Traore a IPS.
Los recursos solares en Senegal se caracterizan por 3000 horas de sol al año y una irradiación solar promedio diaria total de 5,8 kWh/ m2/día. Estos recursos se han aprovechado a través de sistemas solares fotovoltaicos y térmicos.
El trabajo de promoción de la campaña ha llevado a que el género se integre en las políticas y programas energéticos nacionales.
«Las mujeres son el corazón de la sociedad y cualquier progreso solo es posible a través de su participación», sostuvo Fatou Thiam Sow, coordinador de género y de estudios y unidad de planificación del senegalés Ministerio de Energía.
El empoderamiento de las mujeres, incluido el empoderamiento económico a través de la expansión de las energías renovables, debe ser el núcleo de la reducción de las emisiones de carbono y la construcción de sociedades resistentes al clima.
Desde que comenzó la campaña Deliver for Good Senegal, muchas organizaciones de mujeres son más conscientes de sus derechos y defienden el de tener acceso a la energía limpia y sostenible para sus usos domésticos y productivos.
La covid ha impactado significativamente en los negocios dirigidos por mujeres en África.
“Las mujeres están representadas desproporcionadamente en la mayoría de los sectores económicos afectados por la pandemia. Asegurar que los paquetes de estímulo y las políticas posteriores a covid-19 consideren el género será fundamental para que las empresarias africanas vuelvan a ponerse de pie”, dijo a IPS Esther Dassanou, coordinadora del programa de Acción Financiera Afirmativa para Mujeres en África.
T: MLM