Michelle Bachelet: ‘Myanmar se enfrenta a la posibilidad de un fracaso estatal y una guerra civil’
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reporta cerca de 900 muertos y 200.000 personas obligadas a huir de sus hogares como resultado del golpe de Estado del 1 de febrero.
Por: Peter Kenny / Anadolu
El golpe de Estado ocurrido en Myanmar en febrero ha pasado de ser una crisis política a una catástrofe multidimensional de derechos humanos, lo que aumenta la posibilidad de un fracaso estatal o una guerra civil más amplia, dijo este martes 6 de julio Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
“Lo que comenzó como un golpe de Estado por parte del Ejército de Myanmar se ha transformado rápidamente en un ataque contra la población civil que se ha vuelto cada vez más generalizado y sistemático”, aseguró Bachelet.
En una actualización oral ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra sobre el país asiático, Bachelet reportó que casi 900 personas han muerto y unas 200.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a violentas incursiones militares en barrios y aldeas.
“Esta crisis ha agravado el ya desastroso impacto del COVID-19 en una economía que dependía de las remesas, la industria de la confección y otros sectores destrozados por la recesión mundial”, aseguró Bachelet.
La Alta Comisionada afirmó que el Programa Mundial de Alimentos estima que más de seis millones de personas tienen una gran necesidad de ayuda alimentaria y el Programa de Desarrollo de la ONU pronostica que casi la mitad de la población podría verse forzada a la pobreza a principios de 2022.
“Se ha abierto un vacío para que florezcan las formas más dañinas y criminales de economía ilícita”, dijo la chilena.
Bachelet confirmó que una huelga general en todo el país y el despido generalizado de funcionarios públicos, incluidos educadores y personal médico, han bloqueado muchos servicios esenciales de Myanmar.
Desde el 1 de febrero, al menos 240 ataques a instalaciones de atención médica, personal médico, ambulancias y pacientes han reducido gravemente la capacidad para hacer pruebas, el tratamiento y la vacunación de la COVID-19.
El 1 de febrero, el Ejército de Myanmar derrocó al presidente Win Myint y a la consejera de Estado Aung San Suu Kyi, deteniéndolos junto con otros miembros de alto rango del partido gobernante Liga Nacional por la Democracia antes del golpe, citando “fraude electoral”. Las afirmaciones han sido rechazadas por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.