Los rebeldes hutíes de Yemen rechazaron alto el fuego propuesto por Arabia Saudita
Los rebeldes hutíes de Yemen rechazaron hoy la propuesta realizada por Arabia Saudita de un alto el fuego en el conflicto de seis años que vive el país más pobre del mundo árabe, porque no contiene “nada nuevo”, e insistieron en que primero se levante el bloqueo aéreo y marítimo del que son objeto.
“Arabia Saudita debe declarar el fin de la agresión y levantar el bloqueo por completo, ya que presentar ideas que se han discutido durante más de un año no es nada nuevo”, dijo el portavoz hutí Mohamed Abdelsalam, según la televisora rebelde Al Masirah.
Sin embargo, hacia la noche Estados Unidos saludó el compromiso de Arabia Saudita y el gobierno yemení sobre un alto el fuego en Yemen, según dijo a la prensa la vocera del Departamento de Estado, Jalina Porter.
“Estados Unidos celebra el compromiso del gobierno de Arabia Saudita y la República de Yemen con un alto el fuego y un proceso político en Yemen”, expresó Porter durante una sesión informativa diaria.
La portavoz instó a todas las partes a “comprometerse seriamente con un alto el fuego de inmediato y participar en negociaciones bajo los auspicios de la ONU”, citó la agencia de noticias Sputnik.
El plan saudita tuvo lugar después de que los rebeldes hutíes de Yemen intensificaran una campaña de ataques con aviones no tripulados y misiles contra los sitios petroleros del reino, que sacudieron brevemente los precios mundiales.
También se produce cuando Riad intenta mejorar su imagen con Estados Unidos bajo el mandato del presidente Joe Biden quien, desde que asumió el cargo, no solo revocó la decisión de su antecesor Donald Trump de nombrar a los hutíes como una organización terrorista extranjera, sino que puso fin al apoyo de Washington a los sauditas en la guerra.
Arabia Saudita propuso la reapertura del aeropuerto de Sanna, la capital yemení, y se ofreció a reanudar las negociaciones políticas entre el Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen al que respalda Riad y los hutíes, a la espera de que ambas partes aceptaran el plan de alto el fuego.
Sin embargo, aunque el primero elogió la iniciativa saudita, los últimos la rechazaron.
El pasado viernes, el líder hutí Mohammed Ali al-Houthi propuso un alto el fuego en todo el país supeditado a dos demandas de larga data.
La primera, que Riad reabra el aeropuerto de Sanaa a vuelos comerciales, un enlace vital para Yemen con el mundo exterior que no tuvo vuelos comerciales regulares desde 2015.
El segundo, que levante las restricciones sobre impuestos, aduanas y otros aranceles generados por el puerto de Hodeida, que maneja la mayoría de las importaciones del país, mientras que la importación de petróleo se depositaría en una cuenta conjunta del Banco Central de Yemen.
Si bien Arabia Saudita hizo dos concesiones a los hutíes, no ofreció todo lo que los rebeldes querían.
“No hay nada nuevo en la iniciativa saudí”, dijo otro alto funcionario hutí. “Primero, el aeropuerto y el puerto deben abrirse”, reafirmó.
Una coalición liderada por Arabia Saudita entró en la guerra de Yemen en marzo de 2015 cuando los hutíes amenazaron con tomar la ciudad portuaria de Adén, en Yemen, e invadir por completo el Gobierno del país reconocido internacionalmente.
Los sauditas prometieron que la ofensiva, una creación del príncipe heredero Mohammed bin Salman, terminaría en poco tiempo.
Seis años después, la lucha continúa.
La participación de Arabia Saudita en la guerra mató a civiles y generó embargos que exacerbaron el hambre en una nación al borde de la hambruna.
Ayer mismo, la coalición liderada por Arabia Saudita lanzó ataques aéreos contra la capital yemení y según una misión de las Naciones Unidas, otro supuesto ataque aéreo golpeó a una empresa de producción de alimentos en Hodeida.
La guerra dejó hasta el momento un saldo de 130.000 muertos, incluidos más de 13.000 civiles asesinados en ataques selectivos, según el Proyecto Armed Conflict Location & Event.
Decenas de miles de niños murieron de hambre y enfermedades.
La semana pasada, el Enviado Especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths advirtió que “la guerra ha vuelto con toda su fuerza”.