La violencia de las bandas y los desplazamientos masivos asolan Haití
Por Oritro Karim
NACIONES UNIDAS – En medio de los continuos disturbios civiles en Haití debido a la violencia de las pandillas, los niveles de desplazamiento interno se han disparado.
Los desplazamientos internos masivos en Haití han provocado una serie de consecuencias adversas. Entre ellas, la interrupción de la escolarización, el aumento de los niveles de violencia y explotación, y el acceso limitado a servicios esenciales como la atención sanitaria.
La tercera semana de septiembre, los enfrentamientos en los barrios de Cité Soleil y Delmas, en el área metropolitana de Puerto Príncipe, provocaron el desplazamiento de más de 2000 personas en dos días.
Actualmente, hay más de 170 000 desplazados solo en Puerto Príncipe, y más de 300 000 en todo el país de 11,4 millones de habitantes que se ubica en el oeste de la isla caribeña Hispaniola.
El 11 de septiembre, los enfrentamientos armados en Puerto Príncipe obligaron a más de 103 000 niños a huir a los refugios para desplazados del Gran Sur.
Esta afluencia de refugiados ha supuesto una importante presión para las comunidades locales y los refugios, que luchan por proporcionar recursos a los necesitados.
Además, el sistema educativo se ha visto gravemente comprometido, y Haití ha sido testigo del cierre de cientos de escuelas.
«La llegada de 103 000 niños desplazados en edad escolar al Gran Sur ha causado una grave presión sobre los servicios educativos, mientras que en todo el país se han cerrado cerca de 919 escuelas en las regiones del Oeste y Artibonite», detalló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La organización añadió que «aproximadamente 156. 00 estudiantes se han visto afectados, y muchos niños han perdido una parte sustancial de su año académico debido a estos cierres y a la violencia en curso».
La violencia de las bandas armadas y los desplazamientos masivos también han provocado la disminución de la eficacia de varios servicios esenciales.
En concreto, los sistemas sanitarios han sufrido pérdidas significativas. Aproximadamente 40 % de todos los centros sanitarios de Puerto Príncipe han cerrado.
Reginald Fils-Aimé, director de planificación estratégica de la organización no gubernamental Zanmi Lasante, con sede en Haití, dijo a los medios que la persistente violencia de las bandas impide el transporte tanto del personal sanitario como de los pacientes.
Los medicamentos no pueden transportarse por miedo a la violencia, detalló.
Nadesha Mijoba, directora nacional de la Fundación Haitiana para la Salud (HHF), añade que «los pacientes recorren distancias cada vez más largas en busca de servicios sanitarios, a menudo con un riesgo muy alto de sufrir violencia, secuestros, violaciones e incluso ser asesinados».
Además, el acceso a los alimentos se ha visto gravemente limitado como consecuencia del conflicto y los desplazamientos., mientras la violencia y la fuerte demanda han puesto a prueba al sector agrícola.
El Programa Mundial de Alimentos afirma que las tierras de cultivo del valle de Arbonite, también conocido como el «granero» de Haití, han sido tomadas por bandas, lo que ha provocado el robo de cosechas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha advertido que, desde febrero, la escalada de violencia y los desplazamientos han reducido significativamente la producción agrícola y perturbado los mercados.
Esto ha dejado a la mitad de la población, aproximadamente cinco millones de personas, padeciendo hambre aguda.
El grave hacinamiento en los campos de desplazados improvisados ha agravado la crisis sanitaria en Haití.
Estos campamentos son caldo de cultivo para la propagación de enfermedades debido a las condiciones de vida antihigiénicas, así como a la gran cantidad de personas que están en estrecho contacto.
La Unicef afirmó que la falta de acceso al agua potable y a un saneamiento adecuado ha provocado la propagación del cólera.
Healing Waters International, una organización sin ánimo de lucro que se dedica a llevar agua potable a las comunidades empobrecidas, añade que el agua contaminada y la deshidratación suelen provocar la contracción de enfermedades mortales transmitidas por el agua, como la fiebre tifoidea y la diarrea.
La violencia de las bandas y los elevados niveles de desplazamiento también han dado paso a los abusos y la explotación.
El Servicio de Derechos Humanos de la Oficina Integrada de la ONU en Haití ha observado niveles de reclutamiento forzoso de niños desplazados, así como el uso de la violencia sexual por parte de las bandas, incluidas violaciones y mutilaciones, dirigidas a niñas y mujeres.
Los secuestros, asesinatos y agresiones físicas también se han disparado durante la duración de este conflicto.
T: MF / ED: EG