Ciudad PensanteOpinón

La moral de nuestros “honorables” concejales

Durante esta semana, se han llevado a cabo dos sesiones en el Concejo de Cartagena sobre la realización de la Latin America Adult Business Expo 2022. Nuestros “honorables” concejales manifestaron indignación y gran preocupación porque, según ellos, este congreso podría causar un grave perjuicio a la ciudad.

Durante las dos sesiones, los concejales pronunciaron frases como: “El mensaje que se sigue enviando es que Cartagena es una ciudad inmoral y sin valores“. O también: “Estos eventos son una puerta para que nuestros jóvenes vean esta industria como una salida económica, lo que va en contra del rescate de los valores familiares que se están perdiendo“.

Otros concejales afirmaron que el congreso provocaría un aumento de la pornografía infantil en la ciudad e incentivaría el turismo sexual de menores. Se mostraron sumamente preocupados. Las caras de angustia que hicieron mientras exponían sus argumentos merecen un India Catalina. Tienen futuro como actores.

Me pregunto: ¿Qué han hecho los concejales de Cartagena contra la pornografía infantil en la ciudad? ¿Qué han hecho para contrarrestar el turismo sexual con menores? ¿Sesiones de debate? ¿Cuántas? ¿Proposiciones? ¿Sesiones de control político? ¿Acuerdos? Sería bueno que le mostraran a la ciudad qué han hecho realmente frente a todos estos temas. ¿Cuáles son las acciones contundentes que ha tomado el concejo (dentro de sus competencias) para evitar y atacar el turismo sexual con menores o la pornografía infantil?

Cartagena de Indias hoy es un chiste de ciudad. Los organizadores del congreso tuvieron que ir al concejo a explicarle a nuestros “brillantes” concejales de qué trata el congreso y por qué no va a destruir la moralidad de la ciudad.

Somos una ciudad arcaica, medieval y troglodita. Casi inquisidora. Y, además, una ironía de ciudad, cargada de cinismo. Un Concejo Distrital cuestionado hasta los tuétanos, lleno de escándalos y corrupción, que se “preocupa” por la moral de la ciudad debido a un evento para adultos, pero no se preocupa por la inmoralidad y falta de ética de su propia corporación y sus miembros. En eso sí, shhh, calladitos.

La ciudad se desmorona, se cae a pedazos en todos los aspectos. Los ancianos no tienen sus raciones diarias de comida en los centros de la tercera edad. La alimentación en la cárcel de mujeres no está llegando de manera apropiada. La ciudad está siendo devorada por la inseguridad: sicariato, cobro de vacunas a vendedores informales, riñas, intolerancia, se ha disparado la venta de drogas, robos… Y no hay alimentación escolar (PAE) para los niños más vulnerables. El PAE no ha tenido continuidad: más de tres meses los niños sin comida.

Pero a los concejales de Cartagena les parece ético “debatir” durante dos días sobre la inmoralidad de un congreso sobre la industria pornográfica en la ciudad.

A 116.000 niños vulnerables se les niega la posibilidad de una comida completa, quizás la única que tendrán en el día, porque en Cartagena el 70% de los ciudadanos come menos de tres veces al día. 229 hogares cartageneros comen menos de una comida diaria; 18.358 hogares residentes en Cartagena comen una vez al día, lo que, asumiendo que un hogar está compuesto por cuatro personas, afecta a 73.432 personas. Y 148.739 hogares cartageneros comen dos veces al día, lo que implica que 594.956 cartageneros apenas se alimentan lo necesario. Los niños que reciben el PAE pertenecen a estos hogares, que apenas comen dos o menos veces al día. Son 116.000 niños que no reciben la alimentación escolar.

¿Por qué diablos no existe una moción de censura para los funcionarios responsables del PAE? ¿Por qué no han tomado acciones contundentes y pertinentes como concejo para exigir y lograr que los ancianos reciban sus raciones de comida?

Pero, eso sí, tienen tiempo para perder dos sesiones “indignados” por la inmoralidad de un congreso sobre pornografía.

¿Los concejales han hablado sobre los problemas con el PAE, la comida de los ancianos, la inseguridad? Sí, claro, han hecho varias sesiones sobre esos temas. Pero el asunto es que NO PASA NADA.

Se dedican a vociferar, a montar un show digno de un Óscar, indignados porque la alcaldía no cumple: “pobres nuestros niños”,hay demasiados muertos en la ciudad“. Exponen diapositivas, dan cifras, lanzan superdiscursos, se toman fotos y videos en acción, los suben a redes sociales, y ya, fin de la historia. No existen, por parte del concejo, acciones contundentes para lograr que los niños reciban la alimentación en los colegios o que mejore la seguridad de la ciudad. Por eso los cartageneros dicen que el concejo no sirve para nada. A veces muchos ciudadanos no entienden cuál es el objetivo del Concejo de Cartagena.

El Concejo de Cartagena está lleno de dinosaurios: políticos obsoletos, mediocres, inoperantes, corruptos, que lo único que buscan es figurar. Son flojos, algunos hasta brutos. Cuando se les escucha hablar, uno se pregunta: ¿qué hace una persona con tan bajo coeficiente intelectual allí? Pero bueno, la corrupción permite todo.

El Concejo de Cartagena vive en el Periodo Triásico y, como dinosaurios que son, nuestros concejales se despedazan entre sí, se difaman, se devoran unos a otros en busca de poder, popularidad y porque no soportan sus propios egos. Cada tanto, algunos de ellos se pelean y se organizan en bandos cual pandilleros, cada gavilla luchando por su conveniencia. Se envidian y sabotean entre ellos. Incluso hay acusaciones de complots criminales entre compañeros.

Por supuesto, no todos los concejales son así. Hay una minoría que se cuenta con los dedos de una mano, que es diferente y que intenta hacer su trabajo. Los veo luchar contra la corriente de un río de tiranosaurios feroces y hambrientos de poder y corrupción.

Cartagena se está cayendo a pedazos, no solo porque tenemos un inepto alcalde con un gabinete de incompetentes, sino también porque el concejo está conformado, en parte, por dinosaurios salvajes, inmorales, corruptos, personas obsoletas que no deberían guiar el destino de la ciudad. No tienen ética, moral, decencia, ni las neuronas suficientes para hacerlo.

Los dinosaurios se extinguieron, el planeta cambió y esas bestias gigantes y salvajes desaparecieron de la Tierra. A veces parece que la mentalidad de Colombia está cambiando, que el pueblo está adquiriendo conciencia de la importancia de elegir bien. Espero que a Cartagena la invada esa conciencia, cordura, sensatez, ética y moral que necesitamos para elegir correctamente a quienes dirigirán los destinos de la ciudad.

Ojalá se extingan los dinosaurios del concejo. Ojalá no sigan bestias gobernando desde la Plaza de la Aduana. Ojalá Cartagena se vuelva digna. Y eso es responsabilidad de cada cartagenero y de su voto.

Mientras tanto, seguiremos con la película de bajo presupuesto que arman todos los días en las sesiones del concejo, observando el circo y los payasos que tenemos en la Plaza de la Aduana.

Posdata: no se trata de votar por candidatos que se vendan como independientes o anticorrupción, hay que votar por personas competentes, con los estudios y la experiencia necesaria para gobernar. Y, ante todo, sensatos, éticos y empáticos con su población.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *