Guerras comerciales
Hubo acontecimientos muy difundidos. En los primeros días de junio del 2018. En materia de comercio mundial y que tuvo que ver inicialmente con, la reunión del G7 (familiarmente llamado “G6 + 1”), realizado en “La Malbaie” Quebec (Canadá).Con la muy activa participación de siete potencias económicas mundiales, como lo son: Estados Unidos, Canadá, Italia, Reino Unido, Francia, Alemania y Japón.
Rusia, integró esa organización y la denominación, en esa momento, era el (G+8) , El 24 de marzo de 2014, Rusia es excluida del grupo, tras haberse anexado la península de Crimea (envuelta en una crisis política y económica, y tras las fallidas negociaciones de Ucrania con la Unión Europea), por lo cual los 7 miembros originales del grupo, reunidos en su cumbre anual en La Haya (Países Bajos), aplicaron varias sanciones económicas a Rusia y decidieron su exclusión del grupo.
El final del documento como cierre de la reunión actual en Canadá, tuvo que ver con una expresión de reconocimiento al libre comercio como clave para el desarrollo y el crecimiento del empleo los países. Trump no lo cuestionó en el momento inicial, ya que tenía que retirarse para viajar al encuentro previsto realizar con el Presidente Norcoreano. Consultado, durante el vuelo, sobre la firma del mismo, Dijo que no estaba de acuerdo con el contenido, ¡Gran sorpresa!
Si el análisis de los hechos comentados, se encara con la óptica de países posiblemente en guerra comerciales, el tema apenas comienza. Los principales socios comerciales y aliados de USA, son: Unión Europea, Canadá, México, China, etc. Pero se actúa sobre bienes y servicios e disimiles evoluciones tecnológicas. Y con plantas fabriles que para fundarlas lleva, sus años por tener que armar y/o desarmar, que insume sus años. Al igual que proveerlas de personal entrenado y tecnología apropiada.
Tras la comentada cumbre del G7 que concluyó en un fiasco, el presidente de Estados Unidos reiteró que considera gravar con un arancel de 25% a los coches importados con el fin de poner freno a los fabricantes alemanes y japoneses, acusados de desplazar a marcas estadounidenses como Cadillac (General Motors) y Lincoln (Ford). Esta decisión, que apunta a reducir los desequilibrios comerciales, podría llegar a ser negativa para los intereses estadounidenses, no sólo porque las empresas extranjeras, contra las cuales está dirigida, tienen fábricas en Estados Unidos sino también porque los grupos automotores locales se encuentran entre los mayores importadores de vehículos provenientes de Canadá y México. Máxime cuando China, el principal mercado mundial del sector, opera en la dirección opuesta, bajando el impuesto sobre los automóviles extranjeros del 25% al 15%.
Los asociados comerciales de USA están furioso, luego de la decisión de Donald Trump al imponer, en la semana anterior, derechos de aduana sobre las importaciones americana de acero y aluminio provenientes de; Canadá, de la Unión Europea y México. Se debe además, considerar los cambios de gobernantes que se están dando.