Vapor reduce contaminación y gasto de energía en producción de panela
A partir de un sistema integral que emplea vapor de agua para calentar el bagazo, el nuevo desarrollo tecnológico disminuirá hasta en un 50 % la energía requerida para el procesamiento de los jugos de caña y la obtención de panela.
BOGOTÁ D. C. — Agencia de Noticias UN-
En ese sentido, la investigación se enfocó en seguir usando el bagazo, pero con el objetivo de que la energía producto de su proceso de combustión fuera empleada en la producción de vapor.
Uno de los problemas que enfrentaba el Grupo de investigación en Mecanismos de Desarrollo Limpio y Gestión Energética, a cargo del profesor Fabio Emiro Sierra, era retirar el agua y concentrar el fluido de tal manera que se transformará en panela.
De acuerdo con el profesor Sierra, “puesto que en el sistema tradicional se quema el bagazo para que los gases hagan contacto directo con las pailas, la energía liberada –por encima de los 400 o 450 grados centígrados- contribuye al calentamiento global”.
Con el fin de que al quemarse el bagazo haga contacto con el agua, el vapor producto de este proceso es sometido a altas presiones dentro de una caldera para luego ser conducido por tuberías a unas cámaras especiales en las que se aloja el jugo de caña.
Al usar una caldera la temperatura desciende hasta los 200 grados centígrados, y puede controlarse gracias a un equipo especial que regula el tránsito del vapor.
Pese a que los estudios técnicos demuestran que debía ser suficiente el uso del bagazo, -considerado como el residuo sólido que queda después de extraer el líquido- los productores todavía acostumbran a emplear madera y hasta llantas como material combustible adicional.
Gracias a su particular diseño, las cámaras del evaporador acelerado donde se calienta el jugo de caña evitan que las burbujas formadas a lo largo del proceso hagan que el fluido se devuelva al lugar donde se introduce llevándose consigo la miel.
Según el profesor Sierra, “el jugo de caña tiene unas características especiales que lo hacen comportarse de manera distinta al agua, y lo que puede ocurrir resulta muy difícil de predecir; por eso hemos venido incrementando el declive del evaporador”.
Según la cantidad de vapor empleada y la velocidad del proceso, el líquido concentrado comienza a solidificarse permitiendo la posterior elaboración de panela líquida, granulada, pulverizada o en bloque.
Debido a que las calderas deben ser operadas por personal calificado, se recomienda que una empresa preste este tipo de servicio, de tal manera que pueda acoplarse al evaporador acelerado según los requerimientos de los productores.
Aunque tener una planta lo suficientemente grande permitiría contar con personal especializado, la experiencia ha demostrado que el sector panelero es poco receptivo a realizar este tipo de asociaciones.
Este proyecto fue desarrollado atendiendo las inquietudes de algunos ingenieros de Fedepanela, quienes promovieron la participación de la Universidad Nacional de Colombia (U. N.) en una convocatoria realizada por la Alcaldía Mayor de Bogotá, la Gobernación de Cundinamarca y el SENA para hacer parte del Corredor tecnológico 1.