Conferencia sobre migrantes venezolanos recauda ayuda millonaria
Por: Corresponsal de IPS
OTTAWA – Una conferencia internacional de donantes patrocinada por Canadá recaudó el 17 de junio aportes y compromisos por 1500 millones de dólares para auxiliar a millones de migrantes y refugiados venezolanos, y a sus comunidades de acogida en América Latina y el Caribe.
Los recursos deben financiar en 2021 el Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMRP), de 1440 millones de dólares, a cargo de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Oficina Internacional para las Migraciones (OIM) y 159 organizaciones asociadas.
Esas agencias señalan que, de los 5,4 millones de venezolanos que salieron de su país en los años previos a la pandemia, 4,6 millones son migrantes o refugiados establecidos en 17 países de la región, y al menos 3,3 millones necesitan asistencia humanitaria con urgencia.
Eduardo Stein, representante de Acnur y la OIM en el RMRP, destacó que “la pandemia covid-19 continúa devastando la región, lo cual amenaza el futuro de millones de personas refugiadas y migrantes y de sus comunidades de acogida”.
Como resultado de las medidas de confinamiento, la pérdida de medios de vida y el aumento de la pobreza, muchos de los venezolanos migrantes y refugiados dependen ahora exclusivamente de la asistencia humanitaria de emergencia para sobrevivir.
Más de 50 por ciento come solo una vez al día, 80 por ciento perdió su fuente de ingresos desde el inicio de la crisis sanitaria, y 25 por ciento de los niños se han separado de su familia durante el proceso de migración, según OIM y Acnur.
Entre las necesidades más acuciantes de esas personas se identificó a los servicios de salud, la seguridad alimentaria, agua y saneamiento, el cobijo ante el invierno en el Cono Sur y el acceso a la educación y medios para sostenerse.
Además, se han incrementado la indigencia y la violencia de género, por lo que requieren atención de salud mental y protección, de acuerdo con las agencias.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, recordó ante la conferencia que tras seis años consecutivos de contracción económica, la situación en Venezuela “sigue causando grandes estragos en las condiciones de vida y bienestar de su población, obligando a muchas personas a salir del país”.
También alertó que esos migrantes “enfrentan una creciente discriminación y xenofobia, además de que les es muy difícil acceder a algún tipo de protección institucional”, por lo que se requieren políticas que ayuden a su integración.
El año pasado, una conferencia de donantes organizada por la Unión Europea y España comprometió recursos por más de 1400 millones de dólares, pero al cierre de 2020 solo se recolectó algo menos de la mitad.
Esta vez los mayores compromisos llegaron de Estados Unidos, 407 millones de dólares; la Unión Europea, 153 millones; Canadá, 93 millones; España, 59,5 millones, y Suiza, 38 millones de dólares.
El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro rechazó y criticó la conferencia organizada por Canadá, calificándola de “farsa” e inscribiéndola en el conjunto de agresiones económicas y políticas que alega haber recibido en los últimos años de parte de gobiernos y organizaciones que lo adversan.
En una declaración, su cancillería sostuvo que la conferencia erró al no tratar las medidas económicas unilaterales o sanciones tomadas contra dirigentes o empresas del Estado venezolano por parte de Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea, y al considerar como refugiados a todas las personas migrantes de Venezuela.
El texto de agregó que Caracas “condena el cinismo de esta caricaturesca convocatoria y exige a los gobiernos y organizaciones que participan en tan evidente farsa, que cesen sus actos de agresión política, económica y comunicacional contra Venezuela”.
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