Bolsa plástica conserva humedad en recién nacidos
La bolsa corporal de polietileno ofrece un aislamiento térmico e hídrico casi absoluto a través del cual se protege al recién nacido de factores como la hipotermia, y además reduce su gasto de energía.
El profesor Luis Carlos Méndez Córdoba, miembro de Escuela de Perinatología y Neonatología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), menciona que cuando un bebé nace –sobre todo los prematuros– el rango del agua corporal puede ser de seis a nueve de sus diez partes corporales, de tal manera que la humedad es un factor clave.
La idea surgió en 2008, cuando el docente Méndez atendió a un recién nacido durante la Adaptación Neonatal Inmediata (ANI), y la única variable clínica que no se pudo controlar fue la hipotermia del paciente.
Si bien hace años este problema se ha tratado resolver con cubiertas de plástico, sus condiciones de aislamiento no resultaban óptimas y de allí surgió la idea de buscar en el quehacer integral para lograrlo.
La bolsa plástica, que es igual a la que se emplea para guardar documentos o alimentos –cuyo costo oscila entre 500 y 1.500 pesos–, se ha modificado: en uno de los extremos tiene un cierre reversible y hermético, y en el otro una abertura para introducir la cabeza del recién nacido.
“En alguna ocasión me encontraba observando el programa Cazadores de mitos, y se me ocurrió que una forma muy sencilla de hacerle la abertura para lograr que fuera centrada y semicircular, y era doblar la bolsa desde un ángulo centrado, y continuar haciendo una serie de quiebres para luego cortar el extremo logrado”, explica el profesor Méndez, además de subrayar que el cierre reversible de la bolsa deberá permitir el paso holgado del cordón umbilical.
Introducir al bebé en la bolsa requiere práctica, y la visibilidad del paciente dentro de ella se puede disminuir por la humedad contenida (sangre u orina); bastará entonces con retirar la bolsa rasgando cada uno de sus dos costados adheridos por calor y sustituirla por otra.
El estudio fue adelantado en el antiguo Instituto Materno Infantil, actual Hospital La Victoria – Sede II o Materno Infantil, y el Hospital de Engativá.