Blinken defendió el retiro de EEUU de Afganistán: “Heredamos un plazo, no un plan”
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, admitió hoy que ni “los escenarios más pesimistas” permitían pensar que el Gobierno de Afganistán caería tan rápido y los talibanes recuperarían el poder, y reivindicó el operativo de evacuación de los estadounidenses de la zona.
“Los escenarios más pesimistas no predijeron que las fuerzas gubernamentales en Kabul colapsarían mientras las fuerzas estadounidenses permanecieran. No obstante, planificamos y pusimos en práctica una amplia gama de contingencias”, remarcó Blinken.
Lo escuchaban los integrantes de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, muchos de ellos muy críticos con la gestión de Joe Biden en la región, que terminó con la salida de las tropas norteamericanas después de 20 años.
Ante los cuestionamientos de los republicanos, Bilinken afirmó que la gestión Biden “heredó un plazo, no un plan”.
Explicó el funcionario que el Gobierno estaba “fuertemente concentrado” en la seguridad de los estadounidenses y había estado “evaluando constantemente” el poder de permanencia del gobierno afgano respaldado por Occidente, “considerando múltiples escenarios”.
“La evacuación en sí misma fue un esfuerzo extraordinario, en las condiciones más difíciles imaginables, por parte de nuestros diplomáticos, militares y profesionales de inteligencia”, señaló.
Y puso de relieve que la planificación previa permitió cerrar la embajada en 48 horas, asegurar el aeropuerto y comenzar las evacuaciones en 72 horas.
Estados Unidos y sus aliados evacuaron a 124.000 personas de Afganistán, en uno de los puentes aéreos más grandes de la historia.
La Casa Blanca afirma que solo quedan unos 100 ciudadanos estadounidenses en Afganistán, que todos fueron contactados repetidamente por diplomáticos y que algunos se fueron después de la retirada, en línea con las promesas de los talibanes.
Las respuestas de Blinken fueron para los opositores republicanos que consideraron “caótica” la operación como caótica y acusaron a Biden de abandonar a los estadounidenses a su suerte.
“Este fue un desastre absoluto y de proporciones épicas”, dijo, por ejemplo, Mike McCaul, el principal republicano del comité. Y agregó: “Nunca pensé en mi vida que vería una rendición incondicional ante los talibanes”.
En febrero de 2020, el entonces presidente Donald Trump había acordado el repliegue estadounidense y el predecesor de Blinken, Mike Pompeo, se reunió con los talibanes para ultimar el pacto, que estableció condiciones para que las fuerzas estadounidenses se fueran.
Pero McCaul acusó al gobierno de Biden de ignorar a los generales y a los informes de inteligencia, lo acusó de “traicionar” a sus aliados afganos y advirtió que el gobierno de los talibanes incluye figuras buscadas por Estados Unidos, entre ellas el ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani, cuyo arresto busca Washington por acusaciones de terrorismo.
“Ahora estamos a merced del reino de terror de los talibanes”, expresó McCaul, y advirtió que impera el “oscuro velo de la ley de la sharia” mientras se restablece el trato draconiano hacia las mujeres.
Blinken admitió que los talibanes habían violado los términos del acuerdo de Trump, pero que Biden enfrentó la opción de llevar a cabo una retirada o enviar “sustancialmente más” tropas al peligro, perpetuando la guerra más larga de Estados Unidos, reportaron las agencias DPA y AFP.
“No hay ninguna evidencia de que quedarse más tiempo hubiera hecho que las fuerzas de seguridad afganas o el gobierno afgano fueran más resistentes o autosuficientes”, consideró Blinken, y evaluó: “si 20 años y cientos de miles de millones de dólares en apoyo, equipo y capacitación no fueran suficientes, ¿por qué otro año, otros cinco, otros 10?”.
A modo de defensa, el demócrata Gregory Meeks, que encabezó el comité, acusó a los republicanos de haber guardado silencio cuando Trump y Pompeo aplicaron las mismas políticas en Afganistán.
“Desvincularnos de Afganistán nunca iba a ser fácil”, dijo Meeks, que ironizó acerca de cómo sería “exactamente una retirada sin problemas de una guerra desordenada y caótica de 20 años”.