Ante un derrame cerebral, una rápida asistencia es vital
Por Sandra Arens (dpa)
El único momento que Dunja Delker nunca olvidará en su vida es cuando yacía en una ambulancia, aturdida por los mareos y el dolor, viendo como su marido sostenía a su bebé en brazos y tomaba de la mano a su hijo de cinco años frente a su casa.
“¿Cómo irá todo esto sin mí?” se preguntaba ante la repentina separación de sus hijos, un impacto más fuerte que su diagnóstico, un derrame cerebral, con solo 38 años de edad.
Ella es una de las 33.000 personas de menos de 55 años que cada año sufren un derrame cerebral en Alemania.
“Estaba completamente abrumada por el diagnóstico”, dice la periodista de Gütersloh, una ciudad del estado federado alemán de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste del país.
“No esperas vivir esto con 38”, se lamenta. Ahora tiene 43 años.
Puede afectar a cualquiera
Más del 80 por ciento de los pacientes que sufren un derrame cerebral son mayores de 60 años. Pero cualquiera puede sufrirlo, desde bebés hasta ancianos, dice el neurólogo Thomas Kloss, médico director de la Clínica Neurológica del Hospital St. Elisabeth y de la Clínica LWL de Gütersloh.
En un accidente cerebrovascular, cada minuto mueren alrededor de 1,9 millones de células nerviosas. En solo unos minutos, el daño neurológico puede ser irreversible.
Según la organización de Ayuda contra el Derrame Cerebral de Alemania, aproximadamente 270.000 germanos sufren un derrame cerebral cada año. Los fumadores y las personas con sobrepeso, hipertensión o diabetes mellitus son grupos de riesgo.
Dunja Delker no pertenecía a ninguno de ellos. Hacía deporte, no fumaba y rara vez bebía alcohol. Sin embargo, sufrió un derrame cerebral.
Comenzó con mareos y dolores de cabeza
Todo comenzó en febrero de 2015, en la mañana siguiente a Weiberfastnacht, el jueves de carnaval, día que en Renania se celebra el llamado Carnaval de las Mujeres. Se despertó con fuertes mareos, dolor de cabeza y problemas de equilibrio.
“No podía ser resaca”, dice Delker. “Bebí tres copas de champán como mucho”, asegura. Dunja Delker se encontró mal todo el día. A la mañana siguiente, no podía ni levantarse de la cama. Su marido llamó a una ambulancia, y todo se sucedió muy rápido.
Dunja Delker fue ingresada en la unidad de accidentes cerebrovasculares más cercana. Se trata de unidades especializadas en este tipo de afecciones que pueden realizar diagnósticos en pocas horas e iniciar un tratamiento de inmediato.
“Todo paciente sospechoso de sufrir un accidente cerebrovascular ingresa en una unidad de este tipo”, dice el Profesor Claus-Martin Muth, médico de urgencias y jefe de la Sección de Medicina de Urgencias de la Clínica Anestesiológica del Hospital Universitario de Ulm, en el estado de Baden-Wurttemberg, en el sur de Alemania.
Hay más de 300 instituciones certificadas para tratar los accidentes cerebrovasculares en Alemania. “Cuanto antes se inicie el tratamiento, mejor”, insiste el neurólogo Kloss.
Pero muchos pacientes no llegan a tiempo a los centros hospitalarios. “A menudo, los síntomas se identifican demasiado tarde o no son correctamente interpretados”, advierte Muth.
Para evitarlo, los legos en medicina pueden recurrir a la llamada prueba FAST in situ. Las letras representan las palabras inglesas Face, Arms, Speech, Time (Cara, Brazos, Habla, Tiempo).
“Cuando hay indicios de un derrame cerebral, a menudo parte de la cara se paraliza. Hay que pedirle a la persona afectada que sonría. Si le cuesta, es una clara señal”, explica el anestesiólogo.
También se debe pedir ayuda inmediata si la persona no puede levantar los dos brazos al mismo tiempo, igual que si el habla parece incoherente. Otros signos indicativos son mareos e inseguridad al caminar, entumecimiento y fuertes dolores de cabeza.
La remisión de los síntomas es engañosa
“Si se produce solo uno de los síntomas, hay que actuar con rapidez”, recomienda Muth. “Incluso si los síntomas remiten solos”, añade. El accidente isquémico transitorio (AIT) podría ser la causa. Los síntomas suelen desaparecer después de unos minutos u horas.
“El AIT es a menudo un presagio de un derrame cerebral y es una razón para llamar a urgencias. Incluso cuando los síntomas ya no son notorios”, según el Doctor Kloss.
Hasta que llegue la ambulancia, los presentes deben prestar los primeros auxilios. “Si la persona está consciente, debe recostarse o sentarse ligeramente elevada y no quedarse sola. Si no respira, se debe iniciar la reanimación cardiorrespiratoria inmediatamente”, aconseja el Doctor Muth.
La suerte en la desgracia
Dunja Delker esperó demasiado antes de darse cuenta de la gravedad de la situación, pero tuvo suerte a pesar de la desgracia: Aunque pasó demasiado tiempo hasta su tratamiento, apenas sufrió daños.
Cinco años después de sufrir un derrame cerebral, la periodista solo siente una sensación de hormigueo en la mitad derecha de su cuerpo cuando se esfuerza. Y tiene un ojo ligeramente más cerrado que el otro.
Actualmente, Delker recurre a grupos de ayuda, en los que se encuentra con personas que pasaron por lo mismo que ella, para recuperar la confianza en su cuerpo.
En este proceso, la organización Ayuda contra el Derrame Cerebral de Alemania tiene un protagonismo muy importante, porque apoya a grupos de autoayuda y forma a voluntarios.
dpa