La columna de AlfredoOpinón

El Ahorro Nacional y su alto valor estratégico

El Ahorro Nacional, de un País, es la suma del ahorro público y el privado, durante un periodo, por ejemplo un año. Para calcularlo se considera el valor de lo que se produce, menos el valor de lo que se destina al consumo. Si hay faltante, se deberá cubrir con un préstamo, que se pagará con los ahorros nacionales de los periodos subsiguientes. Pero si hay un excedente, por mayor producción o menor consumo se deberá tratar de manejarlo con sentido estratégico, para el futuro del sector público y privado.

Alfredo Oliveros. Egresado como Contador Público de: Universidad de la Rep. del Uruguay y Universidad de Buenos Aires (Argentina). Master en Economía Internacional de la Universidad de Belgrano (Argentina). Docente en Economía en distintas Universidades de América Latina. Contratado como asesor por distintos Gobiernos de América y asesor de distintos programas del BID (Banco Interamericano de Desarrollo)

Una posible aplicación para el manejo del excedente, puede ser para cancelar préstamos de periodos anteriores. O, se mantiene, para usarlo encarando futuros consumos, que permitan fortalecer un mejor Estado, o sea Invirtiendo. En este último caso, se pueden impulsar inversiones productivas, como pueden ser las vinculadas con: desarrollos tecnológicos, conquistas de futuros mercados, mejoramiento de sistemas productivos eficientes para generar más empleos, mejores sistemas de defensa ante los problemas medio ambientales,  etc.

Retomando el concepto inicial, del consumo, ya, que como se señaló, que una forma de generar el excedente no era solo por mayor producción, sino que también puede impulsarse por una disminución del consumo, y como  resultado una disminución del empleo, lo que termina siendo una aceleración de efecto negativo.

Pero volviendo a los aspectos del valor estratégico a considerar en el tema del Ahorro Nacional, si es necesario crear un “primer empujón” para el desarrollo, puede buscarse hacerlo mediante la toma de préstamos , para cubrir necesidades de inversión que posibiliten impulsar decisiones más eficientes, las que en su momento permitirán aumentar la producción, posibilitando el  aumento del Ahorro Nacional.

Otra de las formas de encarar el aumento del Ahorro Nacional, con fines de desarrollo, puede resultar de “transferencias” entre el Ahorro generado en el sector privado, para pasarlo al sector público. Pero cuidado con usar simultáneamente ajustes en los sistemas tributarios, para pasar recursos del sector privado al público, ya que puede transformarse en una forma de acelerar consumos no productivos (estatales) y perdidas de recursos(privados). Lo que es importante en esa aplicación es darle una prioridad en la eficiencia del  consumo, especialmente el público.

El manejo de este tema es muy amplio, pero imprescindible realizarlo y consolidarlo bajo un sistema institucional sólido. En el caso de América Latina se paga el precio de falta de formación en el manejo de las Instituciones Financieras, lo que se traduce en que algunas de las consideraciones realizadas, no se hacen por no saber reconocer adecuadamente dos factores fundamentales, costos y tiempos, para tratar de impulsar estrategias ajustadas a las necesidades nacionales.

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