Con ácaros se controlarían plagas de cebolla cabezona
Gaeolaelaps aculeifer y Parasitus bituberosus son ácaros que funcionarían como potenciales agentes de control biológico para el manejo de plagas como Thrips tabaci, también conocida como “trips de la cebolla”
El estudio de Mayerly Alejandra Castro, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), concluyó que estas especies pueden ejercer un control de plagas porque necesitan mucho alimento.
En Europa dichos organismos están registrados como potenciales depredadores de plagas como mosquitos fungosos, moscas costeras y ácaros de bulbo y de moho, entre otros.
Para el estudio se evaluaron en Thrips tabaci (Lindeman), una plaga que causa daños directos e indirectos en los cultivos, con hasta el 90 % de pérdida del rendimiento, ya que además de dañar la hoja ocasiona la disminución de la capacidad fotosintética, que provoca la muerte del bulbo y la pérdida total del cultivo.
“Los trips son una plaga que ha desarrollado resistencia a los agroquímicos, por lo que se necesitan nuevas estrategias de manejo, más amigables con el medioambiente y con los recursos naturales”, señala la magíster.
Según la Red de Información y Comunicación del Sector Agropecuario de Colombia (Agronet), en 2017 Boyacá reportó un área de 6.371,3 hectáreas, una producción de 180.129 toneladas, con una participación del 56 %, siendo este el departamento con mayor producción de cebolla cabezona en el país.
Criando ácaros
Para el estudio se escogieron siete fincas de Duitama, Tibasosa y Nobsa, en las que se tomaron cerca de 12 muestras de suelo para analizarlas en los laboratorios de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, en Tunja.
Para realizar un estudio taxonómico de los organismos y poderlos criar para luego evaluar su actividad depredadora, de cada muestra se extrajeron los ácaros mediante un equipo con embudos de Berlese.
“En la identificación de los ácaros encontramos seis especies predominantes: Gaeolaelaps aculeifer, Gaeolaelaps aff. queenslandicus, Macrocheles robustulus, Protogamasellus dioscorus, Parasitus bituberosus y Neogamasus aff. cervicornis, principalmente en Duitama”, comenta la investigadora.
Todos los ácaros examinados en el estudio se caracterizaron morfológicamente. De los seis, dos fueron criados en laboratorio; allí se evaluó la tasa de depredación y oviposición, sobre densidades de 6, 8 y 10 prepupas/pupas de T. tabaci, en condiciones aisladas.
“Aunque durante la etapa de pupa pareciera que no hay actividad, lo cierto es que los insectos son muy activos”, explica.
Estos ácaros se reportan como depredadores de diversos organismos del suelo incluyendo pupas de trips; diversos estudios en Europa y Brasil han demostrado que presentan una capacidad de depredación de entre el 50 y el 70 % de las fases edáficas de trips, en condiciones de laboratorio.
Para la investigadora, este trabajo representa un punto de partida en Boyacá para buscar e implementar ácaros para manejar diversas plagas agrícolas. Sin embargo es preciso continuar el estudio para determinar tanto su potencial en invernaderos como su adaptabilidad al cultivo y a su supervivencia.