Economía

Bioeconomía, esencial para el crecimiento de Colombia

La gran biodiversidad del país podría estimular los avances en biotecnología, el crecimiento económico y los puestos de trabajo en las zonas rurales, costeras e industriales, y contribuir a la sostenibilidad medioambiental.

Así lo explicó el doctor Rodolfo Quintero, coordinador general de Vinculación y Desarrollo Institucional de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, quien dictó una conferencia magistral en la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) por la conmemoración de los 30 años del Instituto de Biotecnología (Ibun).

Allí mencionó que las condiciones geográficas y medioambientales de Colombia son ideales para seguir avanzando en innovación en biotecnología, ya que en este campo la biodiversidad es la materia prima.

“La biotecnología es un área para crecer económicamente, por eso los europeos han denominado como bioeconomía la utilización de recursos renovables con fines industriales. Colombia sin duda tiene muy buenas condiciones para avanzar en este campo”, confirmó el doctor Quintero.

La biotecnología ha tenido grandes desarrollos en áreas como los alimentos y bebidas (55,2 %), agricultura (19 %), forestal (18 %), biotextiles (3,8 %), bioquímicos, biofarmacéuticos y bioplásticos (2,8 %), biocombustibles (0,57 %), pesca y acuacultura (0,55 %) y bioelectricidad (0,41 %).

Además, cada vez más aumentan los empleos en este sector. Datos de la Unión Europea de 2015 muestran que la biotecnología aplicada a la agricultura genera más de nueve millones de empleos; en alimentos y bebidas más de cuatro millones; y en la madera, pulpa y papel más de un millón de empleos.

Desde el Ibun, la U.N. se ha encargado de avanzar en esos campos, con el desarrollo de productos con valor agregado que ya forman parte de la industria, lo cual ha sido posible gracias a tres décadas de investigación en líneas de biotecnología agrícola, biotecnología en salud, bioinformática, bioprocesos y bioprospección.

Con un mayor desarrollo en este campo se reduciría la dependencia de los recursos no renovables, disminuirían las emisiones de carbono y los bioproductos, y la bioenergía contribuiría al crecimiento ecológico y a la competitividad.

Durante su conferencia, el doctor Quintero también rescató el saber ancestral de los indígenas, quienes desde pasadas generaciones ya utilizaban la biodiversidad para su beneficio, por ejemplo en el uso empírico de plantas medicinales, conocimiento que también debe seguir siendo usado para avanzar en el desarrollo de biofármacos.

También destacó la labor de la U.N. en la formación de recurso humano, ya que cada vez más aumenta el número de doctores que se están formando en este campo y que tendrán la responsabilidad de continuar impulsando la innovación.

“La Universidad Nacional tiene que seguir empujando y apoyando los grupos de investigación. De igual manera el Gobierno debe invertir en ciencia y tecnología para favorecer que el uso de la biodiversidad se pueda volver riqueza, productos y servicios que generen empleo y beneficien a la sociedad”, agregó el experto.

Por último, destacó que la biotecnología ya no puede ser considerada como algo lejano, pues de hecho está presente en casi todos los campos de la vida cotidiana.

“La biotecnología puede tomar cualquier ser vivo para hacerlo más efectivo y eficiente. Colombia tiene las herramientas para esto, de no hacerlo los productos podrían importarse, pero se perdería todo el potencial que posee el país”, concluyó.

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