Procesan pescado en La Guajira para contribuir a seguridad alimentaria
Hamburguesas, albóndigas y apanados serán algunos de los productos cárnicos que procesarán comunidades de este departamento para consumo de la comunidad, especialmente niños y adultos mayores.
Con los cursos y talleres que ofrecerán profesionales de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), se pretende que los productos en fresco se puedan transformar para darles mayor vida útil.
Este proyecto, que en su primera fase busca mejorar las condiciones de vida de 30 rancherías, surgió después de una visita técnica a ocho rancherías aledañas a Manaure por parte de los profesores Jairo López y Adriana Muñoz, junto con Alejandra Gil, coordinadora del Centro de Apoyo a Proyectos CTeI de la Dirección Nacional de Extensión, Innovación y Propiedad Intelectual de la U.N.
Al respecto, el Consejo de Ancianos de la comunidad Shipia Wayuu consideró que la U.N. es la institución más idónea para realizar proyectos encaminados a garantizar el autoabastecimiento de alimentos a partir de procesos para optimizar la producción de pescado y carne de caprinos.
“Uno de los grandes errores cometidos en el pasado es que se han desconocido los usos y las costumbres, y no se ha trabajado con el respeto que merecen las comunidades”, subraya Marcela Epiayu Sánchez, representante legal suplente de la Asociación de Autoridades Shipia Wayuu.
La educación es la clave
El Ministerio de Agricultura entregó una dotación a la Cooperativa de Piscicultores de la región –integrada por zonas de recepción, adecuación, transformación y empaque de pescado–, por lo que la primera fase del proyecto de la U.N. busca proporcionar formación técnica a 30 familias de pescadores, para que puedan sacarle el mayor provecho posible a los recursos recibidos.
La profesora Muñoz, quien estará a cargo del curso sobre buenas prácticas de manufactura, explica que “algunos de los aspectos que esperamos abordar durante las capacitaciones son los riesgos que se pueden presentar durante el procesamiento del pescado, los implementos que se deben usar –tapabocas y guantes, entre otros– y las temperaturas adecuadas para refrigeración y congelación”.
De igual manera se espera realizar un proceso de formación encaminado a optimizar el manejo de caprinos en tres rancherías ubicadas cerca de Manaure, con un promedio de 60 animales por cada una de ellas, de tal manera que las nuevas técnicas de producción se puedan conciliar con las tradiciones ancestrales.
“Hemos contemplando la posibilidad de llevar una tecnología desarrollada en Antioquia, que consiste en nuevas plantas de sacrificio, obtención de corte y empaque modular que se realiza en pequeños contenedores”, destaca el profesor López, director del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA) de la U.N.
Como cada contenedor requiere su propia planta de potabilización con energía solar, existe la posibilidad de contar con tanques de reserva que podrán ser empleados por la comunidad.
Pese a que muchos de los habitantes de la zona no hablan español, se dictó un primer taller de “tecnología en derivados con carne de pescado”, el cual forma parte de un curso completo en ciencia y tecnología de productos pesqueros, a cargo de tres profesionales de la U.N.
El profesor López precisa que “durante el segundo semestre de 2017 se tiene proyectado realizar un diplomado de 120 horas que incluye cursos completos de derivados con carne de pescado, operaciones de proceso en plantas de alimentos, higiene y manipulación, para concluir con el de innovación y desarrollo”.