Ketamina alivia dolor a corto plazo en posoperatorios oncológicos
Después de revisar la literatura científica, investigadores determinaron –con mayor precisión– que el uso de este medicamento por vía intravenosa es más eficaz entre cero y seis horas después de procedimientos quirúrgicos complejos por cáncer como la remoción de tumores sólidos.
Sin embargo, los investigadores no encontraron evidencia de que la ketamina tuviera un efecto significativo en la reducción del dolor crónico asociado con la intervención quirúrgica, y que se da meses después.
Se trata de un aporte importante, ya que el dolor posoperatorio puede agravarse hasta en un 90 % de los casos, explica la doctora Bibiana Escobar Suárez, profesora del Departamento de Cirugía de la U.N., y directora de la tesis del doctor Marco Bolívar Trujillo, especialista en Anestesiología y Reanimación de la Institución, y anestesiólogo del Hospital Universitario Nacional, además del Hospital de la Misericordia.
Este medicamento también ayuda a disminuir el uso de opioides –como morfina, codeína o hidromorfona– durante las seis primeras horas después del procedimiento, con lo cual se reduce la incidencia de nauseas, vómitos y retención urinaria, entre otros efectos colaterales.
Así mismo, no disminuye la probabilidad de recaída tumoral, algo que incluso es cuestión de años; tampoco inhibe el uso de opioides a un plazo mayor, ni los efectos secundarios asociados.
La profesora Escobar explica que falta construir más evidencia en los estudios con el fin de determinar el papel de la ketamina en un mediano y largo plazo del posoperatorio: “en este caso, la evidencia actual no apoya una recomendación sólida para la práctica clínica en el posoperatorio de los pacientes de remoción de tumores sólidos”, agrega.
Los investigadores llegaron a estas conclusiones luego de revisar más de mil artículos científicos publicados. Después de filtrar la primera muestra, llegaron a cinco estudios específicos (correspondientes a 244 pacientes), sobre los cuales se realizó un metaanálisis, y en los que se evalúa el trabajo de dicho medicamento tras la extracción de un tumor.
Los académicos seleccionaron ensayos clínicos controlados y aleatorizados, avalados por sus respectivos comités de ética y que además contaran con una representación estadística significativa. También realizaron métodos de evaluación estadística para control de sesgo y heterogeneidad de la muestra.
Uso responsable
La ketamina, sintetizada en 1962 por el químico estadounidense Calvin Stevens, se utilizó inicialmente como anestésico general. Sin embargo, por sus efectos adversos su uso fue siendo desplazado.
En la última década se ha renovado el interés por este fármaco, debido a que pequeñas dosis tienen utilidad en el control del dolor.
El medicamento tiene sus límites, dado que dosis por encima de lo recomendado pueden causar alucinaciones, aumento de la presión arterial y arritmias cardiacas.
Está contraindicada para pacientes alérgicos, con trastornos psiquiátricos e hipertensos.
Se trata de una alternativa que se usa constantemente en el ámbito clínico, por lo que es fundamental conocer sus propiedades y en qué contextos específicos es ideal, concluyen los investigadores.