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Las mujeres son las dueñas del trono de hierro

Una de las cosas que más amo de Juego de Tronos es que las mujeres somos las que mandamos. Ninguna es una sumisa arrodillada a lo que un hombre opine u ordene. Al contrario son ellos los que hincan rodilla ante ellas.

La que estuvo algún momento en una posición vulnerable y sumisa despertó y le echó los perros al macho cabrío.

Las mujeres en GOT son poderosas soberanas del mundo que las rodea. Son las protagonistas. No necesitan que las defiendan, ellas dirigen ejércitos. No necesitan que un galán les baje la luna, ellas solas se bajan la galaxia completa.

GOT es una serie feminista, que muestra el absoluto empoderamiento de la mujer y como somos capaces de asumir todos los roles, incluso aquellos que tradicionalmente son de los hombres. Claro ejemplo de esto es Yara Greyjoy, quien capitanea una flota de barcos y dirige batallas acuáticas. Yara de un temperamento fuerte a quien ningún hombre le réplica y eso de que las mujeres en un barco traen mala suerte en el caso de Greyjoy queda desvirtuado, porque ella es la capitana.

También desafía todos los estereotipos Brienne de Tarth. Es poderosa e imponente. Cuando los hombres la ven no pueden asimilar que una mujer sea un caballero y por eso usan la burla para desmeritar su talento y evidentes capacidades superiores a la mayoría de los hombres. A demás de ser una talentosa caballero, su sentido del honor y la lealtad es admirable. Ninguna burla la desalentó de ser quien desea ser, construyendo su camino a pesar de la constante oposición masculina.

En Juego de Tronos las mujeres son reinas, invasoras, asesinas, vengadoras, dirigen ejércitos y combates, degüellan y definitivamente los hombres se les arrodillan y les temen.

En GOT hace presencia el machismo, Sansa Stark lo vive en casi todas las temporadas, pero despierta, descubre su poder, rompe el yugo, se da cuenta que no necesita que un hombre la rescate, que ella se tiene que cuidar sola.

Vemos a una niña de 10 años, Lyanna Mormont, como calla a decenas de hombres y con carácter firme, sin titubear manifiesta lo que piensa, aunque sea completamente distinto a lo que opina la gran mayoría de lores. Y termina imponiendo su criterio, haciéndose lo que ella propone.

Quiero que al final quien gobierne los siete reinos sea una mujer, cualquiera de ellas (aunque tengo mis favoritas). No quiero que sea Jon Snow aunque me cae súper bien y sea guapísimo.

Quizás así especulando astronómicamente, creo que una de las muchísimas razones por las que GOT es un éxito sin precedentes es por el rol femenino que rompe esquemas.

Seguramente muchas nos identificamos con la madre de dragones, Lyanna, Arya o Cercei. Yo particularmente soy la reina de mi universo. Ningún hombre me baja de mi trono y exijo que me traten como la soberana que soy.

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