Vuelven las protestas en Colombia contra el Gobierno y Duque denuncia “terrorismo urbano”
En el inicio de nuevas manifestaciones de protesta contra el Gobierno y de un paro nacional en todo Colombia, el presidente Iván Duque denunció hoy que la “mafia del narcotráfico” está detrás del “vandalismo extremo y el terrorismo urbano” y anunció un plan para contrarrestarla.
“La amenaza vandálica que enfrentamos consiste en una organización criminal que se esconde detrás de legítimas aspiraciones sociales para desestabilizar a la sociedad, generar terror en la ciudadanía y distraer las acciones de la fuerza pública. El vandalismo extremo y el terrorismo urbano que estamos observando se encuentran financiados y articulados por mafia de narcotráfico, como lo denunció el Fiscal general de la Nación”, denunció el mandatario en un video difundido por redes sociales.
La declaración de Duque alude a los disturbios reportados en la última semana en distintas ciudades del país, que terminaron en medio de una violenta represión.
El pronunciamiento coincidió con el inicio de una nueva jornada de protestas contra su Gobierno y luego de una semana de manifestaciones y una feroz represión que hasta el momento dejó 24 muertos y más de 800 heridos, según reveló hoy la Defensoría del Pueblo.
El contexto abrió paso a las denuncias internacionales por el uso excesivo de la fuerza por parte de los organismos de seguridad.
Pese a que Duque retiró la controvertida reforma tributaria que había propuesto y prometió redactar otra, y a la renuncia del ministro de Hacienda, el Comité Nacional del Paro, que agrupa a unas 40 organizaciones, redobló ayer la apuesta con el llamado a una nueva movilización en Bogotá y en las principales ciudades del país.
Los manifestantes exigen ahora el retiro de un proyecto de reforma de salud, un mejor manejo de la pandemia de coronavirus y una renta básica acorde a la canasta de alimentos.
En este contexto, la declaración hecha hoy por Duque desde la Casa de Nariño, con la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez a su lado, parece ser un intento por disuadir la concentración.
“Hemos definido una recompensa de hasta 10 millones de pesos (2.600 dólares) por la colaboración efectiva para la identificación y captura de los autores de actos vandálicos y delitos que se han presentando en los últimos días contra la infraestructura pública, y se publicará por parte de la policía nacional el cartel de los más buscados por estos delitos en distintas ciudades. Frente a quienes cometan este tipo de delitos, no habrá tregua y la sociedad entera los llevará ante la justicia”, manifestó el mandatario.
Asimismo, informó de la creación de una línea nacional telefónica para gestionar denuncias, activar un grupo especial de investigación contra el vandalismo para buscar “dinamizadores de la violencia”, que, según informó, ya realizó 553 capturas, y defendió a la Policía que fue “víctima de actos de cobardía e intimidación”.
Sus palabras, que no incluyeron ninguna respuesta a las denuncias de violaciones a los derechos humanos hechas dentro y fuera del país, se conocieron luego que anoche el país, especialmente la capital, viviera otra noche de caos y violencia, que terminó con 30 civiles y 16 policías heridos, según autoridades municipales.
Asimismo, la ciudad de Cali también se ha convertido en estos últimos días en el epicentro de las manifestaciones y la represión de las fuerzas del Estado.
La fiscalía asegura que detrás de los desmanes están disidencias de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016; el ELN, la última guerrilla reconocida en Colombia, y bandas narco.
Sin embargo, las organizaciones que convocan a las protestas sostienen que son las fuerzas de seguridad las que impregnaron de violencia las manifestaciones, tanto de día como de noche.
En medio de fuerte expectativa, accesos y avenidas de Bogotá amanecieron hoy con los primeros bloqueos, informó la agencia de noticias DPA.
Colombia entró hace una semana en una espiral de protestas y enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerza pública, cuando miles de personas salieron a las calles el 28 de abril en al menos 23 ciudades del país contra el proyecto de reforma impositiva.
Con la popularidad en baja (33%), Duque ha enfrentado masivas protestas desde 2019, pero la pandemia avivó el descontento en un país que sufre más de medio siglo de conflicto armado.
Duque había asegurado que abriría “espacios de diálogo” para escuchar a todos los sectores, pero sin precisar cómo se realizarán estos acercamientos y, ante las críticas de abuso policial, el mandatario hoy dejó en claro que respalda a las fuerzas de seguridad, a quien calificó como la principal víctima de ataques, lo que enfureció a los manifestantes que se preparan para volver a tomas las calles.