Siete de cada diez cartageneros viven en la pobreza
Los estragos de la pandemia dentro de la situación socioeconómica de los cartageneros son evidentes, se ve en las calles con los negocios cerrados en toda la ciudad, desde tiendas de barrio hasta grandes almacenes. Podemos oír los estragos en las conversaciones de las personas, el desespero que se refleja en la angustia que sienten por la situación de incertidumbre que vive la economía de la ciudad.
Pero, esta situación crítica que vemos y oímos se hace realmente palpable cuando tenemos las cifras oficiales, que nos muestran técnica y realmente la situación socioeconómica de Cartagena de Indias.
Antes de ayer el DANE publicó los datos de la pobreza monetaria de 2020 y las cifras para Cartagena son demoledoras y desesperanzadoras. Por supuesto, la pandemia tiene una alta incidencia en lo preocupante de las cifras, pero ya de por sí la pobreza en Cartagena es una realidad innegable, con o sin pandemia. A esto, hay que sumarle la incapacidad de un gobierno distrital para entender la realidad socioeconómica de la ciudad, una administración local que fue incapaz de construir un Plan de Desarrollo con metas tangibles que permitan mitigar y evitar un crecimiento tan grande de la pobreza en Cartagena, con dependencias inoperantes que nada de lo que hacen puede ayudar a acabar al monstruo de la pobreza y el hambre que se está devorando a los cartageneros.
Pobreza monetaria en Cartagena
Debemos comenzar a entender que para 2020 el DANE considera que una persona vive en la línea de pobreza monetaria cuando devenga mensualmente menos de $360.187 pesos, cifra para Cartagena. Es importante aclarar que para cada ciudad el monto devengado para estar clasificado en línea de pobreza monetaria es distinto.
Cartagena de Indias, de acuerdo al DANE, tiene 1.028.736 habitantes, de los cuales 486.166 cartageneros viven en pobreza monetaria, es decir, tratan de subsistir mes a mes con menos de $360.000 mil pesos.
El 47,8% de los cartageneros intenta salir a flote mes a mes con $360 mil pesos, con esa cifra tratan de comer, de tener dinero para transportarse, sostener la educación de sus hijos, los gastos de salud, entre otros. Invito a los lectores a reflexionar ¿Usted cree que una familia, que dependa de su jefe hogar, puede vivir mes a mes con $360 mil pesos? Y de acuerdo a esto ¿Usted piensa que Cartagena va para adelante?
He ahí la explicación de por qué, el DANE en su encuesta de Pulso Social, afirma que el 68% de los cartageneros come 2 o menos comidas al día.
Y si se hace la comparación de cuánto ha aumentado la pobreza monetaria entre 2019 y 2020 el panorama en pobreza monetaria se vuelve desesperanzador y cuando lo analicemos en línea de pobreza extrema es aterrador.
En 2019, Cartagena tuvo 345.304 habitantes en pobreza monetaria y para 2020 La Heroica tiene 486.166 ciudadanos en pobreza monetaria. Es decir, 140.862 cartageneros ingresaron a la línea de pobreza monetaria, son nuevos pobres, pasaron de vulnerables a pobres. Tenemos a 140 mil habitantes de Cartagena que salieron de una clase media baja a incorporar las filas de las personas que viven en pobreza monetaria. El aumento de la pobreza monetaria fue de 13.5%.
Pobreza extrema en Cartagena de Indias
Las cifras del aumento de la línea de pobreza extrema monetaria en Cartagena son realmente aterradoras, demoledoras y muestran una realidad que aún no se ha dimensionado desde la administración local, los gremios y el mismo sector político.
Creo que los cartageneros en general no han aterrizado y comprendido lo que significa la pobreza extrema en la que vive una gran parte de la población y que en el 2020 se agudizó de forma alarmante.
Para el DANE, un cartagenero que padece pobreza extrema es aquel que devenga $147.600 pesos o menos mensualmente. Tenemos en Cartagena personas que intentan comer, pagar vivienda, transportarse para trabajar, vestirse y educar hijos con menos de 147 mil pesos.
¿Saben cuántos cartageneros viven en pobreza extrema? La alarmante cifra de 128.277 habitantes de La Heroica. La cifra en sí misma es preocupante, pero lo es aún más el aumento de 2019 a 2020.
En 2019 Cartagena tenía 30.212 ciudadanos en pobreza extrema, que corresponde al 9,6% de los Cartageneros. Para 2020, los cartageneros en situación de pobreza extrema son 128.277, el 15,1% de los habitantes. De 30 mil pobres extremos pasamos a tener 128 mil personas en pobreza extrema, lo que quiere decir que, ingresaron a la pobreza extrema 98.065 cartageneros, que seguramente hacían parte de pobreza monetaria o de los vulnerables. De 30 mil a 128 mil personas, el aumento es escalofriante.
Me estremece pensar que 128 mil conciudadanos intenta sobrevivir con $140 mil pesos mensuales ¿Quién vive con $140 mil pesos mensuales? ¿Quién paga un arriendo, un lugar para vivir con $140 mil pesos mensuales? ¿Quién come 30 días con $140 mil pesos mensuales? La respuesta es 128.277 cartageneros. Esa es la realidad del 15.1% de los cartageneros.
¿Cuántos pobres tiene Cartagena?
Si sumamos la pobreza monetaria con la pobreza extrema de Cartagena de Indias, tenemos la aterradora cifra de que el 62% de los cartageneros son pobres e intentar salir a flote mes a mes con menos de $360 mil pesos mensuales. En valores absolutos la cifra asusta más. Cartagena tiene 1 ‘028.736 habitantes de los cuales 614.443 son pobres, comen, pagan vivienda, se transportan, educan hijos con menos de $360 mil pesos. Suena increíble, pero es la cruda realidad de nuestra ciudad a la que llaman La Heroica. Claro que somos La Heroica, porque heroicamente 614 mil cartageneros sobreviven ante tanta adversidad e intentan salir adelante con $360 mil pesos mensuales o menos.
Por eso el nombre de esta columna es: Siete de cada diez cartageneros viven en la pobreza. Esa es la cifra de pobreza de Cartagena.
Y lo más indignante es que tenemos un gobierno distrital al que poco le parece importar, que no dimensiona la realidad de su ciudad, que piensa (perversamente) que regalando mercaditos soluciona el problema. Tanto el alcalde con su inepto gabinete, como los concejales (exceptuando a dos de ellos que hablan de este tema sin parar e intentan hacer algo) son unos despiadados llenos de poder, a los que no les interesa el hambre que pasa su pueblo, el pueblo que los eligió.
¿Despiadados? Claro que sí. Se es un ser despiadado cuando en mis manos tengo la capacidad de cambiar y mejorar el destino de una ciudad y no hago absolutamente nada, solo estupideces y con esto permito que más de la mitad de mi población pase física hambre. El alcalde, su gabinete y los políticos de la ciudad no son malandrines, son perversos y despiadados.
No existe una política seria, real y contundente para combatir la pobreza que devora a Cartagena, el PES es una payasada, de este tema hablaré a profundidad en otro escrito. Y no existen estas políticas ni de parte de la administración local ni de parte del concejo. Sólo hay dos concejales que tocan el tema sin parar, que intentan remar en contra de la corriente mientras los demás concejales se hacen los ciegos, sordos y mudos.
¿Libertad responsable?
Con estos niveles de pobreza ¿Cómo se atreve el alcalde y los políticos a pedirle a los ciudadanos el uso de la libertad responsable en medio de la pandemia? Por eso el mercado de Bazurto se llena de gente, las personas tienen que salir a trabajar, a ganarse esos $147 mil pesos para medio comer ¿Qué pretende el alcalde? ¿Qué se queden mirando el techo y muriéndose de hambre?
La solución de la administración distrital es entregarle a la gente mercados. Pero eso no es una solución, ni siquiera un alivio. La gente no solo necesita mercado, debe pagar arriendo, servicios públicos, transporte y todo lo demás. Entregarles eventualmente un mercado a las familias no es una solución, pensar que lo es y enorgullecerse de eso, como si fuera una medida magnífica, es un acto de perversidad y de absoluta ignorancia.
¿Qué es la libertad responsable? Ese concepto para controlar la pandemia, al que apelan todos los políticos, desde el presidente hasta el alcalde de Cartagena.
La libertad responsable dentro de una pandemia: es apelar a la racionalidad de los ciudadanos, racionalidad basada en que conocen los peligros de la pandemia y del contagio, y al conocerlos, son racionalmente capaces de autolimitar su movilidad y vida social para no generarse un auto perjuicio y un perjuicio a la sociedad.
Duque, William Dau, los gremios y los políticos apelan a la libertad responsable en pandemia, cuando dicen mensajes endebles de: cuídate, quédate en casa. Las redes sociales institucionales están llenas de esos mensajes.
Y eso en teoría suena hermoso. Ciudadanos racionales y responsables, que evitan la movilización para cuidar su salud. Eso sería el ideal, pero en realidad es una utopía.
Para unos padres, no existe libertad responsable ni racionalidad cuando su familia no tiene que comer o cuando deben pagar el arriendo o se van a vivir a la calle. El nivel de raciocinio sobre el peligro de la enfermedad baja y deja de ser importante, ante el peligro que supone no tener un plato de comida que ponerles a sus hijos en la mesa.
Para tener una libertad responsable se requieren de varias condiciones, analizaré las dos que me parecen más importantes:
- Es tener opciones
- Decidir lo que quieras
Y ninguna de estas dos condiciones las tienen los ciudadanos de Cartagena para poder tener la racionalidad suficiente para ejercer una libertad responsable. Y mucho menos pueden ejercer la libertad responsable el 62% de los cartageneros que viven con menos de $360 mil pesos.
Analizaré brevemente las condiciones:
- Es tener opciones:
El 62% de los cartageneros que viven en pobreza NO TIENEN opciones. Deben salir a rebuscársela para poder mal comer y mal vivir. Sí o sí deben salir a exponer su vida para poder tener algún ingreso ¿Cree usted que una persona que gana menos de $147 mil pesos tienen dinero para comprar apropiados tapabocas constantemente? ¿Una que gane $360 mil pesos o menos tiene para cambiar de tapabocas constantemente como el autocuidado lo requiere? En promedio un tapabocas cuesta 3 mil pesos, de los desechables de un solo uso, si en un mes se compra 10, se está gastando 30 mil pesos y si se gana menos de 360 mil pesos (como sucede con el 62% de los cartageneros) estaría gastando en tapabocas lo que le serviría para comprar un pequeño mercado con el que medio pueda comer su familia. Ahora haga ese cálculo con alguien que gane menos de $140 mil pesos, que son el 15% de los cartageneros.
Entonces, después de este pequeño cálculo les pregunto ¿Cuál autocuidado? ¿De dónde saca una persona en pobreza para tener el autocuidado que se requiere? Si no tienen para comer, menos les alcanza para alcohol, gel con alcohol, tapabocas y demás.
Es ridículo exigir y pensar eso con una población que tiene hambre. El 62% de los cartageneros tiene para un tapabocas de tela, reutilizable que de tanto lavarlo ya no debe ser tan efectivo. Es angustiante pensarlo, pero es real.
- Decidir lo que quieras:
Alguien que vive con menos de $360 mil pesos no tienen poder decisión, ni autonomía financiera o social, tiene que conformarse con las condiciones que tiene, con lo poco que pueda hacer o lograr. Creo que esto no requiere mucha explicación, las condiciones de escasez no permiten tomar una decisión frente a la realidad de la vida.
Y sobre este concepto se dice que la responsabilidad va de la mano de la libertad y la presupone. Una persona en pobreza y situaciones tan difíciles no es libre, está atada al hambre, a la desesperación, la angustia y la desesperanza.
Para mí es un acto de cinismo pedirle al ciudadano racionalidad frente a la pandemia, cuando tiene hambre en su hogar. Y es aún más cínico hacerlo cuando como mandatario no ha hecho absolutamente nada para impedir que su ciudad se hunda en unos niveles de pobreza nunca antes vistos.
Los tapabocas y los elementos necesarios para el autocuidado deberían ser dados por el distrito a toda la población pobre y vulnerable de Cartagena. Un kilo de plátano cuesta $1800 pesos y un tapaboca $3000 mil pesos ¿Qué cree que prefiere comprar una madre que no tiene desayuno para darle a sus hijos? Alcalde, si quiere que su pueblo se autocuide entréguele las opciones. Comience por ahí ¿No le parece?
¿Soluciones?
Está más que demostrado que William Dau no ha hecho nada para evitar que el pueblo que gobierna caiga en estos niveles tan aterradores de pobreza. Él y su inepto gabinete piensa que regalando mercados saca a la gente de la pobreza. El PES literalmente no sirve para NADA, con las cifras del DANE queda evidenciado que en Cartagena no hay reducción de la pobreza sino todo lo contrario ¿Qué hace el PES? Realmente nada que pueda disminuir la pobreza, y no lo digo yo, lo dice el DANE con sus cifras e indicadores, la pobreza se devora a Cartagena.
El Plan de reactivación económica del Distrito que es inoperante y el DANE demostró que la ciudad va en declive. Un Plan de Desarrollo elaborado en pandemia y que no fue capaz de crear metas para mitigar todo lo que está sucediendo. En el 2020 el gobierno de Dau no presentó ningún acuerdo para evitar la pobreza que vive Cartagena y el Consejo Distrital tampoco hizo nada, lo que está ocurriendo con nuestros políticos locales es vergonzoso.
En economía, existe el concepto de Trabajo Garantizado (TG) o Trabajo Mínimo Garantizado (TMG), es cuando el gobierno, en nuestro caso el Distrital se convierte en un Empleador de Último Recurso (ELR) de aquellos que necesiten un empleo para poder subsistir, una estrategia usada en esta pandemia por muchos países. Y esta podría ser una solución para comenzar a bajar esos niveles de pobreza aterradores que tiene Cartagena.
¿De qué trata? El gobierno genera empleo directo a través de proyectos y labores, por ejemplo, de mantenimiento de infraestructura pública, limpieza de caños, reparación de infraestructura pública y demás proyectos ejecutados directamente por el gobierno, el distrito en nuestro caso. Esto garantiza primero empleo, segundo un cuidado de la población en pandemia porque el distrito debe garantizar las condiciones de bioseguridad para poder trabajar.
El sistema de Trabajo Garantizado (TG) logra estabilizar la situación del empleo en una comunidad. Las personas que pierden el empleo ingresan al programa de TG, en el cual el gobierno les garantiza un trabajo, con el pago de un salario mínimo en labores operativas, contratados directamente por el gobierno. Las personas que hagan parte del TG deben y tienen que ser aquellas que vivan en pobreza extrema y pobreza monetaria. Cuando el empleo se reactive, el sector privado en un compromiso social contrata a las personas que hacen parte de un programa de TG, para que así otros desempleados puedan ingresar a un programa TG e ir mitigando la pobreza y el desempleo. Y las personas que estén en un programa TG pueden ser capacitadas en carreras técnicas y tecnológicas de acuerdo a las necesidades del sector productivo de la ciudad.
Este programa no funciona en ningún lugar del mundo a través de contratistas, sino a través del compromiso directo de los gobiernos, quienes contratan a sus ciudadanos para sacarlos de la pobreza.
Necesitamos entonces que el Distrito de Cartagena comience a generar proyectos de mantenimiento, construcción, reparación, limpieza y cree un programa de Trabajo Garantizado, contratando a las personas en pobreza extrema que ya tienen censadas, se supone que el PES y la Secretaría de Planeación tienen censados con el Sisbén y en caso que no tengan los datos, apoyarse con el DANE para comenzar a darle empleo a las personas que viven mensualmente con menos de $360 mil pesos.
Cartagena necesita acción, proyectos y acuerdo reales, tangibles que den soluciones inmediatas a esta crisis. No estamos para sentarnos a dialogar y pensar ¿Qué vamos a hacer? El Distrito tuvo todo el 2020 para buscar soluciones, y las necesitamos ya, antes que la pobreza siga creciendo a niveles tan críticos que convierta a Cartagena en una ciudad en quiebra absoluta. Y ya no sean 7 de cada 10 cartageneros los que viven con menos de $360 mil pesos, sino quizás, 8 de cada 10 los cartageneros que no tienen con qué comer.