Semillas de papaya, con efecto antioxidante en aceites
Después de efectuar diversas pruebas con diferentes residuos frutícolas se evidenció que extractos de las semillas de papaya pueden incrementar la vida útil de los aceites vegetales.
Henry Isaac Castro, doctor en Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) e integrante del grupo de investigación en Química de Alimentos de la Facultad de Ciencias, encontró que las semillas de papaya son fuente de antioxidantes que pueden ser empleados en alimentos para conservarlos e incrementar su vida útil, en este caso el aceite vegetal.
“Nos interesaba demostrar que sí se podían aprovechar los residuos agroindustriales como fuente de antioxidantes con potencial aplicación en alimentos haciendo uso de metodologías verdes para la extracción”, explica el investigador.
Señala que tanto las semillas como las cáscaras de frutas y verduras tienen compuestos químicos bioactivos, entre ellos los denominados fenólicos, los cuales tienen un amplio espectro de propiedades biológicas, por ejemplo efecto antioxidante, lo que permite usarlos como conservantes en alimentos.
“Se cree que probablemente tanto en las semillas como en la cáscara dichos compuestos forman parte del mecanismo de protección que tienen los frutos y vegetales frente a hongos, patógenos y plagas, además como un mecanismo de protección para la información genética”, agrega.
Las propiedades antioxidantes de los extractos de las semillas se pueden aprovechar en cualquier producto susceptible a procesos de oxidación lipídica, conocido como enranciamiento, el cual se presenta en alimentos que contienen lípidos insaturados, lo que los hace susceptibles a oxidarse. Entre más contenido de grasa insaturada tengan, más alta es la susceptibilidad de que sufran oxidación.
Explica que el método empleado para obtener los antioxidantes se conoce como “extracción con fluidos supercríticos”, en el cual se utiliza una sustancia química que se encuentra a una presión y una temperatura superiores a su punto crítico.
“Utilizamos el dióxido de carbono a una temperatura y una presión mayores a 31 oC y 74 atmosferas; en estas condiciones, la sustancia posee unas propiedades físicas muy útiles para el proceso de extracción”, explica.
Menos contaminación
Según el investigador, “cuando se hace extracción con disolventes orgánicos esas sustancias químicas tienen efectos negativos sobre el medioambiente, mientras que el disolvente que nosotros utilizamos (dióxido de carbono) se puede liberar al medioambiente y no genera contaminación, en el mejor de los casos podemos reutilizarlo indefinidamente”.
Aclara que en la literatura no existen reportes que evidencien antecedentes del aprovechamiento de las semillas de papaya como fuente de antioxidantes para utilizarlos en alimentos.
Sin embargo, tras el experimento realizado se logró comprobar que los extractos de las semillas son muy eficientes para proteger aceites vegetales comestibles, aunque en otros alimentos su efectividad puede variar, como ocurre con los embutidos.
“La eficiencia de un antioxidante puede variar según la complejidad y los componentes adicionales que tenga el alimento; en este caso las semillas de papaya funcionan como una fuente de antioxidantes para proteger aceites y alimentos que sean muy parecidos a estos, pero por ejemplo para proteger una salchicha, un chorizo o una carne de hamburguesa su eficiencia se atenúa”, aclara.
Cabe señalar que el consumo de aceites o alimentos que presentaron oxidación de sus lípidos es tóxico para el cuerpo humano, pues poseen sustancias químicas nocivas, las cuales han sido asociadas con el desarrollo de enfermedades como cáncer, Alzheimer, Parkinson y diabetes, entre otras.