¿Cómo se “manejan” las Finanzas Públicas?
Se consideran dos tipos de finanzas: públicas y privadas. Las públicas están referidas al uso de los fondos públicos, buscando atender necesidades de las colectividades (locales, regionales y nacionales). Las privadas tienen que ver con el patrimonio de las personas y las empresas.
El proceso de las finanzas públicas se suele reconocer como la “Actividad financiera del Estado”. Se trata de la actividad de apropiación de parte de las finanzas privadas (de contribuyentes), para cubrir las necesidades, antes referidas. Dando origen al Gasto Público. El conjunto de los referidos Gastos, se detallan en parte del documento que se lo identifica como “Presupuesto del Estado”.
El “Presupuesto” es una autorización previa, dada por el Poder Legislativo al Ejecutivo para que el gobierno pueda percibir los recursos asignados y realizar las erogaciones establecidas. Eso supone armonizar el desarrollo de esa doble actividad. Pero además, existe un tiempo de ejecución presupuestal. Eso establece una limitante, que no necesariamente tiene una adecuada coordinación de la necesidad a atender. O sea el supuesto poder hacer, puede encontrar limitaciones para ser usado, por el factor temporal. La no ejecución presupuestal en el tiempo correspondiente, puede significar pérdida de recursos y no debida atención a la necesidad…
Otro aspecto de la técnica presupuestal, que debe ser debidamente considerada, es lo que tiene que ver con la registración que debe seguirse en materia de contabilidad presupuestal. La identificación y vigilancia de los hechos, es estrictamente cuantitativa. Los resultados (cualitativos), que deben buscarse obtener en los procesos, no necesariamente serán reconocibles. El monitoreo y evaluación, lo es únicamente del punto de vista del uso de los recursos (monetarios), no así del concepto del grado de atención de las necesidades colectivas.
La realidad de ese manejo es que, está lleno de “peligrosas imperfecciones”. El documento “Presupuesto” se expresa únicamente en unidades monetarias, a recaudar de los contribuyentes. Con lo que los análisis son únicamente cuantitativos. Además, no incluye la parte crediticia (los préstamos), que los gobiernos suelen utilizar para solventar erogaciones que se efectúan. Incluyendo la de los organismos internacionales.
En el caso de los usos, para lo que se efectúan las recaudaciones, no tienen ninguna vigilancia, si se corresponden o no. Puede estar por gastar, por ejemplo, para algo, que aún no se ha recaudado el importe asignado, o al revés. Pero, quizás, lo peor está dado por la “penosa” tramitación de la aprobación del “Presupuesto”, enviado del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo, donde se mueve todo tipo de “estrategia” para obtenerla.
Durante ese periodo, aparecen los discursos altisonantes, con abundancia de expresiones como:”democracia”, “garantizar derechos, “desarrollo”, etc.
El posible manejo inadecuado de los fondos y potestades públicas para otros intereses, no es reconocible. Excepto para los organismos de control. Que lo deben hacer.