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Se cocina pobreza mental en olla de presión

Leí un artículo de opinión sobre la frase de la alcaldesa donde dijo que “la pobreza es mental”. Creo que han tomado esa frase fuera de contexto para darle un significado que no tiene. Yolanda Wong no dijo que la pobreza no existe en Cartagena ni tampoco fue lo que quiso decir.

Creo que ella como alcaldesa de esta ciudad tiene perfectamente clara la difícil situación que viven 318.738 de cartageneros pobres que viven con menos de $275 mil pesos, de acuerdo con el DANE. Lo ve a diario cuando se baja de los tacones y recorre los barrios y las comunidades. Cuando trata de tu a tu al ciudadano de a pie y conoce su realidad.

También estoy segura de que nuestra señora alcaldesa conoce bien las alarmantes cifras de nuestra ciudad. Las sabemos nosotros que no administramos Cartagena, así que perfectamente las conoce ella.

La Heroica tiene 318.738 pobres, que corresponden al 31% de la población de Cartagena. De los cuales (según el DANE) 276.718 residentes son considerados pobres, lo que quiere decir que cada individuo gana menos de 275 mil pesos al mes, también hay 42.020 cartageneros en pobreza extrema, es decir, que ganan menos de 119 mil pesos mensuales ¿Cómo se come? ¿Cómo te transportas? ¿Será que tus hijos pueden estudiar si tienes al mes 100 mil pesos para vivir? Todos estos cartageneros sin trabajo fijo y formal, el DANE los llama “de cuenta propia”, lo que coloquialmente significa, que salen a diario a la calle a rebuscarse la comida.

Yolanda Wong conoce esto mejor que muchos de nosotros, a ella (hace tres meses) le encargaron administrar una olla de presión a punto de estallar. Nuestra alcaldesa encontró este caos (causado por muchos antes que ella) y a diario tiene que solucionar y tomar decisiones al respecto.

Por lo tanto, nuestra alcaldesa no quiso de decir que en Cartagena no existen los pobres, eso es lo que quieren (sensacionalistamente) entender. Lo que dijo claramente es que también existe una pobreza mental y que nos termina de enterrar como sociedad.

De esa pobreza sufren y hemos sufrido muchos, muchísimos, sin importar su ingreso mensual.  Y para mi Cartagena es una ciudad pobre, en todos los aspectos, incluyendo el mental.

Somos pobres mentales cuando perdemos la fe y el optimismo. Claro que no es fácil ser optimista con el estomago vacío. Pero la inercia lo único que hace es agrandar los problemas. Somos pobres mentales cuando nos dedicamos a criticar y a despedazar al otro con la lengua, en vez de utilizar esa energía para construir, ayudar, resolver y participar.

Por supuesto que la critica tiene que existir, pero desde una perspectiva enriquecedora que invite a la reflexión y también a la acción.

Que día había una fila enorme en el peaje de Mamonal, a un señor se le había quedado la billetera y por ende la plata para pagar el peaje. En ese momento sólo había pitos ensordecedores por parte de los otros 20 carros y madrazos al pobre señor que estaba angustiado y avergonzado tratando de retroceder su vehículo.

Cuando de repente escuché a mi hermano “¿Tienes los 3 mil pesos de más?”, a lo que mi mamá respondió “vamos a pagarle el peaje al señor. Eso le puede pasar a cualquiera”. Y mi mamá se bajó del carro y le pagó el peaje al señor. En ese momento pensé: deberían existir más personas como mi mamá y mi hermano.

Ustedes se preguntarán ¿Qué tiene que ver la gimnasia con la magnesia? (le robo la frase a Paulina de la Mora), para los que no entiendan la referencia ¿Qué tiene que ver el cuento del peaje con la pobreza mental?

Pues, que mientras 20 carros pitaban desesperados y le lanzaban madrazos al señor del carro, el trancón se hacia peor y más insoportable, a nadie (excepto a mi mamá y hermano) se le ocurrió ser solidario y resolver el problema.

Cuando nos convertimos en unos criticones porque sí, porque la alcaldesa dijo esto o aquello, porque se puso una gorra de la policía o un pantalón con estampado de camuflado. Somos los 20 carros pitando sin hacer nada más que ruido y agresividad. Nos convertimos en seres que le restan a la sociedad no que le suman.

Cuando hacemos algo, aunque sea pequeño, frente a los problemas, cuando dejamos de pitar y madrear, y tomamos acciones efectivas desde nuestro entorno es cuando le sumamos a Cartagena.

Que día estaba haciéndole visita a alguien, la señora de la casa del lado dejó unas botellas de plástico tiradas al lado de un árbol en el andén. Cuando le hicieron el reclamo dijo “aquí vienen a barrer las calles todos los días”. Esa respuesta es pobreza mental. Así viva en Castillo Grande esa señora es pobre mental. Y al respecto, me robo esta frase que colocó en Twitter Natalia Ariza (@narizae) la esposa del Alcalde de Montería: “La ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia.”.

A mi no me interesa si Yolanda Wong dice que ella ve el mar color verde, salga un columnista diciendo “el mar es azul” y 100 en Facebook diciendo “el mar es color aguamarina”. A mi me importa lo que Yolanda Wong hace a diario por Cartagena. Las acciones que toma frente a esta olla de presión que está a punto de estallar.

Y me parece que ella va bien, veo acciones, veo trabajo en estos 3 meses que lleva al frente de nuestra ciudad. Para muchos no será perfecto su trabajo, pero ¿Quién es perfecto? ¿Quién hace todo perfecto? Ya quisiera yo ver a todos los indignados de Facebook administrando esta ciudad a ver como les resulta el asunto.

¿Quién arregla o desactiva esta bomba de tiempo en 3 meses? El problema de Cartagena no radica, simplemente, en las capacidades de sus alcaldes encargados sino en el poco tiempo que tienen para darle rumbo a esta ciudad.

Mientras la Alcaldía de Cartagena sea una colcha de retazos, nunca vamos a sacar ningún proyecto adelante y todos los programas prioritarios se van a atrasar, la misma dinámica de la gestión pública y la burocracia se convierten en una muralla que impide el avance de todos los procesos.

Y la culpa de todo este despelote en Cartagena la tenemos todos, cuando hemos elegido a todos los anteriores alcaldes que por X o Y motivo no culminaron sus periodos, porque también hemos elegido corruptos o personas sin la preparación y conocimientos para dirigir esta ciudad.

Sí, en Cartagena hay 300 mil personas pobres con el estomago vacío y no sé cuantas pobres mentales, porque el DANE no lleva esa estadística.

0 comentarios en «Se cocina pobreza mental en olla de presión»

  • Mejor no pudo ser escrito, pienso igual que usted. La prensa local y las paginas web en aras de ganar lectores escriben de manera sensacionalista y mal informando. la alcaldesa está haciendo un buen trabajo, digan lo que digan, en realidad lo que habla son las acciones. Para adelante Yolanda Wong, te apoyamos.

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  • No conocía este medio ni esta columna, me gustó mucho tu escrito, me puse a leer varias de tus columnas y escribes muy bien. Eres muy reflexiva e invitas a pensar en cosas que parecen obvias pero no lo son. Estoy de acuerdo contigo sobre lo de la alcaldesa, lleva a penas 3 meses, no puede organizar todo este desastre de ciudad en 3 meses. está haciendo bien su trabajo, hay que apoyar y no destruir. La anécdota del peaje me hizo reflexionar, yo también me he dedicado a pitar, gracias por eso, por hacerme pensar. Ya no se leen casi columnas de opinión que te lleven a pensar y reflexionar sobre ti mismo. Voy a seguir leyéndote cada vez que publiques.

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