Riesgos a considerar en el 2017
Quedó atrás el 2016, dejando como herencia para el Mundo, factores de riesgo socio-económicos a tomar en cuenta para el nuevo año, como son:
- Alteraciones climáticas más frecuentes
- Desastres naturales, evidenciando debilidades en la mitigación de los efectos
- Mal manejo en el uso y conservación del Agua
- Dificultades en la producción de alimentos, por especulación especialmente
- Ataques terroristas y Luchas bandas narcotráfico
- Conflictos entre países por zonas fronterizas
- Crecimiento de corrientes migratorias, ya sean internacionales o nacionales(estas de zonas rurales a centros poblados)
- Creció el uso de armas, ya sea para destrucción masiva de localizaciones, como para enfrentamientos ciudadanos
- Pérdida de puestos de trabajo y crecimiento del sub empleo
Para América Latina y el Caribe, con mayor o menor intensidad, están expuestos a los riesgos enunciados. Pero, cabe agregar los que le son propios, como ser:
-Se mantienen los efectos de las sucesivas crisis iniciadas en el nuevo milenio. Si bien algunos países pudieron atenuar algo de sus efectos, la realidad es que hoy las exportaciones de la Región están en baja, dejando como efecto, percibir ingresos, -en estos cuatro últimos años- por 50.000 millones de dólares. Consecuentemente se han dejado de realizar imprescindibles inversiones en bienes de capital.
-La indigencia y la pobreza siguen estando arraigadas.
-No se puede dar impulso a la productividad, ya que la mayoría de las empresas pequeñas y medianas son informales, y los pocos empleos que se crean, son para el sector de servicios, que tiene baja productividad y alta precariedad.
-Se da la situación en la existencia de parte de la población que salió de la pobreza en los últimos años y que corren el riesgo –hoy- de caer nuevamente. Mayoritariamente se trata de mujeres y jóvenes, que hoy tienen una precaria inserción laboral.
-La corrupción, especialmente favorecida por la ausencia de control en el gasto público.
-América Latina exhibe bajo nivel de intercambio comercial entre sus países integrantes. No hay cadenas de valor regionales. Un ejemplo para tratar de impulsar, como cadena de valor,podría ser el Producto Turismo, que ofrece perspectivas muy interesantes a desarrollar.
Para América Latina y Caribe, señala un autor “Parece que nos hemos acostumbrado a crecer de a ratos, a pensar que la corrupción es algo atado a nuestra historia, y a que la desigualdad es algo natural en nuestros países”.