Salud

Potencial medicinal de cannabis requiere más investigación

Una planta de cannabis tiene al menos 100 compuestos que deberán ser explorados, junto con las semillas, en las que hay presencia de gran cantidad de ácidos grasos, con potencial para ser usados en la industria farmacéutica y cosmética.

“Hay también numerosos estudios que hablan no solo de los compuestos cannabinoides, sino de otras sustancias, minerales, azúcares y antioxidantes que no se conocen y sobre los que debemos comenzar a hacer toda una serie de análisis”, precisa el profesor Wilman Delgado, quien hace parte del Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).

De ahí que aunque el uso terapéutico del cannabis es una realidad en Colombia, faltan estudios que permitan caracterizar las diversas variedades, con el fin de establecer su verdadero potencial.

Con tal propósito, expertos de la U.N., la Fiscalía General de la Nación, el Ministerio de Salud y una compañía farmacéutica debatieron algunos de los alcances y desafíos que tendrá este nuevo reto para el país en el marco del foro “El Cannabis más allá de una droga recreativa”.

“Una de las primeras cosas que debemos hacer es mirar la <em>cannabis</em> con otros ojos, de manera que se puedan implementar prácticas agronómicas encaminadas a obtener un producto medicinal, o descartarlo en forma definitiva, debido a su alto contenido de tetrahidrocannabinol (THC)”, destaca William Garzón, quien trabaja en el laboratorio de drogas incautadas de la Fiscalía General de la Nación.

Aunque no toda planta de cannabis cuenta con el principio activo que provoca efectos psicoactivos, estudios realizados por la Fiscalía General han encontrado que la mayoría de plantas que se cultivan tienen un elevado nivel de este compuesto.

Caracterización de cepas

En asocio con la firma Nhabix Pharmaceutics, la U.N. está en proceso caracterizar diferentes cepas, entre las que se encuentran varias colombianas, pues si bien algunas como la denominada popularmente Corinto tienen alto contenido de THC, existen registros de otras con concentraciones más equilibradas, como por ejemplo la Mango Biche.

Aunque cabría la posibilidad de importar semillas de otras variedades -aspecto sobre el que la normatividad vigente tampoco es muy clara- el mercado colombiano debería estar en capacidad de atender la nueva demanda de <em>cannabis</em> con potencial para elaborar productos medicinales.

Si bien es cierto que se controla el ingreso de plantas para evitar que  causen algún daño a la fauna y flora nativas, se tiene previsto que hasta el 10 de abril del año 2018 se podrán declarar nuevas importaciones y adquirir una semilla tendrá un procedimiento más complicado.

En comparación con otros países como Holanda o los 29 dispensarios de los estados de Estados Unidos, donde se vende la hierba sin necesidad de pasar por su procesamiento, en Colombia se debe cumplir con este paso.

“Puesto que de esta etapa previa de procesamiento se obtendrá el extracto de una planta con alto contenido de THC, se podrá contar con el aval del Invima mientras que la concentración sea definida”, explica Andrés López Velasco, Director del Fondo Nacional de Estupefacientes del Ministerio de Salud y Protección Social.

Dado que en la actualidad, el precio de una ampolla con un mililitro de extracto de THC puede ser de hasta 1.800.000 pesos, se trata de un negocio que pese a la inversión que demanda en un comienzo podría ser una buena alternativa económica para pequeños productores. Ello, siempre y cuando se acojan a las normas vigentes e inviertan en investigaciones que les permitan ofrecer productos certificados según estándares internacionales.

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