El choque de trenes entre la política monetaria y fiscal que acentúa la recesión en Colombia
Esta semana se anunciaron dos noticias importantes que van a afectar la economía colombiana y que muestran la incongruencia de como nuestras autoridades económicas se manejan.
Acentuando aún más los problemas de la economía generados por nuestro déficit en cuenta corriente (desequilibrio externo), que obedece a un problema estructural de la economía por nuestra matriz exportadora, la baja de los precios del petrolero y nuestro déficit fiscal (desequilibrio interno). Y el problema generado por SAR-COVID 2019 en nuestra economía, un shock en oferta y demanda, como explique por este medio en la columna anterior.
Esta semana el Banco Emisor anuncio la disminución de los encajes de los depósitos a la vista (cuentas corrientes) de 11% a 8 %, con una disminución de 3% y una disminución de los encajes para los depósitos y exigibilidades a plazos (CDT) de 4,5% a 3,5%, para aumentar la liquidez del sistema financiero entre nueve y diez billones aproximadamente.
Así aumentar la oferta monetaria real M1, también anteriormente anunció la compra de TES y bonos de deuda privada por 10 billones de pesos en una operación de mercado abierto de expansión, de la cuales ha gastado 8 billones de pesos para inyectar mas liquidez; con el objetivo de bajar las tasas de interés real de manera más rápida. Ya que la disminución de la tasa de referencia de 4,25% a 3,75% se tardaría en promedio de seis a nueve meses en reflejarse en el mercado, para beneficiar a los agentes económicos, en este caso familias y organizaciones.
Y de esta forma tratar de incentivar el consumo de las familias y la inversión de las organizaciones, aumentando la demanda agregada, dar liquidez al mercado de deuda pública e incentivar a los bancos a prestar dinero.
Como dicen los libros de texto de macroeconomía intermedia, si el banco central compra los TES, aumenta el precio inicial de estos por la mayor demanda y disminuye su tasa de interés, como se aprecia en la siguiente formula: i↓=(pFb-↑PIb)/ ↑pIB, como se define la tasa de interés de los bonos donde:
I= tasa de interés de los bonos
pFb=precio final de los bonos
PIb= precio inicial de los bonos
Hasta este momento se nota que el objetivo del Banco de la República era aumentar la liquidez para tratar, según la ortodoxia económica, de disminuir el shock de oferta y demanda de SAR-COVID 2019 y los precios del petróleo.
Pero después vino el anuncio del Ministerio de Hacienda por medio del decreto 562, publicado por el Dapre, expedido por las facultades dadas al presidente por el artículo 215 de la Constitución, para declarar el Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica. Por el cual los intermediarios financieros (bancos) del mercado primario de deuda están obligados a comprar los TDS (Títulos de Solidaridad) hasta el 3% de encaje bancario de depósitos a la vista y el 1% de encaje bancario de depósitos y exigibilidades a plazo.
Se argumenta que la liquidez de todas maneras va a llegar al mercado por el gasto del Estado y va a terminar aumentando la demanda agregada, Z↑= Consumo + Inversión + ↑Gasto publico + (Exportaciones-importaciones). Pero se olvida de manera intensional que esto va a causar que las tasas de interés real no disminuyan todo el porcentaje que quiere el emisor.
Esto va tener como un efecto rebote que aumentará las tasas de interés de los TES, manteniendo la tasa real casi igual y se demore la transmisión de la rebaja del poco porcentaje de la disminución de la tasa de interés real a los agentes económicos.
Por lo cual, no se va a incentivar el consumo ni la inversión y la demanda agregada tampoco, igualmente se va a motivar a los intermediarios financieros que la mayor liquidez que disponen (gracias a los esfuerzos del banco central) no lleguen a préstamos para aliviar a las familias ni a las empresas, en este momento que se requiere mayor liquidez.
Sino que los bancos lo inviertan en TES, que son mas seguros y con tasas de interés mas atractivas, cosa distinta hubiera pasado si el Banco de la República (operación de mercado abierto expansivo) hubiera comprado los TDS por los 9 o 10 billones de pesos en promedio, para financiar este al Estado de manera disimulada, para hacerle el quite a la norma (ya que el banco central no puede prestar directamente dinero al gobierno) esto ocasionaría dos ventajas por efecto rebote:
1) Se hubiera disminuido la tasa de interés de los TES, causando una disminución de la tasa de interés real al agente económico. Aumentando la liquidez al mercado y los préstamos a los agentes económicos (familias y empresas) que tanto se necesitan.
2) Si el Banco central comprara los TDS, el costo para el gobierno es cero, porque lo que paga como intereses se lo devuelve el emisor como utilidades.
En este momento necesitamos que la política monetaria y fiscal se complemente, trabaje mancomunadamente. Necesitamos una transformación, dejar de actuar por separado e ir cambiando el paradigma ortodoxo, de cada uno actuar por su lado.
El Estado debe incentivar la industria y la agricultura a largo plazo para aumentar las exportaciones. En mediano plazo debe hacer una reforma tributaria progresiva. También cambiar el modelo de inflación objetiva y de tasa de cambio flotante, para transformar el panorama actual donde el ahorro es mayor al gasto, mostrando empíricamente que la Ley de Say no se está cumpliendo, en este mundo de tasas de interés de 0%.
Y por último, quizás el objetivo del gobierno es aumentar las utilidades del sector financiero para protegerlos en este momento de crisis ¿Por eso no se entiende lo que están haciendo?