Pacientes con esclerosis múltiple son evaluados con pruebas más efectivas
Para identificar los cambios en la función motora de los pacientes con esta enfermedad, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) proponen una serie de pruebas físicas que permiten realizar una evaluación válida y confiable de los miembros superiores e inferiores.
Dentro de los instrumentos elegidos para determinar la función de los miembros superiores están las pruebas de rotación de la moneda y la de los cuadrados, que evalúan velocidad, destreza motora y habilidades motoras finas, entre otras.
En cuanto a las que permiten evaluar la función de los miembros inferiores está la cronometrada de 25 pies, la de equilibrio monopodal y la de pararse y sentarse cinco veces. Estas miden la velocidad de la marcha, el equilibrio estático, la postura y la fuerza de las piernas.
Las pruebas se aplicaron en pacientes adultos de dos EPS, con la colaboración de neurólogos especializados en el manejo de esta enfermedad degenerativa y crónica del sistema nervioso central que afecta a adultos jóvenes. Las condiciones de la aplicación fueron que los participantes tuvieran diagnóstico clínico confirmado, sin tratamiento farmacológico, o que completaran más de tres meses en manejo médico.
Según explica la investigadora Ivonne Alba Coronado, especialista en Medicina Física y Rehabilitación de la U.N., al comparar las pruebas planteadas y la estándar se evidenció que todas las aplicadas –a excepción de la de pararse y sentarse cinco veces– tienen buena correlación y buena concordancia intraobservador, es decir que dan información válida y confiable sobre la limitación del paciente para realizar la actividad.
En cuanto a las pruebas aplicadas a extremidades superiores y compararlas con la CIF (clasificación internacional del funcionamiento, de la discapacidad y la salud) y el 9 Hole Peg Test (la prueba más utilizada en la actualidad para valorar los miembros superiores en pacientes con esclerosis múltiple), también se encontró que puede ser útil para hacer este tipo de evaluación.
Algunas de las ventajas de estas pruebas versus la estándar es que para su aplicación no se requiere de un entrenamiento avanzado; determinan de manera válida y confiable los cambios presentados por el paciente durante el transcurso de la enfermedad y el tratamiento; son fáciles de aplicar y de corta duración, y no requieren equipos especializados para su realización: basta con una hoja de papel, un lápiz, un celular con cronometro y una silla.
“Estas pruebas físicas son muy útiles porque al detectar cualquier cambio en la condición clínica se puede intervenir de manera precoz en el manejo médico y rehabilitador, brindándoles a los pacientes con esclerosis múltiple (EM) un tratamiento oportuno que permita anticiparse a la discapacidad”.
Limitaciones de la prueba estándar
Para evaluar los cambios neurológicos de los pacientes con EM se usa el instrumento reconocido universalmente como la Escala Expandida del Estado de Discapacidad (EDSS). Sin embargo esta presenta algunas limitaciones porque establece el estado clínico del paciente, mas no el grado de discapacidad.
Además requiere entrenamiento previo de los evaluadores, no mide eficientemente la función de los miembros superiores, y es útil para analizar las fases iniciales de la patología pero no las terminales, cuando el paciente ha perdido la capacidad de caminar.
Por eso la investigadora Alba Coronado planteó las nuevas pruebas, que permiten realizar el seguimiento clínico de la patología de manera válida y confiable; medir el impacto del tratamiento, y establecer el grado de discapacidad y las metas del programa de rehabilitación.
El trabajo se realizó con la tutoría y colaboración de los docentes del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación de la U.N., entidad ampliamente reconocida a nivel nacional e internacional gracias a su calidad y producción constante de publicaciones científicas y artículos de investigación en las diferentes sociedades científicas y académicas.