Nuevos registros de plantas consumidas por la danta
Se identificaron 74 especies de plantas consumidas por la danta o tapir de tierras bajas en la cuenca media del río Caquetá, de las cuales 30 son nuevos registros. Esta información servirá para trazar estrategias de conservación del animal y su hábitat.
BOGOTÁ D. C., 13 de enero de 2017 — Agencia de Noticias UN-
La preservación del tapir es clave, toda vez que estos animales –considerados como “ingenieros de ecosistemas”– dispersan semillas y regulan la diversidad de plantas en estratos bajos del bosque, a través de un consumo selectivo de vegetación, señala Juliana Vélez Gómez, magíster en Ciencias-Biología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
De las 74 especies identificadas en esta región del Amazonas, 50 son ramoneadas (consumo de hojas y tallos), y de estas 25 son nuevos registros; por otro lado, de los 24 frutos encontrados, cinco no se habían reportado antes en la dieta del animal.
La investigadora señala que muchos de estos alimentos están disponibles en un tipo de bosque denominado cananguchal, que se encuentra amenazado por cambios en el uso del suelo, expansión de la frontera agrícola y efectos del cambio climático.
Así mismo resalta que “la danta es muy selectiva a la hora de alimentarse, por lo que es importante conocer qué recursos consume y si estos están disponibles en el entorno en diferentes épocas del año. Con esto se pueden predecir las respuestas del tapir ante escenarios de cambio y diseñar estrategias de conservación de este animal, vulnerable a la cacería y a la pérdida de hábitat”.
La autora señala que uno de los principales aportes de esta investigación es que se amplía el conocimiento sobre los requerimientos alimenticios de estos animales, difíciles de estudiar por ser nocturnos, elusivos y solitarios.
Determinando el alimento de la danta
A partir de datos de telemetría satelital se identificaron las áreas en las que se alimenta el tapir y los recursos que encuentra en cada una de ellas. Después se estableció su dieta, analizando sus heces y registrando las plantas que habían sido ramoneadas.
La investigadora descubrió que las plantas preferidas por la danta pertenecen a las familias Rubiaceae, Melastomataceae y Fabaceae, las cuales también se encuentran disponibles en los cananguchales. Entre los nuevos registros se destacan la Salpichlaena volubilis, la Tovomita speciosa y la Cyclodium meniscioides.
En cuanto a los frutos preferidos, se destacan Mauritia flexuosa, Pouteria y Licania. Entre los nuevos registros resaltan la Couepia y Bixa.
La investigadora llama la atención del cambio de la dieta del animal según la época del año: hacia marzo, el 90 % corresponde al ramoneo de hojas y tallos y el 10 % a frutas, mientras que en agosto el 70 % es ramoneo y el 30 % frutas.
“El consumo de frutos aumenta en el periodo de fructificación de la palma Mauritia flexuosa. Cuando tiene este recurso, el tapir disminuye el ramoneo, el cual se vuelve muy selectivo y se limita prácticamente a la Rubiaceae”, explica.
Este estudio recibió el apoyo de Colciencias a través del proyecto “Efecto de la presencia de salados naturales en la distribución y uso de hábitat de la danta de tierras bajas (Tapirus terrestris) en el Amazonas colombiano”, dirigido por Dolors Armenteras, profesora asociada a la Facultad de Ciencias de la U.N.
Además contó con la financiación de la Dirección de Investigación de la U.N. Sede Bogotá y el programa “Socios para conservación de la Amazonia colombiana”, financiado a su vez por la Iniciativa para la Conservación en la Amazonia Andina y la Higher Education for Development.