Modelo matemático anticiparía intensidad de un sismo
El objetivo de este algoritmo es que, a partir de la utilización de una sola estación, se puedan determinar en muy corto tiempo los parámetros del sismo: magnitud y localización, para anticiparse a su llegada.
Así lo explica el profesor Luis Hernán Ochoa, del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien señala que la idea final es que la estación sismológica transmita directamente a una aplicación que, según el lugar donde se encuentre, permita calcular la intensidad con la que se va a sentir el terremoto en ese lugar.
El algoritmo se aplicó para calcular la distancia epicentral utilizando una señal de 10 segundos después del arribo de ondas primarias a una estación sismológica cercana a Bogotá, donde se probó con 863 registros de terremotos seleccionados entre el 1 de enero de 1998 y el 27 de octubre de 2008.
El algoritmo propuesto es fácil de implementar y se puede emplear directamente en campo con una sola estación, ya que hasta hoy se requieren varias estaciones sismológicas alrededor del sismo y a cierta distancia para localizarlo y calcular su magnitud, proceso que puede tardar de 3 a 5 minutos después del movimiento.
“La distancia del epicentro representa la longitud entre este y la estación sismológica; el epicentro es el área de la superficie sobre la proyección vertical del foco del terremoto”, detalla el docente.
“La densidad de las estaciones sismológicas alrededor de Bogotá no es suficiente, lo que hace que el tiempo utilizado para localizar eventos sísmicos sea más largo”, agrega.
El área de estudio corresponde a la Sabana de Bogotá y sus alrededores, donde existen algunos sistemas de fallas importantes, como el piedemonte llanero, La Salina, la Sabana de Bogotá e incluso el sistema de fallas de Ibagué. Además, Bogotá se ha construido sobre un suelo lacustre, que es un amplificador de ondas sísmicas naturales que produce un alto daño a las infraestructuras.
“Tomé las características de la señal de esos sismos y creé una tabla con aquellas de la señal de cada uno. A partir de los datos se calculó el parámetro y con una parte de esos datos se realizó el modelo “escondiendo” algunos datos para evaluar su desempeño”, señala el profesor Ochoa.
Luego se construyó una base de datos con todas las características de la señal de cada sismo y la respuesta que debería dar: magnitud, localización y profundidad, entre otros. Para determinar los detalles del sismo se tomaron los primeros cinco segundos de la señal que llega a la estación. “En ese lapso evaluamos la magnitud con 0,2 unidades de magnitud. También tuvimos buenos resultados con profundidad y azimut, que es la dirección de donde viene”, subraya.
El docente comenta que se está trabajando en dos frentes: utilizar la información de la Red Sismológica de la Universidad, hecha exclusivamente para la Sabana de Bogotá, y empezar a desarrollar la parte electrónica que permita tener una especie de software dentro de la estación, para que en cinco segundos lea la información y calcule la magnitud.
“Un sistema de alerta temprana sísmica emite una señal a unas pocas decenas de segundos antes de que llegue el movimiento más fuerte. En Puerto Rico y en India están interesados en trabajar con este modelo y ya los estamos asesorando para que entiendan en qué consiste”, concluye.