La tortuga, una mascota que necesita de mucho cuidado
Un exterior duro y un interior blando: las tortugas no son tan robustas como se suele creer. Como mascotas, muchas veces se subestiman sus necesidades.
Por eso, nadie debería adoptar una tortuga como mascota sin haber reflexionado a fondo.
Las tortugas suelen ser muy pequeñas al comprarlas pero llegan a medir luego 35 centímetros de largo y ya no entran en el acuario. La mayoría tiene además una alta expectativa de vida.
Algunas tortugas acuáticas cumplen hasta 50 años, mientras que las terrestres pueden llegar a los 100. Esto representa un desafío para sus dueños. No es raro que estos animalitos los sobrevivan.
Dado que muchas veces estos animalitos viven más que sus dueños o ya no entran en terrarios y acuarios, suele ocurrir que son abandonados o conservados en lugares demasiado pequeños.
Dejar las tortugas sueltas en la naturaleza suele ser una sentencia de muerte: gran parte de ellas muere a los pocos años por falta de alimento, neumonía o problemas de hígado y de riñones.