La soja cayó US$ 11 en Chicago y marcó el precio más bajo desde diciembre de 2020
El precio de la soja cayó más de US$ 11 en el mercado de Chicago tras conocerse el nuevo informe sobre oferta y demanda mundial de granos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), al cerrar en US$440,28, el valor más bajo desde diciembre del año pasado, mientras que el trigo fue el único grano que operó en alza.
El contrato de noviembre de la oleaginosa cayó 2,44% (US$ 11,02) hasta los US$ 440,28 la tonelada, a la vez que la posición enero bajó 2,39% (US$ 10,93), en US$ 444,28 la tonelada.
Los fundamentos de la baja radicaron en el aumento de las estimaciones de producción y de stocks de soja en Estados Unidos, por encima de lo esperado por el mercado.
El USDA proyectó una cosecha récord del país norteamericano de 121,1 millones de toneladas, 2 millones de las estipuladas el mes pasado y 900.000 toneladas previstas por los operadores.
Asimismo, los stocks finales también tuvieron un fuerte avance, al pasar de 5 millones de toneladas el mes pasado a 8.7 millones, mientras que la trilla avanza a buen ritmo, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Sus subproductos acompañaron la tendencia bajista el poroto, con una caída del 2,76% (US$ 36,82) hasta los US$ 1.292,70 la tonelada, mientras que la harina retrocedió 1,04% (US$ 3,64) para posicionarse en US$ 344,91 la tonelada.
Por su parte, el maíz cedió 1,96% (US$ 4,13) y se ubicó en US$ 205,70 la tonelada, debido a que la cartera estadounidense elevó de 380,93 a 381,49 millones de toneladas el volumen de la cosecha, contra los 380,33 millones esperados por los privados.
En cuanto a las existencias finales, las incrementó de 35,77 a 38,10 millones, frente a los 36,37 millones calculados por los operadores, puntualizó la corredora de grano Granar.
Por último, el trigo ganó 0,30% (US$ 0,83) y cerró a US$ 269,70 la tonelada, como consecuencia del recorte
las estimaciones de stocks globales.
El USDA redujo en 6 millones de toneladas sus proyecciones hasta las 277,2 millones, un recorte mayor a lo estimado por los operadores.
“Así, las existencias a final de campaña se ubican en un mínimo en cinco años, lo cual impulsa a los precios”, destacó la BCR.