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La ONU alerta de que “las crisis humanitarias en Yemen nunca han sido peores”

Oxfam afirma que Yemen hace frente a una “crisis oculta” de cólera en medio del coronavirus

MADRID, 28 Jul. 2020 (Europa Press) –

Naciones Unidas ha alertado este martes de que “las crisis humanitarias en Yemen nunca han sido peores” y ha recalcado que “la hambruna está nuevamente en el horizonte” y que las agencias humanitarias se están quedando sin fondos para hacer frente a la situación.

“El conflicto se está recrudeciendo otra vez. La economía está nuevamente hecha jirones”, ha manifestado el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, quien ha agregado que la pandemia de coronavirus “se está propagando sin control”.

Lowcock ha manifestado que “la retórica sobre Yemen es a menudo tranquilizadora, pero las acciones son incansablemente ruinosas”, antes de incidir en que “las hostilidades se están intensificando”, con 43 frentes activos, en comparación con los 33 que había en enero.

“El número de incidentes de conflicto que han causado daños a civiles ha aumentado en el segundo trimestre del año, por tercer trimestre consecutivo”, ha dicho, al tiempo que ha denunciado la muerte de más de 20 civiles en bombardeos achacados a la coalición.

Así, ha pedido a todas las partes que “hagan todo lo posible” para reducir los enfrentamientos y ha recalcado que “los yemeníes necesitan un alto el fuego”, antes de agregar que cerca de un millón de desplazados se encuentran en estos momentos de Marib, una de las zonas más afectadas por los combates.

“Si hay un asalto contra la ciudad, lo más probable es que haya oleadas de personas ya vulnerables abandonando la zona”, ha relatado, antes de pedir a los huthis que “avancen rápidamente” para poner en marcha el programa biométrico para la entrega de ayuda por parte del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Lowcock ha reiterado también que la financiación de las operaciones de ayuda humanitaria está “al borde del colapso” y ha confirmado “graves recortes en muchas de las actividades más esenciales”, que han provocado que se haya reducido de trece a cinco millones los beneficiarios de raciones de comida.

“Ocho millones han visto cómo sus raciones se reducían a la mitad. Recortes similares están afectando a millones de personas que dependen de la ayuda para conseguir agua, sanidad y otras necesidades”, ha puntualizado.

De esta forma, ha adelantado que cerca de 400 instalaciones sanitarias, incluidos 189 hospitales, se quedarán sin suministros de agua potable y medicinas en septiembre si no hay financiación, lo que dejaría a nueve millones de personas sin atención sanitaria.

“Sin más fondos, debemos esperar un gran aumento de los niveles de hambre, desnutrición, cólera, COVID-19 y, por encima de todo, muerte. Debemos esperar que mucha más gente muera”, ha alertado, antes de pedir a los donantes que “cumplan inmediatamente con sus compromisos”.

“La elección ante la que está el mundo es la misma que el mes pasado. Ayudar ahora a Yemen o ver cómo el país cae al abismo”, ha remachado Lowcock durante una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

APROVECHAR LA “VENTANA DE OPORTUNIDAD”

Por su parte, el enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, ha lamentado que las conversaciones de los últimos meses entre el Gobierno reconocido internacionalmente, liderado por Abdo Rabbu Mansur Hadi, y los huthis no ha derivado en un acuerdo.

Griffiths ha manifestado que estas conversaciones giran en torno a un alto el fuego, medidas económicas y humanitarias y el reinicio del proceso político para poner fin al conflicto. “Es importante que las partes sigan participando en el proceso”, ha señalado.

Así, ha recalcado que “las negociaciones deben concluir antes de que la ventana de oportunidad se cierre”, al tiempo que ha expresado su compromiso de “seguir intentando reducir las diferencias entre las posiciones de las partes”.

Sin embargo, ha reconocido que “para los yemeníes de todo el país la vida se ha convertido en algo despiadado” y ha expresado, en la línea presentada por Lowcock, que “Yemen está experimentando su peor época”.

“La situación militar no ha mejorado durante el último mes”, ha reconocido, antes de indicar que “la continuada campaña militar contra Marib ha tenido unas profundas consecuencias humanitarias y económicas”. “Fácilmente podría socavar las posibilidades de lograr un acuerdo de alto el fuego en todo el país y el fin de la guerra”, ha lamentado.

Griffiths ha sostenido que el nivel de violencia “no ha decaído” en la provincia de Hodeida y ha hecho hincapié en que, además, “todos los indicadores económicos están apuntando en la dirección contraria”, con aumento de los precios de los alimentos y una profunda depreciación de la moneda.

Por ello, ha incidido en que “existe el riesgo real de que estas negociaciones se salgan del carril y de que Yemen entre en una nueva fase de recrudecimiento prolongado, propagación no controlada de la COVID-19 y una caída económica grave y amenazante”.

“Lo he dicho antes y espero no tener que decirlo demasiado a menudo nuevamente. El próximo periodo pondrá a prueba la voluntad política de las partes para conseguir avances. Espero poder traer mejores noticias la próxima vez que nos reunamos”, ha zanjado.

OXFAM ALERTA DE UNA CRISIS OCULTA DE CÓLERA

A las advertencias se ha sumado durante la jornada la organización no gubernamental Oxfam Intermón, que ha afirmado que Yemen hace frente a una “crisis oculta” de cólera en medio de la pandemia de coronavirus, con un sistema sanitario destruido a causa del conflicto.

La organización ha apuntado que “miles de personas podrían estar muriendo en Yemen por casos no detectados de cólera, ya que la COVID-19 ha puesto en jaque las instalaciones de salud del país y las personas no están acudiendo a los centros de tratamiento por miedo al virus”.

De esta forma, ha advertido de que es probable que el número de casos de COVID-19 aumente en las próximas semanas, mientras que las fuertes lluvias previstas para agosto podrían profundizar la crisis causada por el cólera.

Oxfam Intermón ha apuntado que el número de casos sospechosos de cólera desde marzo ha sufrido una disminución anormal, con una caída del 50 por ciento en el segundo trimestre –respecto a los más de 100.000 casos sospechosos del primero–, mientras que el año pasado aumentaron un 70 por ciento en este periodo debido al inicio de la temporada de lluvias.

“Yemen está en camino de una catástrofe terrible, ya que tanto el cólera como la COVID-19 podrían alcanzar su punto máximo en las próximas semanas”, ha dicho Muhsin Siddiquey, director de la ONG en el país asiático.

“La población necesita desesperadamente poner fin al conflicto que ha destruido las instalaciones de salud y ha dejado a las comunidades más vulnerables al virus”, ha resaltado, al tiempo que ha indicado que “en lugar de mostrar que Yemen tiene el cólera y la COVID-19 controlados, los bajos números oficiales demuestran exactamente lo contrario”.

Por ello, ha argüido que “la falta de instalaciones de salud que funcionen y la gente asustada para recibir tratamiento significa que los números que sufren estas enfermedades no están siendo bien registrados”.

La ONG ha hecho igualmente hincapié en que la falta de fondos está afectando a la respuesta y agravando la situación. “El mundo se está recuperando del golpe económico que recibió el coronavirus, pero eso no debería significar que los millones de yemeníes que ya sufrían hambre, enfermedades y conflictos deban ser abandonados a su suerte”, ha dicho Siddiquey

“Yemen necesita urgentemente que la comunidad internacional aumente los fondos para garantizar que todos aquellos que han tenido que huir de sus hogares, luchar contra las enfermedades o enfrentar el hambre obtengan la ayuda vital que necesitan”, ha puntualizado.

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