La OMS critica egoísmo de los países ricos y de las farmacéuticas
– El mundo está al borde de “un fracaso moral catastrófico respecto a la distribución equitativa de las vacunas contra la covid-19”, advirtió este lunes 18 el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Grebreyesus.
En la actualidad “se han administrado más de 39 millones de dosis de vacunas en al menos 49 países de ingresos más altos. Solo se han administrado 25 dosis en un país de ingresos más bajos. No 25 millones, no 25 000, solo 25”, recalcó Gebreyesus.
El responsable criticó “el egoísmo de los países ricos y las farmacéuticas”, con contratos bilaterales que provocan aumento de los precios y obstaculizan la iniciativa Covax, emprendida por la mayoría de las naciones del globo para para garantizar un acceso equitativo a las inmunizaciones.
“Esto está mal y el precio de este fracaso se pagará con vidas y medios de subsistencia en los países más pobres del mundo”, aseguró Tedros en un fuerte discurso ante la Junta Ejecutiva de la OMS.
La situación “se ve agravada por el hecho de que la mayoría de los fabricantes han priorizado la aprobación regulatoria en los países ricos donde las ganancias son más altas, en lugar de presentar expedientes completos a la OMS”.
El resultado puede ser un retraso en las entregas para Covax -que espera distribuir equitativamente 2000 millones de dosis en los próximos meses- y crear exactamente el escenario más temido, el de “acaparamiento, un mercado caótico, una respuesta descoordinada y una disrupción social y económica continua”, dijo Tedros.
El enfoque de “yo primero”, adoptado por países ricos no solo deja en riesgo a las personas más pobres y vulnerables del mundo, sino que es contraproducente, y, en última instancia, acciones de ese tipo solo prolongarán la pandemia, las restricciones necesarias para contenerla y el sufrimiento humano y económico, aseveró.
La equidad de las vacunas no es solo un imperativo moral, sino estratégico y económico, recalcó el director de la agencia de salud de la ONU.
Argumentó que, según estudios recientes, 10 países de ingresos altos podrían beneficiarse, con 153 000 millones de dólares en ingresos en 2021 y hasta 466 000 millones en 2025, si en lugar de sus actuales políticas con la vacuna adoptan la de distribución equitativa entre todos los países.
Esos ingresos son más de 12 veces el costo del “ACT Accelerator”, el mecanismo de aceleración en la obtención de vacunas, que acompaña la Covax, dijo Tedros.
“Hemos superado barreras científicas, legales, logísticas y normativas. Hemos obtenido 2000 millones de dosis de cinco productores, con opciones para más de 1000 millones de dosis más, y nuestro objetivo es comenzar las entregas en febrero. Covax está listo para ofrecer aquello para lo que fue creado”, aseveró.
En su opinión, “no es demasiado tarde” para abordar la distribución más equitativa de las vacunas, y por eso llamó a todos los países a trabajar juntos “para garantizar que durante los primeros 100 días de este año se esté vacunando a los trabajadores de la salud y las personas mayores en todos los países”.
Expuso que “es necesario cambiar las reglas del juego de tres maneras”, la primera de las cuales es que los países con contratos bilaterales -y control de suministro-deben ser transparentes en sus contratos con Covax, incluidos los volúmenes, precios y fechas de entrega.
Eso exige que esas naciones den más prioridad a Covax para recibir las dosis y compartan sus propias dosis, especialmente una vez que hayan vacunado a sus propios trabajadores de la salud y a las poblaciones mayores, para que otros países puedan hacer lo mismo.
Los productores de vacunas deben proporcionar datos completos a la OMS para su revisión regulatoria en tiempo real y para acelerar las aprobaciones. Los productores deben permitir a los países con contratos bilaterales compartir las dosis con el mecanismo Covax.
Y, finalmente, los países productores de vacunas deben utilizar solo aquellas que cumplan con rigurosos estándares internacionales de seguridad, eficacia y calidad, y deben acelerar la preparación para su despliegue.
Colocó como “desafío” que cuando llegue el Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, las vacunas covid-19 se estén administrando en todos los países, como símbolo de esperanza para superar tanto la pandemia como las desigualdades que acechan. “Espero que esto se haga realidad”, concluyó Tedros.
A-E/HM