Entrevistas

Historiador judeocolombiano: ‘Estoy de acuerdo con la necesidad de establecer un Estado palestino’

José Guillermo Ángel Rendón, profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana de Colombia, habló con la Agencia Anadolu sobre el desahucio a familias palestinas en el barrio de Sheikh Jarrah de Jerusalén Este y el reciente alto al fuego en Gaza.
Por: Sinan Doğan / Anadolu

Pese a que han pasado más de dos semanas desde la entrada en vigor del alto al fuego entre los grupos de resistencia palestina e Israel, la violencia vivida durante los 11 días de ataques a la Franja de Gaza y sus consecuencias siguen ocupando la agenda internacional.

José Guillermo Ángel Rendón, historiador y profesor judeocolombiano de la Universidad Pontificia Bolivariana de Colombia, compartió con la Agencia Anadolu su punto de vista sobre estos acontecimientos.

Agencia Anadolu (A.A.): ¿Cómo percibe la situación entre Palestina e Israel y el desahucio de familias en el barrio de Sheikh Jarrah?

José Guillermo Ángel Rendón (J.A.) Hay que establecer algunos puntos fundamentales. Entre ellos, que no se ha logrado una convivencia real con los árabes que viven dentro de Israel. Eso es un problema. En 1967 entran los Israelíes a Jerusalén, que tenía una parte árabe que le pertenecía a Jordania. Entonces, las tropas israelíes se apoderaron de la ciudad y los árabes que vivían en Jerusalén siguieron viviendo allí.

Ahora, con respecto a Sheikh Jarrah, el problema está en la pregunta ¿a quién le pertenecían esas casas antes de 1948? Ahí es donde está el problema. Un tribunal decide que esas personas del barrio, seis familias, deben irse. Dentro del mismo Israel, hay israelíes que se preguntan cómo se compensarán a estas personas porque también debe haber justicia. Una justicia establecida no solo por el tribunal sino por una conciencia judía.

Desde el punto de vista de la consciencia, a uno le duele que estas personas tengan que abandonar sus casas.

Uno ve esta situación como parte de la crueldad humana. Cómo somos crueles pudiendo resolver los problemas de otra manera. Uno desde afuera no justifica lo que está pasando en Jerusalén. Sobre todo nosotros que vivimos en países con problemas no lo justificamos. Pero hay una legislación que no nos cubre a todos los judíos sino a los israelíes y a la gente que vive en ese país.

A.A.: ¿Cuál sería la mejor solución para resolver el conflicto?

J.A.Yo estoy de acuerdo con un escritor israelí llamado Amos Oz, quien planteaba, primero, la necesidad de que se cree un Estado palestino. Hay que organizarlo, no puede ser una tierra solo de refugiados ni una tierra donde solo se mueven las emociones, hay que crear ese Estado. ¿En qué condiciones? La historia muestra cómo ciertos pueblos se van uniendo a otros y forman una convivencia que es sana para ambos lados, como en el caso de los kurdos y los turcos, y cómo se logran unir en un momento determinado y se integran.

Otro pensador Israelí, que murió hace un par de años, decía ‘yo voto por un país entero, donde nos tenemos que unir unos con otros porque Israel no puede ser un gueto encerrado. La historia nos obligará a unirnos unos con otros’. De hecho, ya existe una unión poderosa entre palestinos e israelíes: el comercio.

La gente ve en el comercio un primer acuerdo al decir ‘si estamos negociando, necesitamos del trabajo de unos y otros’. Creo que a partir de los negocios, y estamos en una tierra donde la gente sabe negociar, nos terminaremos uniendo, de una u otra manera.

Yo veo la posibilidad de que haya un país palestino con un Gobierno establecido, con unas instituciones a través de las cuales empiece a disminuir el odio y el miedo, y se amplíe la relación entre los seres humanos, porque somos seres humanos, unos al lado de otros. Si se ha logrado pactar la paz con Egipto, Jordania y Arabia Saudita; se puede pensar en un acuerdo con los palestinos. Mi posición es muy pacifista, pero es real, porque por más que se traten de destruir, la solución nunca será someter a nadie, siempre será dialogar y pactar.

A.A.: ¿Ser sionista y ser judío es lo mismo?

J.A. Son dos cosas diferentes. El sionismo es una ideología política a través de la cual se creó el Estado de Israel. La mayoría de los judíos del mundo simpatizan con el sionismo, pero no todos. Por ejemplo, hace poco murió un gran pensador judío inglés llamado George Stainer que no era sionista.

Además, hay grupos de judíos ortodoxos que no admiten el sionismo porque dicen que el Estado lo debe crear Dios y no una entidad política. Entre los judíos hay sionistas, pero hay mucho judío que no lo es. No se puede comprometer a todos los judíos.

A.A.: ¿La comunidad judía en Colombia habla de esta situación?

J.A. Es difícil de responder porque hay distintas posiciones. Hay gente en Colombia que tiene familias en Israel y ven los acontecimientos como una semana que ‘le perteneció al diablo’.

No se sabía que desde Palestina se pudieran lanzar tantos misiles, y la respuesta israelí fue muy violenta. La gente estaba tranquila, aquellos que estaban terminando el Ramadán se preparaban para la fiesta en la mezquita al Aqsa, pero apareció el detonante, el problema de las seis casas en el barrio de Jerusalén.

A.A.: ¿Qué espera usted de la tregua?

J.A. Espero que la tregua lleve a un acuerdo porque, en estas condiciones, la gente va a tener más miedo. El miedo se desborda, se vuelve cruel y duro. Sin embargo, hay un clima que es muy extraño en la zona.

En un audio que enviaron desde Israel alguien decía: ‘Ayer estábamos escondidos en los sótanos y hoy la gente está como si no hubiera pasado nada’.

Y lo mismo veo yo en Gaza, luego de los edificios destruidos, la vida se normaliza de un día para otro y la violencia estalla de un día para otro. ¿Cómo vivir en esta situación?

Todo el mundo vive el presente no más, aprovechemos el día que tenemos porque mañana podemos perecer. Esto causa dos enfermedades psicológicas: la paranoia, el miedo permanente al otro, y la esquizofrenia. Eso es lo que se mueve en la zona. Parecería que la razón cada vez desaparece más y las reacciones son cada vez más violentas, de lado y lado.

Esto hay que pararlo de alguna manera y empezar, como decía Amos oz, a sentarnos a comer juntos, porque la comida nos une. Cuando una persona come con otra es porque quiere que la otra siga viva. Empecemos a trabajar juntos, hay muchas cosas en común, todos quieren estar vivos, necesitan agua, desean que sus hijos no tengan miedo. Al notar todo esto la gente querrá pactar.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con esta nota desde Ankara.

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