González Laya pide rebajar la tensión comercial entre la UE y EEUU porque “la volatilidad es enemiga de la recuperación”
La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, considera que Europa y Estados Unidos deberían rebajar la tensión y los contenciosos en el ámbito comercial, económico y de inversión, por responsabilidad para reimpulsar la economía.
“Lo que necesitamos es trabajar juntos para reducir las sanciones, porque las sanciones aumentan la volatilidad y la volatilidad es la enemiga de la recuperación”, ha dicho.
González Laya ha impartido una conferencia organizada de forma telemática por la Fundación Rafael del Pino, el Belfer Center for Science and International Affairs de la Harvard Kennedy School y la IE School of Global and Public Affairs.
En ella ha defendido que los ciudadanos, no solo los de Europa y Estados Unidos, necesitan que la economía se recupere, de manera que estas dos grandes economías tienen que encontrar una forma de resolver sus diferencias económicas, incluidas la vertiente tecnológica o la impositiva.
Actualmente, el proyecto europeo de impuesto a los servicios digitales y los aranceles estadounidenses en respuesta a las ayudas europeas a Airbus son elementos de fricción a ambos lados del Atlántico.
La ministra ha opinado que actualmente el corazón del vínculo trasatlántico “no late como debería” y ha propuesto renovar la relación en tres áreas, empezando por esa relación económica para salir de la crisis y, de paso, ayudar a las economías latinoamericanas, africanas o asiáticas a salir del impacto de la pandemia de Covid-19.
En segundo lugar, ha llamado a trabajar juntos para resolver conflictos que ya existían pero que se han agravado, como las guerras en Siria y Libia, el conflicto israelo-palestino o las violaciones de derechos humanos.
También ha apostado por colaborar “con” las economías latinoamericanas, no “sobre” ellas ni competir por la influencia en la región. En tercer lugar, ha apostado por reconstruir el multilateralismo de una forma adaptada al mundo globalizado actual, algo para lo que, a su juicio, la pandemia ha brindado una oportunidad para un sistema que nació de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial.