Felipe A. PriastOpinón

GOMORRA

Yo no soy muy seguidor de Gilberto Tobón, entre otras cosas porque me parece que su acto es un tanto “kabuki”, mucho gesto dramático, mucha frase efectista, aunque admito que es un tipo razonable y con buen criterio.

Sin embargo, hoy no puedo más que estar de acuerdo con él cuando dice que la decisión del “Día sin IVA” es consistente con otros comportamientos inexplicables de los colombianos, como el voto del “No” por la paz o la práctica de cambiar el voto por un tamal.
Colombia no es un país de gente inteligente, esa es la realidad, y al parecer, la felicidad de la gente está asociada íntimamente al consumismo.

Lo que pasó ayer en Colombia sólo se explica como una adicción al consumismo. La psicología de lo que pasó ayer va más o menos así: “Llevo 3 meses encerrado, hoy voy a ser feliz, hoy me voy a comprar una TV de “60 para ser feliz aprovechando que no hay IVA y me importa un culo si me enfermo de Covid”.
Los bienes materiales como única fuente de felicidad. Ni siquiera aquí, en Estados Unidos, he visto esta adicción. Yo estoy profundamente impresionado con el materialismo ABSOLUTO (esa, creo, es la palabra correcta) de los colombianos.

Mi teoría es que dicha adicción al consumismo es derivada del narcotráfico, de la cultura del bienestar material “artificial” que provee el narcotráfico. “Dime que tienes y te diré quién eres”, es la frase que mejor define al colombiano.

De pronto el que es diferente soy yo pues no existe nada material en este mundo que me hubiera hecho salir a arriesgar un contagio de Covid como el que vimos ayer en Colombia.
¿Arriesgar la vida por una licuadora o una aspiradora? Tú me tienes que estar jodiendo.
Para mi, ese “atajaperros” de ayer no fue otra cosa que una ventana a la psicología del colombiano del común, un vistazo a la mente burguesa y consumista del colombiano narcotizado.

Y sin embargo, lo de ayer también ha sido bastante iluminador en lo político. Después de lo visto ayer estoy seguro de que Colombia nunca será socialista, ¡jamás!
Somos un país de tenderos, de pequeños burgueses adoradores de los bienes materiales. El día que en Colombia escasee el papel higiénico, o los TVs de 60”, la gente marchará y protestará como nunca lo ha hecho por los cientos de líderes sociales asesinados.

Que quede para el récord: un colombiano arriesga la vida por una televisión de pantalla plana sin IVA, pero jamas lo hará para protestar por la muerte de uno de sus congéneres.

Los colombianos no le hemos vendido el alma al diablo, ¡no señor! La empeñamos en El Monte de Piedad para sacar una Sony Smart de 60”.

Gomorra es el Jardín del Eden comparado con Colombia.

*Las opiniones expresadas en este documento no han sido sometidas a revisión editorial, son de la exclusiva responsabilidad de los autores y pueden diferir con las del The Cartagena Post.

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