Foro energético intercontinental debatirá sobre los desafíos poscovid
Por Emilio Godoy
– La recuperación económica tras la pandemia de covid-19, la energía renovable, la situación del gas, las regulaciones e inversión; movilidad y transporte, así como las nuevas tecnologías y los avances del Acuerdo de París serán debatidos en la Conferencia sobre Energía de Madrid, que se realizará del 28 de septiembre al 2 de octubre.
Jeremy Martin, vicepresidente del no gubernamental Instituto de las Américas (IA), explicó a IPS, desde su sede en la localidad costera de La Jolla, en el estadounidense estado de California, que la segunda Conferencia sobre Energía de Madrid ha debido ajustar su formato al virtual, como han tenido que realizar todos los encuentros desde marzo.
“Pero las metas y objetivos son las mismas: abordar la forma en que la energía es generada, distribuida y consumida, así como la inversión necesaria en América Latina para conducir la transición energética y su nexo con Europa”, explicó el vicepresidente del Instituto organizador de la Conferencia.
El diálogo, cuya primera edición se efectuó en 2019 en la capital española, reunirá a ministros y viceministros de varios países de América Latina y el Caribe, así como 20 presidentes de empresas y más de 400 delegados de organismos internacionales, como las intergubernamentales Agencia Internacional de Energía y la Organización Latinoamericana de Energía, y a expertos de ambos continentes.
El primer día de debates se centrará en la relevancia del Acuerdo de París sobre cambio climático, suscrito en 2015; la crisis climática en el contexto de la pandemia, y la situación de la energía renovable en América Latina.
Para la segunda jornada, los temas giran alrededor del financiamiento de la recuperación poscovid y la transición energética hacia modelos más bajos en carbono y fusiones y adquisiciones en el ramo energético.
El tercer día se enfocará en almacenamiento energético en baterías y redes de transmisión del fluido; movilidad, transporte y transición energética y redes inteligentes de transmisión.
En el cuarto grupo de sesiones, los expositores discutirán sobre el gas, la perspectiva de las corporaciones petroleras y el papel e impacto de las regulaciones sobre las compañías de hidrocarburos.
El cierre de la Conferencia virtual tratará de digitalización del ramo energético e inteligencia artificial, captura y almacenamiento de carbono (CO), el gas generado por las actividades humanas responsable del recalentamiento global, y metano, cuyo poder contaminante es superior al del CO, y la situación del hidrógeno, visto como alternativa a los combustibles fósiles, en América Latina y Europa.
A causa de la pandemia de coronavirus que apareció en China a finales de 2019 y se ha expandido rápidamente por todo el mundo, las naciones han sufrido recesión económica, caída en el consumo energético y el turismo, así como miles de decesos y destrucción de empleos.
Ante ello, los países han aplicado paquetes de medidas sociales y económicas con diferentes grados de profundidad.
Para el mexicano Leonardo Beltrán, investigador no asociado del Instituto de las Américas y participante del foro, la conferencia atrae a los actores más relevantes para consolidar el diálogo energético.
“Hay líderes de opinión, ejecutivos de empresas que desarrollan negocios y tecnología, funcionarios. El foro permite el intercambio de ideas y se puede desarrollar una nueva visión y así consolidar la integración energética para la región”, declaró a IPS en Ciudad de México.
También va a permitir analizar los avances del Acuerdo de París , que para Beltrán es determinante “ahora más que nunca”, por las secuelas de la pandemia, como el brusco frenazo de la economía mundial, la reducción del consumo energético, la contracción del turismo y la interrupción del comercio.
“Forzados por la pandemia, observamos los efectos de industrias altamente contaminantes, que tienen una gran huella de carbono y que por lo mismo se pone la lupa sobre esos sectores. La fuente de esas emisiones es la combustión fósil”, dijo.
El también ex subsecretario de Energía recordó que Acuerdo de París está vinculado con los esfuerzos que tienen que hacer sus gobiernos participantes y cuyos avances serán tema de diálogo durante la Conferencia. “Cada uno se comprometió a reducir su huella con metas de corto, mediano y largo plazo”, recordó.
Beltrán consideró que en términos globales, América Latina puede exhibir en la Conferencia “un amplio margen de maniobra” debido a su baja huella de carbono y una matriz energética limpia en niveles crecientes.
Además, el plan de la Unión Europea (UE) “Próxima Generación UE”, anunciado en junio y de 830 000 millones de dólares, puede servir de modelo para América Latina, pues más de la tercera parte se destinará a proyectos para aumentar la eficiencia energética, disminuir la dependencia de combustibles fósiles y preservar la naturaleza. El financiamiento estará sujeto a requisitos ambientales.
Martin coincidió con la existencia de diferentes alternativas europeas de las que puede nutrirse la región latinoamericana.
“Nuevamente este año recurriremos a los desarrollos en Europa con la mirada puesta en cómo pueden contribuir con los marcos de política e inversión en América Latina”, dijo.
“Sin lugar a dudas, la pandemia y la crisis que ha desatado han llevado a una creciente atención y clamor para redoblar esfuerzos hacia una transición energética que ayude al mundo a reducir las emisiones de CO2”, añadió.
El especialista recalcó que en muchos países latinoamericanos se ha acentuado cómo administrar los hidrocarburos, con el lente en la transición energética.
Empresas europeas de energía mantienen fuertes inversiones en la región y la UE ha destinado líneas de cooperación para ayudar ante la pandemia.
Mechthild Wörsdörfer, directora de Sostenibilidad, Tecnología y Panoramas de la intergubernamental Agencia Internacional de Energía (AIE) y expositora en la Conferencia, dijo a IPS que “el hecho de contar con un conjunto de objetivos de política, programas y canales de prestación de servicios financieros preexistentes puede ayudar a los países a aplicar más rápidamente medidas de recuperación”.
La funcionaria de la entidad de cordinación energética de los grandes países industriales puntualizó desde París, sede de la AIE, que además pueden propiciar que esas medidas “sean coherentes con los objetivos nacionales de sostenibilidad a medio y largo plazo”.
Wörsdörfer también consideró que los planes de recuperación de la crisis económica por la covid pueden vincularse con el Acuerdo de París mediante las medidas que los países adoptan para cumplir el tratado, “para ayudar a seleccionar medidas de recuperación que también permitan alcanzar los objetivos climáticos y otros objetivos de sostenibilidad”.
Todo eso se dialogará en la virtual segunda edición de la segunda Conferencia sobre Energía de Madrid, que analizará los desafíos que la pandemia y la pospandemia han colocado a un sector que ya estaba sometido a los especiales retos de una transición histórica en sus fuentes, matriz y consumo.
ED: EG
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