Etiopía restaura la práctica totalidad del acceso a Internet tras su bloqueo a raíz de las últimas protestas
El Gobierno de Etiopía ha restaurado este jueves la práctica totalidad del acceso a Internet, bloqueado el 29 de junio a consecuencia de las protestas por el asesinato de un conocido cantante, que se saldaron con la muerte de cerca de 250 personas.
“¡Bienvenido de vuelta, Etiopía! Los datos de red en tiempo real muestran que la mayoría del país y la red de telefonía móvil está nuevamente conectados”, ha destacado el observatorio NetBlocks a través de su cuenta en la red social Twitter.
El organismo ha destacado que el bloqueo ha durado 23 días, lo que supone que se ha convertido en el más grave en el país desde la intentona golpista de junio de 2019 en la región de Amhara, que se saldó con decenas de muertos, entre ellos el jefe del Estado Mayor del Ejército, Seare Mekonnen.
El servicio de Internet en el país depende de la compañía estatal Ethio Telecom, que cuenta con el monopolio y que ya ha procedido a varios cortes a raíz de protestas o de la celebración de exámenes, argumentando que el objetivo era evitar que los alumnos copiaran.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, afirmó la semana pasada que los “instigadores” de las protestas están “bien identificados” y ha vuelto a prometer que se hará justicia a las víctimas en los incidentes, desencadenados tras el asesinato del cantante Hachalu Hundessa.
El propio Abiy aseguró el 3 de julio que detrás de las protestas por el asesinato de Hachalu hubo un intento de “provocar una guerra civil y violencia intercomunitaria”. Varios destacados políticos y activistas, entre ellos Jawar Mohamed, están siendo juzgados por su supuesto papel en los incidentes.
Hachalu, de etnia oromo, fue asesinado por desconocidos en la capital, Adís Abeba, lo que provocó una gran conmoción en el país, en particular entre los miembros de su etnia, la mayoritaria en Etiopía. El cantante también era considerado un activista de los derechos de los oromo.
Los incidentes tuvieron lugar en medio del incremento de las tensiones en el país por el aplazamiento indefinido de las elecciones generales –previstas inicialmente para agosto– a causa de la pandemia de coronavirus, lo que ha provocado una prolongación de los cargos electos, incluido el de Abiy.