Estructuras Socio-Económicas y Gobernanza
Desde finales del siglo XIX, la mayoría de las acciones más importantes de nuestras economías no fueron realizadas por individuos, sino por grandes organizaciones con estructuras internas complejas para la toma de decisiones: empresas, gobiernos, sindicatos y, cada vez más, incluso organizaciones internacionales. (Ha-Joo Chang). Dado que estamos iniciando una nueva época llena de: novedades tecnológicas, cambios en las organizaciones sociales, variedad de desarrollos políticos, etc., se examinarán en algunas entregas, de esta columna, el tratamiento del tema.
Se parte de que la economía “es la ciencia de la elección”. Cada individuo, como consumidor, posee un sistema de preferencias, que especifica qué cosas le gustan. Tomando en cuenta los precios del mercado de los diferentes productos o servicios, elegirá la combinación que le permita maximizar su utilidad. Generándose, como consecuencia, una expresión de libertad individual. Pero, por supuesto, los individuos podrán obtener lo que desean, siempre y cuando estén dispuestos a pagar el precio de lo demandado. Pero, no puede existir una autoridad superior que le diga a los individuos lo qué deberían desear y producir. Sobre esta base, los defensores del “libre mercado”, establecen que no hay una fuerte unión entre la libertad de elección de los consumidores individuales y su libertad política.
Ha surgido un término, “Gobernanza”, como palabra de reciente uso y que se ha acuñado con la misión de denominar a: la eficacia, la calidad y la satisfactoria orientación de un Estado, buscando establecer formas de actuar, que impulsen un modo de gestión de los asuntos públicos, fundamentados en la participación de la sociedad civil. La Gobernanza es el arte o modo de gobernar que tiene como propósito la consecución del desarrollo económico, social e institucional duradero, instando al sano equilibrio entre: el Estado, la Sociedad Civil y la Economía del Mercado.
La Gobernanza es un concepto emergente y abierto. No es ninguna negación de gobierno, ni de la gobernación. Es una particular manera de gobernar, buscando la resolución de problemas que afecten al interés general. No es una creación intelectual, sino práctica. Es una nueva forma de gobernar, separada del tradicional esquema jerárquico, que implica por igual la participación de: instituciones públicas, privadas, y del tercer sector,
Para que la gobernanza se convierta en Buena Gobernanza, se requiere: la existencia de un buen capital social, la implicancia activa y corresponsable de los actores privados-empresariales, así como el liderazgo de la alta función pública, y de los políticos que están al frente de las instituciones públicas de un territorio. El funcionamiento de la buena Gobernanza, se corresponde con: la dinámica de las redes políticas, las estructuras de acción públicas intergubernamentales y la aplicación de criterios de transparencia y responsabilidad en el ejercicio de la acción pública (Joan Prats).