El BID busca una “década de oportunidades” para América Latina
– El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) buscará en los próximos cinco años 80 000 millones de dólares para invertir en una “nueva década de oportunidades” para América Latina y el Caribe, se anunció al concluir la asamblea del organismo, dirigida de modo virtual desde esta ciudad caribeña.
El estadounidense Mauricio Claver-Carone, presidente del BID, dijo al cierre de la semana de asamblea que “a pesar de la peor contracción económica en 200 años, causada por el virus, si de aquí al 2025 podemos decir que no se perdió otra década en América Latina y el Caribe, entonces tuve éxito”.
El BID, que facilitó a la región un promedio anual de 12 000 millones de dólares, dispuso de 24 000 millones en el año de la pandemia covid-19 y espera sostener los financiamientos en 20 000 millones anuales si consigue una nueva capitalización, de parte de Estados Unidos y otros socios, por 80 000 millones de dólares.
Claver-Carone dijo que “ningún gobernador (representante de cada Estado socio del banco) rechazó esta propuesta”, que sería “la recapitalización más grande de la historia” del BID, creado en 1959. Sin embargo, por ahora se autorizaron estudios y exámenes para ese proceso que aun debe recorrer un largo camino.
El informe macroeconómico que conoció la asamblea señaló que el año pasado se produjo en América Latina y el Caribe el peor desplome de que se tenga registro desde 1821, de -7,4 por ciento en el producto interno bruto. La región, con ocho por ciento de la población mundial, tuvo 27 por ciento de las muertes por covid.
La región saldrá de la crisis de la covid con mayor endeudamiento, más pobre (la pobreza extrema pasaría de 12,1 a 14,6 por ciento de la población) y un aumento de la desigualdad del ingreso, según el reporte.
En 12 países de la región se perdieron 26 millones de puestos de trabajo entre febrero y octubre de 2020, cifra que cayó hasta 15 millones en febrero de este año.
Para 2021se prevé una recuperación de 4,1 por ciento del PIB y, a partir de 2022 y en los años sucesivos, una expansión moderada, de alrededor de 2,5 por ciento.
Esa hipótesis asume que los programas de despliegue de vacunas avanzarán según lo planeado, que las economías de la región se mantendrán abiertas, y que la economía global se recuperará vigorosamente.
Escenarios más pesimistas, con menor crecimiento de la economía global y potenciales choques financieros, colocarían el crecimiento regional en solo 0,8 por ciento en 2021 y caída de -1,1 por ciento en 2022. El escenario optimista vislumbra crecimiento de 5,2 por ciento este año y 3,9 por ciento el próximo.
El banco presentó su “Visión 2025, reinvertir en las Américas”, delineándolas áreas en las que se enfocará: integración regional, fortalecimiento de las cadenas de valor, apoyo a las pequeñas y medianas empresas para que reduzcan sus brechas de financiación, y priorizar respuestas a cuestiones de género y cambio climático.
El apoyo a las pequeñas y medianas empresas dispondrá de 1000 millones de dólares, y un capital semilla de 20 millones acompañará proyectos para la Amazonia, las nuevas iniciativas del Fondo Verde para el Clima (GCF en inglés), que alcanzan a 775 millones de dólares, dijo Claver-Carone.
El BID apoyará la “bioeconomía”, con “nuevos modelos de agricultura y ganadería sostenible, que no fomenten la deforestación”, dijo el ejecutivo. La Amazonia ha llegado a perder más de 30 000 kilómetros cuadrados de bosque en un solo año, como consecuencia de la deforestación, según organizaciones ambientalistas.
El organismo destacó los aportes sociales que los gobiernos han hecho durante la pandemia, pero advirtió sobre el déficit fiscal que provocan –pasó de tres a 8,5 por ciento del PIB entre 2019 y 2020- y el crecimiento de la deuda pública, equivalente a 58 por ciento del PIB en 2019 y 72 por ciento en 2020.
Según sus expertos, “una fuerte recuperación acompañada de reformas estabilizaría la deuda” en ese 72 por ciento, y luego podría comenzar a caer. Recomiendan dirigir mejor los programas sociales, optimizar las compras gubernamentales y emparejar los salarios públicos con los privados.
Finalmente, se anunció que Corea del Sur aportará 500 millones de dólares para proyectos del BID en infraestructura, energía, salud y tecnología, y que el país anfitrión, Colombia, recibirá del banco financiamiento por 1250 millones de dólares, la mitad de los cuales irá a programas de crecimiento verde y desarrollo sostenible.
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