Desarrollo de un mercado de trabajo
A principios de 2002, en Alemania, se puso en marcha un programa de reformas del mercado de trabajo y de la política social, que llevó el nombre de su presidente Peter Hartz, que fue quién dirigió la Comisión para encauzar las reformas. Hartz había dirigido recursos humanos de una empresa líder en el sector siderúrgico, y luego cambió a la misma posición, pero en Volkswagen. En ambos puestos había desempeñado un papel crucial en la modernización de la negociación colectiva, Apoyándose en procedimientos y convenios colectivos, de grandes empresas, con una fuerte presencia de trabajadores.
Alemania contaba con servicios público bastante deficientes. Lo que permitió ofrecerlos como una asistencia correcta al conjunto de los desempleados. Por ello, se transformó de manera absoluta la gestión del servicio público de empleo, con la inclusión de agencias públicas de trabajo temporal, Una atención absolutamente individualizada para los desempleados Asimismo se incluyó un sistema complementario de mejoras a nivel formativo, para que, a pesar de estar apartados del mercado laboral, pudieran adquirir las habilidades según las necesidades del mercado.
También se introdujo una mayor rigidez en el momento de otorgar las subvenciones por desempleo que mantenían una trayectoria especialmente generosa, En la Comisión de evaluación del mercado laboral alemán, se valoró como una de las principales causas del desempleo de larga duración. Tras la reforma, se llegó a reducir hasta un 30% esta prestación. El Beneficio por Desempleo -de larga duración – estaba asociado a los trabajadores de menor cualificación. Entre las diferentes medidas de flexibilización en el mercado laboral, se decidió eliminar las cotizaciones sociales a cargo del empleado en aquellos salarios que quedaban por debajo del referido Beneficio.
Hoy Alemania se presenta con un modelo de mercado laboral sólido, siendo el país europeo que mejor puedo sortear una crisis económica, con un leve crecimiento del desempleo, mientras que la mayoría de países vieron una amplia destrucción de sus puestos de trabajo y una reducción de la participación laboral.
Las ventajas de reformar el mercado laboral, lo es, para dirigirse al pleno empleo Lo primero que se debe valorar es qué ventajas le confiere al trabajador reformar mercado laboral para conseguir el pleno empleo. La principal es que en el ámbito de las finanzas públicas. Se reducen las prestaciones desempleo, por lo que los recursos generados por los trabajadores activos dejan de tener el objetivo de subvencionar la inactividad económica y pueden destinarse otras partidas e incluso, para la bajada de impuestos.
Que un trabajador dejé de estar inactivo tiene una consecuencia económica evidente: se pone a producir, lo que se significa generar su propia renta para más tarde intercambiarla en el mercado y favorecer el dinamismo de la economía. Por lo tanto, del pleno empleo nos beneficiamos todos.
Además, estar incorporado en el mercado laboral, permite al propio trabajador beneficiarse de la experiencia adquirida para incrementar su productividad, lo que llevará a mayores niveles de renta en el largo plazo. En la dinámica laboral es más sencillo ir adaptándose continuamente a los cambios que vayan surgiendo, frente a cualquier desempleado, alejado del mercado laboral.