Constructores de hidroeléctricas deberán reubicar especies en peligro
Ante el auge de las construcciones de hidroeléctricas en Antioquia, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) creó una guía para reubicar las especies de estas zonas sin que se vean afectadas.
La construcción de la Hidroeléctrica de Pescadero-Ituango, o Hidroituango, se convirtió en referente para que los biólogos elaboraran una clasificación y guía de la flora y la fauna de la zona con el fin de reubicarlas sin que sufran daños por las construcciones.
El documento busca servir de soporte para que las Empresas Públicas de Medellín construyan sus proyectos sin perjudicar las especies silvestres.
En esta guía, los investigadores resaltan, por ejemplo, que en el área de San Juan de Rodas (donde se reubicarán las especies) los techos (o zonas arbóreas) altos son muy densos y eso evita que la luz penetre y germinen las semillas. Por eso una idea es que se poden ramas secas para fortalecer el crecimiento del enramado, o lo que se conoce como rastrojo.
Por otra parte en la guía se afirma que la zona no puede tener pastizales para la ganadería pues la cantidad de excremento de vaca afecta las especies que viven en el sector y también evita la germinación de las semillas.
En cuanto a las especies, el grupo asegura que el 80 % podrá ser reubicado sin problema, siempre y cuando se adecuen las áreas húmedas para los reptiles y las zonas altas de los árboles para las aves.
Uno de los animales que podrá adaptarse con mayor facilidad a los cambios será la iguana. De acuerdo con la guía, “estas especies representan una amplia distribución en el paisaje y pueden ser reubicadas en sitios con características ambientales que les permita llevar a cabo la reducción, consecución de presas y refugio”.
Para garantizar la supervivencia de los demás reptiles –como serpientes y ranas–, los autores de la guía consideran que es necesario colocar rocas dispersas en los diferentes sitios, ya que estas podrán generar refugios para que las especies amenazadas eviten los predadores.
En cuanto a las aves, el ermitaño carinegro será la especie más fácil de trasladar a un nuevo hábitat, aunque la recomendación principal de la guía es que se aumenten los arbustos y flores para garantizar la reproducción y alimentación de las aves.
Los investigadores también recomiendan crear un programa de monitoreo de las aves migratorias y capacitar grupos locales de observadores de aves que puedan controlar las especies y llevar una bitácora de lo que ocurre con ellas.
En cuanto a la protección de los mamíferos, es necesario fortalecer la seguridad en la zona pues muchas de las especies que viven en estas áreas son víctimas del tráfico ilegal; es el caso del mico tistis, del mico cariblanco, la tatabra y el perezoso, entre otros.
Además se deben establecer señales viales que adviertan sobre la existencia de estas especies, ya que es frecuente que los conductores choquen con animales como el perrillo y el oso mielero.
Por último, los investigadores recomiendan evitar la tala de árboles grandes (que brindan refugio a los mamíferos) y reforestar las quebradas con especies de árboles nativas que ayuden a crecer el bosque.