Ancianos con demencia en riesgo de formulaciones inapropiadas
Cincuenta de 101 ancianos con demencia que llegaron a una clínica psiquiátrica de Bogotá lo hicieron con prescripción de medicamentos potencialmente inapropiados (por formulación o por omisión); durante la hospitalización, dicha situación afectó a 69 pacientes.
Cincuenta de 101 ancianos con demencia que llegaron a una clínica psiquiátrica de Bogotá lo hicieron con prescripción de medicamentos potencialmente inapropiados (por formulación o por omisión); durante la hospitalización, dicha situación afectó a 69 pacientes.
El doctor Daniel Villamizar, especialista en Geriatría de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), señala que “encontramos que es frecuente la formulación de medicamentos con riesgos adversos superiores al beneficio que ofrecen, y también se vio omisión de fármacos beneficiosos que necesitaba el paciente según su condición”.
El médico analizó con qué frecuencia se presentaba la prescripción potencialmente inapropiada de medicamentos en pacientes ancianos (mayores de 65 años) con demencia, en una clínica psiquiátrica en Bogotá.
Otros resultados de su estudio muestran que el 14,9 % de los pacientes ingresó a la clínica con omisión de medicamentos, condición que persistió durante la hospitalización, es decir que en la clínica no se les formularon las medicinas que necesitaban.
De los ancianos que tenían un medicamento formulado inapropiadamente en el hospital, 30% habían ingresado sin estos.
Así mismo, de los pacientes que tenían tres medicamentos inapropiadamente formulados en el hospital, 13 % habían ingresado sin medicamentos formulados de manera inapropiada. Estos datos muestran que durante la hospitalización la formulación potencialmente inapropiada incrementó.
Los medicamentos que se prescribieron de manera inapropiada con más frecuencia fueron comparados entre ambulatorios (los que traían los pacientes desde sus casas) e intrahospitalarios (los que fueron formulados durante la hospitalización).
En el caso de los ambulatorios se destacaron los medicamentos antipsicóticos atípicos, los inhibidores de bomba de protones –como el omeprazol– y los antiagregantes plaquetarios, como la aspirina.
De los intrahospitalarios, los más frecuentes fueron los antipsicóticos típicos, seguidos de los atípicos, los inhibidores de bomba de protones y las benzodiacepinas (medicamentos con efectos sedantes).
El doctor Villamizar explica que para la investigación la demencia –o trastorno neurocognitivo mayor– fue considerada como el deterioro cognitivo que produjera una alteración en dos o más dominios cognitivos (memoria, función ejecutiva y atención, entre otros), y a su vez tenga alguna alteración en la funcionalidad instrumental (capacidad de hacer compras, usar el teléfono, utilizar medios de trasporte, etc.).
El estudio mostró una asociación estadísticamente significativa entre tener medicamentos inapropiadamente formulados durante la hospitalización y la disminución de la funcionalidad básica de los pacientes (que fue medida utilizando el índice de Barthel) y hace referencia a actividades básicas de autocuidado.
Es decir, el uso de medicamentos potencialmente inapropiados puede conducir a deterioro funcional hospitalario que se traduce en que los pacientes presenten afectación en habilidades como, por ejemplo, vestirse, comer por sí mismos, subir y bajar escaleras, etc.
Para este estudio, que es la segunda parte de la investigación realizada por el doctor Juan Carlos Pérez de la U.N., se utilizó la herramienta conocida como criterios STOPP/START para determinar la presencia de prescripción potencialmente inapropiada. Esta se divide en dos componentes: criterios STOPP, que se refiere a los medicamentos o situaciones más frecuentes en las que se puede presentar formulación inapropiada, y START, que incluyen los medicamentos que fueron omitidos y son necesarios para el paciente.
“Es una herramienta de tamización que nos indica qué pacientes pueden tener una prescripción potencialmente inapropiada; sin embargo tiene limitaciones y no remplaza el juicio clínico, por lo que es recomendable hacer una valoración geriátrica integral en aquellos pacientes en los que se identifique con la herramienta prescripción potencialmente inapropiada”, agrega el investigador.
Así mismo, al hacer una revisión de la literatura, se analizó si existe asociación entre ser anciano y tener demencia con la prescripción inapropiada de medicamentos, se encontró que el deterioro cognitivo sí aumenta el riesgo de presentar una formulación inadecuada.
El experto puntualiza que la semiología de los pacientes es diferente, los ancianos con deterioro cognitivo no expresan de manera adecuada sus síntomas. Tienden a tener problemas de atención y de comportamiento, además de otros trastornos o enfermedades, lo que puede aumentar el riesgo de que sean mal formulados.