Análisis

ANÁLISIS: ¿Es Pakistán el ‘chivo expiatorio’ de la deshonrosa salida de Estados Unidos de Afganistán?

Los más altos funcionarios pakistaníes habían expresado que la situación en Afganistán no podía resolverse por medios militares y que era imprescindible una solución política.

Por: Omer Aslan* / Anadolu

Si bien aún no se conoce cómo será el nuevo gobierno en Afganistán el peso de los talibanes en él y la política interior y exterior que se seguirá, Pakistán está siendo señalado como el responsable de los recientes hechos, ya que se afirma que los rebeldes no hubieran podido avanzar de la manera que lo hicieron sin el apoyo de Islamabad. ¿Es justo ese señalamiento?

Relaciones Pakistán-EEUU durante el período de la ocupación

Las relaciones entre Pakistán y Estados Unidos comenzaron en 1950, pero no se trataban de una alianza. El interés de EEUU en el país se debía a la lucha contra la Unión Soviética y el comunismo, y Pakistán decidió tomar partido por Washington a causa de la amenaza india.

No pasó mucho tiempo antes de que la esperanza de Pakistán de que EEUU acudiría en su ayuda contra India se desvaneciera en la guerra de 1965 entre las naciones asiáticas.

La yihad afgana tampoco cambió la naturaleza de las relaciones entre Washington e Islamabad basadas en intereses.

Mientras que EEUU le brindó apoyo a Pakistán durante la ocupación soviética de Afganistán e hizo que otros países como Egipto y Arabia Saudita lo hicieran también, cuando los rusos se retiraron, dejó solo a Islamabad con los refugiados afganos, el problema de las drogas y la “cultura de la Kaláshnikov”.

Con el fin de la Guerra Fría, EEUU empezó a ver a India como un socio estratégico e impuso sanciones al programa nuclear de Pakistán, y no a las armas nucleares de India.

Durante la invasión estadounidense a Afganistán luego del 11 de septiembre, EEUU primero presionó a Pakistán a cooperar y después a llevar a cabo operaciones militares en la frontera con Afganistán con todos los riesgos y dificultades que eso conllevaba.

Mientras Pakistán brindaba apoyo a Washington en esta situación, EEUU, al igual que antes (y ahora), decidió de repente retirarse de Afganistán.

A pesar de las preocupaciones de Pakistán, EEUU alentó además a India a aumentar su presencia en Afganistán. La cooperación entre Washington y Islamabad allanó el camino para el surgimiento de los talibanes paquistaníes, siendo el propio Pakistán blanco de cientos de ataques terroristas a lo largo de la ocupación a su vecino.

Recientemente, EEUU amenazó con incluir a Pakistán en la lista de “países que financian el terrorismo”. El expresidente Donald Trump aseguró en un tuit de 2018 que Islamabad “ha estado engañando a EEUU durante años”. Sin embargo, fue el Pentágono el que engañó a las administraciones estadounidenses durante mucho tiempo.

Pakistán siempre fue claro en que cree que los pastunes fueron injustamente alejados del poder en Afganistán y que la paz no llegará al país a menos de que esto cambie. Los más altos funcionarios pakistaníes también dijeron que la situación en su vecino no podía resolverse por medios militares y que era imprescindible una solución política.

Sin embargo, la política errada del método contraguerrilla comenzó con Bush y continuó con Obama con la idea errónea de que tuvo éxito en Irak. Pese a que no se pudo establecer un Ejército afgano fuerte con los años de entrenamiento militar de la OTAN, las fuerzas estadounidenses dieron la imagen de que todo iba bien.

Luego, Trump continuó culpando a Pakistán pese a los Documentos de Afganistán, que revelaron que el Ejército estadounidense engañó al público y a las administraciones, ya que sabía que la guerra en Afganistán no se podía ganar militarmente y que el Ejército afgano no tenía la capacidad para luchar solo.

Ashfaq Parvez Kayani, exjefe de Estado Mayor de Pakistán entre 2008 y 2013, así como el actual primer ministro, Imran Khan, denunciaron que fueron convertidos en el “chivo expiatorio” de EEUU.

Las conversaciones de paz que se llevaron a cabo en Doha revelaron que EEUU aceptó que los talibanes son una “estructura militar”, no son ajenos a la región como Al Qaeda y son un “movimiento afgano”. EEUU ha llegado a aceptar que los talibanes tengan o compartan el poder de Afganistán con el fin de que una organización terrorista internacional que se oponga a sus intereses no se estacione el país.

Entonces, a menos que haya una organización terrorista como Al Qaeda en Afganistán, parece que EEUU no tiene ningún problema con los talibanes.

Después de la entrada en Kabul

El avance de los talibanes hasta el 15 de agosto, el esfuerzo por tomar el poder de Kabul sin combates y las medidas tomadas, así sean solo en palabras, para garantizar la seguridad del pueblo muestran que los talibanes aprendieron lecciones de su entrada en Kabul hace 25 años y los acontecimientos de los años posteriores.

La declaración de EEUU después del rápido progreso de los talibanes de que la comunidad internacional “no reconocerá a ningún gobierno en Afganistán que se imponga mediante el uso de la fuerza militar” puede haber motivado la postura pragmática de los talibanes.

Para ver las prácticas del gobierno talibán hay que esperar. De una forma u otra, podemos decir que el nuevo gobierno afgano le será más útil a Pakistán, desarrollará buenas relaciones con China a mediano plazo y mostrará una postura contra India. Esta es una victoria para Pakistán a corto plazo.

Está claro que los medios internacionales cobrarán la factura de las prácticas de los talibanes y la situación en Afganistán a Pakistán.

En esta ocasión, Pakistán no ha cometido el error de ser el primer Estado en reconocer a la administración talibán como lo hizo hace 25 años. Aunque Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU) fueron los otros dos Estados que reconocieron a la administración talibán en el pasado, ambos necesitan ahora la aprobación de EEUU para hacer algo similar.

Por lo tanto, para Pakistán, no importa cómo se forme el gobierno, lo importante es que la nueva administración evite acciones controversiales y cuide su discurso. Sería mucho más lógico que Pakistán esperara a que países como China y Rusia establecieran primero relaciones con el nuevo gobierno.

Después de la formación de una nueva administración, es muy probable que los Estados vecinos y lejanos quieran utilizar las tierras afganas para crear inestabilidad en los países de la región. Tal situación puede hacer que los acontecimientos relacionados con Afganistán se apoderen de la agenda de la política interior y exterior de Pakistán.

  • Omer Aslan es profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Ankara Yildirim Beyazit, con sede en Turquía.

** Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de la Agencia Anadolu.

*** Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.

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