ANÁLISIS – Aumentan las tensiones en Irlanda del Norte por relaciones entre la Unión Europea y Reino Unido
Los actuales desacuerdos entre Reino Unido y la Unión Europea sobre la implementación del Protocolo de Irlanda del Norte, uno de los elementos más críticos del acuerdo Brexit, tienen el potencial de convertirse en una grave crisis.
Por: Muhammed Cagrı Bilir / Anadolu
El nivel de desacuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) sobre el Protocolo de Irlanda del Norte salió a la luz nuevamente en la cumbre del G7 celebrada en el Reino Unido la semana pasada.
Como se sabe, uno de los desacuerdos más importantes en el proceso del Brexit (la salida del Reino Unido de la UE) fue el tema de encontrar una fórmula que permitiera mantener el libre paso entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, evitar que se generara una frontera física entre ambas partes y mantener los términos del Acuerdo de Belfast, con el que se puso fin al prolongado conflicto en Irlanda.
Como parte de su salida de la UE, el Reino Unido acordó realizar controles sobre las mercancías que se mueven a través del Mar de Irlanda, desde Escocia, Gales e Inglaterra hasta Irlanda del Norte. Este último país sigue siendo parte del mercado único de bienes de la UE para evitar una frontera dura con la República de Irlanda, en lo que se conoce como el Protocolo de Irlanda del Norte.
Reino Unido tenía hasta finales de marzo para adelantar los controles, pero ha decidido extender el periodo de implementación hasta octubre.
Debido a que el Reino Unido decidió prorrogar sus controles, la UE amenazó con emprender nuevas acciones legales contra el Reino Unido por las diferencias en sus acuerdos comerciales posteriores al Brexit.
Por otro lado, grupos lealistas en Irlanda del Norte han pedido que se enmiende el Protocolo de Irlanda del Norte para que no haya una frontera entre Irlanda y el Reino Unido. David Campbell, el director del Comité de las Comunidades Lealistas de Irlanda del Norte, del cual hacen parte grupos paramilitares, señaló que eliminarían su apoyo al acuerdo de Belfast hasta que se enmiende el protocolo, lo que causó preocupaciones de que vuelva el conflicto a la isla de Irlanda.
Si bien el Reino Unido es un Estado soberano, cuando nos referimos a la UE estamos hablando de una entidad política sin precedentes que no es fácil de definir. Tanto es así que qué la definición de la UE ha sido un tema que se ha debatido constantemente desde los años 70.
Aunque se define como una estructura civil según algunos, ética según otros, y una estructura moldeada sobre principios liberales, el punto común de todos estos enfoques es que la UE es un organismo que puede cambiar las reglas del juego en asuntos internacionales que están lejos del uso de la fuerza, basados solo en la ley y la cooperación económica.
Para el Reino Unido, la UE siempre ha sido un tema de debate desde su creación. Aunque los beneficios económicos de la membresía en la UE son innegables, siempre ha habido grupos que argumentaron que Gran Bretaña debería tener una posición más fuerte en la arena internacional como lo fue en los días imperiales, y por lo tanto no debería transferir su soberanía ni siquiera parcialmente a una institución supranacional como la UE.
Por tal razón, aunque los Gobiernos de Inglaterra cambiaron, la actitud escéptica hacia la UE nunca lo hizo, e incluso adoptaron en general una actitud pragmatista, completamente opuesta a los conceptos frecuentemente expresados en Bruselas como “europeización”.
Estados Unidos se podría involucrar
El Protocolo de Irlanda del Norte permanecerá en la agenda durante un período de tiempo más largo si los países de la UE continúan viendo esta crisis como una victoria simbólica de la idea de “europeización” contra el Reino Unido.
De acuerdo con las declaraciones de la administración del presidente de EEUU, Joe Biden, durante la cumbre del G7, en las que señaló que “el Acuerdo de Belfast no debe ponerse en peligro”, es posible decir que las partes podrían intentar resolver la crisis gracias a la mediación estadounidense.
Teniendo en cuenta que, a diferencia de Donald Trump, Joe Biden ha estado repitiendo constantemente que mantendrá fuertes las relaciones con la UE desde el día en que fue elegido, su voluntad de involucrarse en tal crisis es un escenario factible.
La administración Biden podría ayudar a reforzar la percepción de “Estados Unidos ha vuelto”, que Biden está tratando de crear, al resolver una crisis de la isla de Irlanda, evitando así que surja un problema técnico entre sus dos aliados cercanos y, en el peor de los casos, un resurgimiento del conflicto en la isla.
*Muhammed Cagrı Bilir realiza investigaciones sobre las teorías de las relaciones internacionales y la seguridad de la Unión Europea en el programa de doctorado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de Leeds en Inglaterra.
**Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.
***Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.